Caracas, febrero 27 - La página más cruenta de la historia contemporánea venezolana fue dibujada por el gobierno de Carlos Andrés Pérez un 27 de febrero de 1989, día en que el pueblo indignado salió a las calles de Caracas a manifestar su frustración con las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pérez, quien buscó liberar la economía del país que ya venía en detrimento a causa de los espirales económicos que causaron la devaluación de la moneda nacional en 1983, puso en marcha un “paquete de medidas económicas” que comprendían decisiones sobre política cambiaria, deuda externa, comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos y política social.

Este “paquetazo de penurias”, como popularmente era conocido, hizo que los venezolanos y venezolanas vieran fragmentarse la promesa del Estado de bienestar, hecha por CAP en su campaña electoral.

Tras anunciar el “paquetazo”, el 16 de febrero de ese mismo año, el descontento popular se acrecentó, pues el pueblo ya vivía una odisea por la supervivencia, mientras la pobreza y la misera se propagaban como un virus por todo el país.

Las reacciones del día 27 de febrero de 1989 iniciaron en la parada de autobuses de Trapichito cuando los pasajeros se enfrentaron con la especulación de los transportistas, quienes aumentaron precios en 300 por ciento y no en 30 por ciento, como lo ordenó el gobierno de Pérez. Los focos de reacción detonaron allí, en el terminal de Guarenas-Guatire, luego la oleada se expandió a Caracas y sucedió lo inevitable: Saqueos y disturbios en el país en contra del “paquetazo de penurias”.

Ante la furia popular, el gobierno de Pérez decide suspender las garantías constitucionales por 10 días y ordenó a la Fuerza Armada reprimir al pueblo. El general Henry Rangel Silva, gobernador actual del estado Trujillo, recordó esa fecha como el día en que “la Fuerza Armada Nacional fue obligada a utilizar las armas contra el pueblo”.

Al caer la tarde del martes 28 de febrero, inició el toque de queda más cruento de la historia venezolana. “El Caracazo” dejó un saldo indeterminado de fallecidos, aunque cifras oficiales del gobierno de turno registraban apenas 277 decesos.

Gobierno Bolivariano reivindica a familiares caídos en “El Caracazo”

Tras la llegada del comandante Hugo Chávez Frías a la presidencia de la República, quien tenía una amplia conciencia de los desmanes sufridos por el pueblo venezolano durante 40 años de democracia “representativa”, se emprende una investigación seria y detallada sobre los sucesos de “El Caracazo”, encabezada por la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz.

En el año 2011, Díaz informó la identificación de 71 víctimas de “El Caracazo”, enterrados en la fosa común “La Peste”, en Caracas y se inició la indemnización de las familiares victimas de este suceso.

Ortega Díaz también catalogó el 27 de febrero de 1989 como la fecha en la que se dio el segundo genocidio más grande del país. Las investigaciones de esta dura página de la historia contemporánea de Venezuela continúan en la actualidad.

El comandante Chávez consideraba al “Caracazo” como la semilla que germinaría en el 4 de febrero de 1992, fecha en la que él lideró una insurrección militar, bandera del nacimiento de un nuevo país.

A 25 años de “El Caracazo”

A 25 años de los hechos de “El Caracazo”, los protagonistas del Puntofijismo, ahora alistados en las filas de la oposición y apoyados por el poder económico, buscan nuevamente desestabilizar la economía del país con acaparamiento, especulación, boicot y manifestaciones de grupos violentos.

No obstante, hoy en día la economía venezolana se encuentra fortalecida. Las políticas sociales impulsadas por el Comandante Chávez y continuadas por el presidente Nicolás Maduro han mejorado significativamente la calidad de vida del pueblo. Buena alimentación, cultura, educación, salud, trabajo y deportes son las vértebras que sostienen a la Revolución Bolivariana.

Vea: Testigos recuerdan el 27-F, día del Caracazo