FitVen 2014 apunta a la mejor experiencia agroturística en los llanos

Caracas, 26 de noviembre de 2014).- El eje llanero venezolano, una inmensa sabana constituida por 300 mil kilómetros de historia, lucha independentista y abundante biodiversidad que reverdece con cada amanecer junto al cantar de los gallos.


Desde el piedemonte andino comienza una planicie colmada de amor que germina en cada morichal que se refleja en los esteros de cara al sol. Es el estado Barinas, cuna del poeta, Alberto Arvelo Torrealba.



Este estado occidental lleno de aventura, fuertes caudales, sol radiante que despunta con las coplas de arreo y ordeño, también es un pueblo históricamente aguerrido, que ha sabido aprovechar el agroturismo como una nueva alternativa para dar a conocer cada trinchera que bendice a esta tierra.



Este horizonte, casi infinito, será sede de la novena Feria Internacional de Turismo de Venezuela (FitVen) 2014, que desde el 26 de noviembre hasta el último de este mes, mostrará el valioso patrimonio natural y cultural que ofrece la tierra de aguas bravas.



Una feria que invita a disfrutar las planicies venezolanas



La Ciudad Deportiva Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre será el escenario que albergará diversas áreas expositivas que mostrarán una manera diferente de explorar la llanura que cabalgaron cientos de próceres de la Patria.



Mil metros cuadrados estarán dispuestos para descubrir el Pabellón Agroturístico de la FitVen 2014 en los que se dispondrá de una escenografía estrechamente vinculada con la faena llanera, donde los visitantes podrán conocer, a través de recorridos guiados, la experiencia que se vive en los hatos turísticos del país.



Agroturismo, un planteamiento ineludible



Esta forma de viajar por Barinas, y en general por todo el eje llanero, es una manera especial de relacionarse con el ecosistema, permitiendo a los visitantes conocer todas las potencialidades turísticas con las que cuenta esta zona y contribuir con la preservación de la vida en el planeta.



Por eso, en los llanos altos de la tierra de Florentino y el Diablo es común observar un tropel de garzas y corocoras que vuelan por los extensos cielos barineses. Se siente la vibración de la Pachamama con el galopar del caballo que monta el llanero en busca de aventuras y se escucha el charrasquido del cuatro que anuncia la parranda joropera.



El pueblo organizado de Barinas ha sabido aprovechar sus recursos para satisfacer las necesidades espirituales del ser humano. A pasos agigantados se vale del agroturismo para consolidar la soberanía e independencia, contemplada en el primer objetivo histórico del Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019.



La FitVen 2014, bajo el cielo azul llanero, se traduce en un mayor desarrollo sostenible para las comunidades, que son las principales protagonistas en el incremento del turismo interno venezolano.



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