Pablo Giménez: “Incorporar a la economía empresas de propiedad social es estratégico”

El economista Pablo Giménez considera que para la estabilización de la economía del país se debe mejorar la aplicación de la reforma fiscal. "Quien más gana, paga más, y quien gana menos, paga menos, así debería funcionar en un sistema progresivo"

El economista Pablo Giménez considera que para la estabilización de la economía del país se debe mejorar la aplicación de la reforma fiscal. "Quien más gana, paga más, y quien gana menos, paga menos, así debería funcionar en un sistema progresivo"

Credito: CiudadCCS

8 sept. 2014 - La transformación económica, un plan productivo a mediano y largo plazos que incluya a las empresas de propiedad social, así como un solo tipo de cambio serían algunas de las medidas razonables para mejorar la economía en el país.

Así lo considera el economista y profesor universitario Pablo Giménez, quien fue entrevistado en la sede del diario Ciudad CCS.

Para el economista la creación de la Vicepresidencia para Economía y Finanzas es buena iniciativa, sin embargo recomienda la creación de una institución que la integren solo los entes financieros con miras a lo productivo e industrial.

La aplicación del sistema biométrico manifestó Giménez es una buena técnica, puesto que ayuda a la distribución equitativa de los alimentos y se combate el contrabando, trabajo ilegal con el que sobreviven los colombo-venezolanos.

—El Gobierno Nacional impulsa una economía socialista. ¿Cómo se debe avanzar hacia ello?

—Primero se debe tener claro qué es lo que se quiere hacer, y en función de eso se diseñan las políticas económicas. Lo que hay que hacer allí es un proceso de reestructuración del tema del Estado, porque el Estado aún sigue siendo un reflejo de las relaciones capitalistas (…). Se debería crear un ministerio que sea de la transformación socialista de la economía venezolana ¿Quiénes la integrarían? El Viceministerio de Economía Comunal, los ministerios de Comunas, Industrias, Planificación y Comercios en conjunto con las instituciones de financiamiento que ellos tienen, que son las instituciones que están aisladas como el Banco Agrícola, Fondemi, Safonacc. No tenemos una política de ahorro de inversión que esté dirigida a que este sector dé un gran salto. La idea es diseñar una sola política y todas hacia la misma función para transformar la economía venezolana.

—Con la creación de la Vicepresidencia Económica y fusiones de algunos ministerios. ¿No avanza hacia la transformación que usted habla?

—Pudiera ser, pero esa Vicepresidencia –tal cual como lo miro– es una institución financiera del Estado. Yo estaría proponiendo desde una instancia desde lo financiero hasta lo productivo y comercial, considerando lo internacional porque cualquier modelo socialista debe considerar a la ALBA, Mercosur y aquellas empresas pequeñas, medianas o grandes se insertan en el mismo espacio. Incluso relanzar las cooperativas, el Inces, Sunacop, se requiere de un plan productivo e industrial (…).

—¿Cómo califica usted los planes de producción que implementa el Gobierno?

—Buenos. Pero creo que haría falta un plan de largo y mediano plazos que considere a sectores estratégicos para la economía venezolana que, además, se puedan incorporar las empresas de propiedad social, incluso una gran alianza con el sector privado. Ahora bien, lo que veo ahorita es que quizás por la propia dinámica de la guerra económica se hace necesario tomar medidas de corto plazo o medidas de corrección de problemas tratando de cambiar la dinámica de la situación actual. Lo que yo creo es que más allá de hacerse, también debemos pensar en el diseño de un plan económico, industrial y productivo a largo plazo, a 5 años.

—¿Cómo es posible lograr un modelo productivo superando el rentismo petrolero?

—Cuando se mira el tema del petróleo desde el punto de vista ético-cultural se mira como negativo, porque la gente lo que asocia es que al venezolano no le gusta trabajar, que el venezolano es flojo y por tanto es rentista y consumista. Desde el punto de vista económico-productivo entonces se ve como que el empresario venezolano es un parásito, que prefiere buscar mecanismos para la captación de renta que captar para un proceso productivo. Se convierten en una especie de especuladores buitres, andan es cazando cómo apropiarse de la mayor cantidad de renta.

Hay otra gente que plantea que el tema del petróleo y los ingresos que genera más bien son una oportunidad. En ese sentido, considero que eso lo evaluó Hugo Chávez desde 1999, porque con los ingresos petroleros se pagó la deuda social, se crearon un conjunto de mecanismos financieros que los propios Brics (países que integran un grupo para impulsar la economía internacional) vienen ejecutando propuestas que hacía Chávez (…).

La renta petrolera puede ser una gran oportunidad para el desarrollo industrial de este país, solo se requiere tomar las medidas económicas adecuadas.

—¿Cuáles serían esas medidas adecuadas?

—Por ejemplo, el tema de la frontera con Colombia. Venezuela, gracias a la renta, compra un conjunto de alimentos, le da un subsidio para que el venezolano tenga una calidad de vida. Resulta que esos alimentos se venden a un precio muy rentable y hacen que se los lleven en contrabando. Un economista neoliberal te da la solución de quitarle el subsidio y fijar los precios al mercado (…). ¿Qué es lo que se puede hacer? Un sistema de compensación en monedas locales, eso existe entre Brasil y Argentina. Los dólares que obtenemos de la renta los mantenemos en los grandes fondos de inversión nacional. Por otro lado, se debe tomar una medida al tipo de cambio. Tres tipos de cambio es pesado para cualquier economía.

—¿Quiere decir que debe existir un solo tipo de sistema cambiario?

—La teoría económica dice que debe ser una. ¡Ojo!, yo soy partidario de que nunca se debe hacer con la realidad que responda a una teoría. La teoría en todo caso debe ser reflejo de la realidad. Aquí en Venezuela debería irse simplificando ese sistema (…) otro mecanismo que debe hacerse es simplificar los fondos. Tenemos demasiados instrumentos de ahorro y de inversión, pero tenemos una necesidad de tener las divisas a la mano para enfrentar los problemas del país. Yo no digo que vayamos a un esquema de reservas internacionales, pero sí simplificarlo, y lo otro es que debemos ir a un proceso de acumulación de reservas.

—Hace pocos días el Presidente anunció la creación de una cuenta única en el Banco Central de Venezuela. ¿Está bien vista esta medida?

—¡Claro! Ese sistema se tiene que ir simplificando, sobre todo porque debemos ir a un mecanismo de reservas internacionales.

—¿Por qué antes no era así?

—Por un lado, porque antes la economía venezolana era muy pequeña y por el otro porque en ese momento del triunfo de la Revolución había un conjunto de necesidades importantes y entonces era como antiético desde el punto de vista político tener unas cuentas de reservas internacionales en dólares teniendo necesidades en el país. Chávez salió con la primera propuesta del "millardito", que necesitaba que el Banco Central de Venezuela le diera un millardo para el desarrollo agrícola. El Banco Central se negó y la única manera para que accediera fue cambiando la Ley del Banco Central. Cuando se cambió fue cuando se diseñó el mecanismo de reservas óptimas. A partir de un monto, que ellos calculan lo que ingrese al país, por encima de ese monto va dirigido a los fondos de inversión.

—¿Esta cuenta única da confiabilidad a los inversionistas extranjeros?

—Al menos van a tomar decisiones más razonables respecto a la economía venezolana, porque en parte ellos aprovechan la desconfianza, especulación o desinformación que publican medios de comunicación internacionales para atacar a la economía venezolana. Ellos dirán que ahora tienen una fortaleza con un fondo de millones de dólares para asegurar sus ganancias.

—Sobre el tema del contrabando. ¿Qué beneficios trae el Plan Choque para la economía?

—Se han estado viendo los beneficios. Las cifras que dio Diosdado (Cabello) de que el 40% de los alimentos que distribuye la red del Gobierno se iba al contrabando. Esa cifra es espeluznante. 40% por ciento de los alimentos subsidiados estaban sirviendo para alimentar a mafias, paramilitarismo, quizás narcotráficantes. Son cantidades de comercios asociados a esto (…).

—Con todas las políticas que implementa el Estado. ¿Cree usted que mejorará el desabastecimiento?

—Yo creo que el abastecimiento es un proceso complejo y largo. No va a haber una solución mágica que de la noche a la mañana van a aparecer los productos. Para que haya un abastecimiento pleno debe haber un incremento en la producción. Para que se dé ese incremento a la producción hay que tomar las medidas coherentes como la alianza con el sector privado, a pesar de que no esté muy bien vista por sectores del proceso. Es necesario hacer una alianza con algunos sectores que se quieren incorporar al desarrollo nacional; tomando en cuenta que deben respetar las leyes y el sistema que hemos decidido los venezolanos en estos últimos 15 años (…). También el control de precios que permite el acceso a los alimentos a precios justos. Eso es necesario revisarlo trimestral o cada cuatro meses. Los controles de precios no se pueden quedar congelados.

Esto de alguna forma debe estar relacionado con la estructura de costos de las empresas.

—¿Considera viable el sistema biométrico?

—¡Claro! Incluso en el marco de la guerra económica la derecha ha estado llamando a este implemento como una tarjeta de racionamiento. La respuesta es que este sistema ayudará a una distribución equitativa de los alimentos, pues debería haber un límite de consumo aun cuando la familia sea muy grande. Además, te garantiza una distribución de la comida o sea te asegura cierta cantidad de productos de la cesta básica para el consumo de la familia venezolana, y así no tienen que caer en el tema de las grandes colas o de estar del timbo al tambo buscando un rubro.

—¿Es rentable para los comercios privados?

—Claro. Ellos mismos compran el sistema. y así como compran las máquinas registradoras del ejercicio fiscal también pueden instalar fácilmente este nuevo sistema. Eso es una excusa y no es el problema fundamental.

—¿Es considerable el aumento de la gasolina?

—El ajuste del precio de la gasolina no es una medida de solución que va a arreglar los problemas del país. Hay otras cosas que son urgentes que quizás tuviesen igual o mayor incidencia sobre las cuentas del país que el ajuste del precio de la gasolina, por ejemplo la reforma fiscal. Quien más gana paga más y quien gana menos paga menos, así debería funcionar en un sistema progresivo. Entonces, habría que ver cuál es la cantidad de impuestos que paga la banca que ha tenido ganancias exorbitantes en el país. Ahora bien, la discusión del precio de la gasolina tiene varias dimensiones. Si lo ves desde el punto de vista ético es algo que da muchas veces pena. Una botellita de agua cuesta más caro que la gasolina (…).

¿A quién beneficia el subsidio de la gasolina? Es la primera pregunta. Al que tiene carro, al que tiene más de un carro y al que tiene los tanques de gasolina más grandes de sus carros (…). Y ¿a quién perjudica con un posible incremento? Aunque los principales beneficiarios son los que tienen carro, un incremento del precio de la gasolina traería efectos sobre toda la economía en general sobre todo en el transporte de carga, no obstante, cuando ellos utilizan diesel, que es mucho más barato, y seguramente tendrá un efecto sobre la inflación.

Es una medida que se debe tomar con mucha precisión, que puede ser por etapa, por sectores. Quizás empezar con la red de transporte, y fortalecer la red de transporte público porque quizás van a querer aumentar el pasaje o los fletes de alimentos, y eso va a traer consecuencias sobre el incremento de los precios de los alimentos. Es una medida que no debe ser tan urgente, pero puede ser progresiva y generar un debate como se está haciendo ahora.

—¿Cómo ajustarlo?

—Si se ajusta a como está el costo, se está eliminando básicamente el subsidio, y ayuda a sanear las cuentas de Pdvsa. Si lo lleva a los precios internacionales, que es un dólar 30 el litro, tendría unas ganancias extraordinarias. Yo creo que hay que buscar el horizonte del costo para un poco ayudar a Pdvsa.

—Entonces ¿es falso que con el posible aumento del combustible mejore la economía?

—Totalmente falso. En economía no hay situaciones aisladas. Hay unos economistas que hablan de devaluar la moneda. Una devaluación con la inflación que tenemos hoy, resultado de la guerra económica en estos últimos dos años, no tendría ningún efecto sobre la economía venezolana ni la industria o los precios. Más bien agravaría la situación. Un incremento aislado de la gasolina tampoco solucionaría los problemas del país. La cosa es diseñar un programa a mediano plazo.

Lucha inflacionaria

Para el economista Pablo Giménez la inflación muchas veces se plantea como una especie de fetiche, "¿Por qué lo digo?, porque la teoría económica te dice que la inflación es el incremento del nivel general de precios. Básicamente cuando uno ve que se construye ese indicador se ve cómo cambiaron los precios de una canasta de bienes de un período de tiempo a otro (…), la única forma de combatir la inflación es con el incremento de la producción. ¿Por qué los precios se incrementan? Bueno, porque hubo cambios en la economía internacional, en los precios de los insumos o de las materias primas, maquinarias o estructura de costos de las empresas que hicieron que esos precios subieran. Entonces eso se compensa impulsando las fuerzas productivas. Para bajar la inflación desde el punto de vista monetario tienes que disminuir o aumentar la actividad económica".

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