Caracas, 04 de enero de 2016.- El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, repudió este lunes la postura emitida por el Departamento de Estado referente a la próxima toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional (AN), por considerarla una injerencia inaceptable en los asuntos internos del país.
"Es un asunto nuestro, (el Gobierno estadounidense) no tiene que estar poniendo precondiciones ni poscondiciones, ni nada, ningún condicionante. No lo aceptamos, imperio", dijo el jefe de Estado en cadena nacional desde el Palacio de Miraflores, donde hoy ofrece un balance de la reunión sostenida con los parlamentarios del Bloque de la Patria.
A través del portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, el Gobierno norteamericano dijo sentirse "preocupado" por "los serios retos que enfrenta el pueblo de Venezuela", luego de que la oposición se hiciera de la mayoría parlamentaria en los pasados comicios del 6 de diciembre de 2015.
Según la agencia Efe, Kirby hizo esa declaración a propósito de la carta que el senador demócrata Robert Menéndez escribiera al presidente norteamericano, Barack Obama, para solicitarle una intervención abierta en la política venezolana, en clara violación a los principios de autodeterminación y soberanía de los pueblos.
Ante ello, Maduro enfatizó este lunes que el pueblo de Venezuela ejercerá el derecho a la rebelión "para defender su independencia, el derecho de rebelión ante la amenazas de la conspiración, del neoliberalismo salvaje, de los que amenazan la Constitución, de los que amenazan la paz".