Diez años del brutal ataque de Álvaro Uribe a la comunidad taoísta
28 de noviembre de 2014.-El pasado martes 25 de noviembre en la plaza Bolívar de Bogotá, Colombia, la comunidad taoísta, realizó un plantón en protesta por los diez años de la invasión a su centro principal, el Gran Templo Vegetal Sakroakuarius, ubicado en la vereda El Taladro, jurisdicción de Gámbita, departamento de Santander.
La comunidad taoísta sistemáticamente ha sido objeto de violación de sus derechos fundamentales. El 25 de noviembre del 2004, bajo el gobierno del narco-paramilitar Álvaro Uribe Vélez, llegaron fuerzas especiales de ejércitos extranjeros y fuerzas conjuntas del Estado, asociadas al paramilitarismo con la orden y propósito de genocidio y exterminio total; para ello emplearon armas químicas, biológicas y radioactivas que fueron posteriormente certificadas por laboratorios extranjeros especializados, además de las armas convencionales de fuego, lanza-llamas, bombas, granadas y equipos especiales de dispersión y venenos.
En la invasión desaparecieron más de 500 monjes, entre niños, embarazadas, ancianos, discapacitados, pacientes y los guías espirituales de la comunidad, los maestres Jah Kelium Zeuz, Afrodita y Samael Joab Bator Weor.
La mahatma Vidsonle, miembro de la comunidad Tao internacional, expresó: «Somos una minoría sin poder económico y político, sin acceso a medios de comunicación, el gobierno manipula y esconde el genocidio y violación a los derechos humanos más grandes ocurrido en Colombia, pedimos a los medios internacionales se aboquen a oírnos. Nuestra lucha es también por todos los pueblos oprimidos: por los campesinos en Colombia, los estudiantes de Ayotzinapa en México; los mapuches en Chile, los sirios e iraquíes y Venezuela contra la injerencia externa; Cuba, Palestina y demás pueblos en resistencia.».
Agregó, «Seguimos en espera de nuestros guías y hermanos desaparecidos en manos del Estado. Exigimos cese la sistemática y brutal persecución a nuestra comunidad, cesen los asesinatos a nuestros líderes en Colombia y se den las condiciones para el regreso de nuestros exiliados.