Mérida, 21/05/2014.- Hoy en vísperas de un nuevo paro ordenado por la cúpula profesoral de la Universidad de Los Andes (ULA) y ante el rechazo estudiantil al consentimiento del rector Mario Bonucci y del presidente de la Asociación de Profesores de ULA, Luis Loaiza. La dirigencia estudiantil de esa misma casa de estudios alerta al Ministerio de Educación Superior; que se han perdido 93 días de clase en lo que va de 2014, esto a consecuencia del plan desestabilizador ejecutado por sectores políticos de la derecha enquistados en la misma universidad. Sin contar los 144 días perdidos en el 2013.
A pesar del tiempo perdido, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios (Fapuv) ha convocado para este jueves 22 de mayo un paro de 24 horas, convocatoria que también cuenta con el apoyo de las autoridades de la ULA.
Denuncia en declaraciones a VTV, el dirigente estudiantil Inder Romero, representante estudiantil ante el Consejo Universitario de la ULA:
"Nos da tristeza que la directiva de la cúpula profesoral se esté prestando, una vez más, para hacer un show político".
Romero indicó que no es casual la postura asumida en esta oportunidad por el presidente de la Apula, Luis Loaiza, porque "es público y es notorio que él también es dirigente regional de un partido de oposición, el cual estuvo muy activo en apoyo a “los guarimberos", dijo, en referencia a los grupos violentos que generaron 42 muertes y destrozos a nivel nacional. Acciones en donde también se vieron envueltos los alcaldes de derecha.
¿Violación a los derechos humanos?
Igualmente muchos estudiantes consulados por el equipo de RCM en el Núcleo La Liria de ULA, se manifestaron muy preocupados, por el agotamiento que les causa el ritmo acelerado a la que están sometidos por el trabajo impuesto en las aulas de clases por los mismos profesores; quienes luego de avalar las llamadas protestas “pacíficas” y “las guarimbas” opositoras al gobierno nacional por más de 74 días; deben cumplir un semestre en solo 20 días. Algo que podría catalogarse como antiacadémico, violatorio hasta de los derechos humanos de los estudiantes, quienes muchos de ellos son trabajadores, en cafeterías, tiendas, vigilancia entre otros; y luego se ven sometidos a condiciones extremas, que afectan la salud física y mental del ser humano.
