27/12/13.-A fin de desarrollar un país productivo y avanzar hacia la soberanía alimentaria, ayer se inicio la construcción de una casa de cultivo protegido de 800 metros en el Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda de Gramovén, ubicado en la parroquia Sucre.
En ese lugar unos 30 trabajadores de la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara), iniciaron la perforación del suelo sobre el cual levantarán el cultivo.
Luisana Galvis, brigadista de producción de la Misión Ribas, expresó que hace más de un mes, el ministro de Agricultura y Tierra, Yván Gil, estuvo en el lugar y la comunidad aprovechó para solicitarle la construcción de la edificación que hoy levanta la fundación.
“El Comandante Supremo Hugo Chávez quería que nosotros fuéramos un pueblo productivo, capaz de crear estos cultivos. Estamos siguiendo su legado. Él soñó con esto y hoy queremos hacer su sueño realidad”, refirió la también técnica en agricultura.
Asimismo indicó que con estas acciones se cumple con el Quinto Objetivo del Plan de la Patria, que insta a contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.
ESTARÁ LISTA EL 20 DE ENERO
Por su parte, Rubén Darío Álvarez, técnico de campo y encargado del equipo de construcción de la Fundación Ciara, explicó los detalles de la construcción, donde también participa personal del Convenio Cuba-Venezuela.
“En las labores iniciales se hizo el replanteo del terreno, éste consistió en nivelar el área con una retroexcavadora para sacar las medidas exactas que tendrá la casa. Luego se fijaron los puntos desde donde va a ir cimentada”, explicó el funcionario, quien agregó que esperan culminar estos trabajos el próximo 20 de enero.
Álvarez señaló que la casa de cultivo protegido tendrá capacidad para sembrar 2 mil 100 plantas de pimentón y tomate.
“Tenemos planteado iniciar con un ciclo de siembra de tomate, porque siempre a mediados de año hay bastante escasez de este rubro, entonces los precios se elevan. Con estas actividades contrarrestamos esa situación”, acotó y al tiempo añadió que, en mayo de 2014, deberían tener un nivel de producción “bastante elevado”.
El técnico de campo expuso que en los cultivos protegidos se siembran plantas delicadas como el melón, ají, tomate y pimentón, que por esta condición no aguantan cambios climáticos.
CULTIVO A CIELO ABIERTO
Luisana Galvis afirmó que en el núcleo ya existe, desde hace casi dos años, el Cultivo a Cielo Abierto Hugo Chávez, en el cual trabajan ocho personas de la tercera edad. “La Misión Ribas y el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral fueron los que nos asesoraron cuando iniciamos con este proyecto. Ahora tenemos que capacitarnos sobre cómo debemos atender un cultivo protegido. Queremos hacerlo bien y demostraremos que sí podemos”.
La brigadista indicó que en el cultivo usan biofertilizantes y biocontroladores, repelentes que evitan plagas y hongos. “Estos son productos libres de químicos, para que no se acumulen toxinas en el cuerpo y no se perjudique la salud”, dijo.
Galvis afirmó que los rubros alimenticios que cosechan son vendidos a la comunidad a precios solidarios, entre ellos destacó el precio del kilo de cebolla, que cuesta Bs 90 en el mercado capitalista, mientras que ellos lo venden en solo Bs 30.
“En este cultivo ya somos autosustentables. Nosotros mismos compramos todo lo necesario para sembrar y lo que sobra lo distribuimos en partes iguales entre quienes trabajamos en él”, contó.
DESARROLLO DEL NÚCLEO ENDÓGENO
En el espacio −donde funcionó una planta de llenado de Pdvsa− hoy está un refugio temporal para las personas que lo perdieron todo por las lluvias de 2010 y 2011. También existe una escuela inicial y otra básica, así como la sede principal de la Misión Ribas. Asimismo, en el lugar hay una Clínica Popular, un Mercal, biblioteca y un Infocentro.
