02/11/12.-En el marco de los proyectos socioproductivos que elabora el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, se inauguró ayer una peluquería en la parroquia Antímano que incluye al proceso formativo y laboral a 18 chicas adolescentes que se encuentran en conflicto con la ley por haberla transgredido en algún momento.
La unidad productiva se estrenó en la Entidad de Atención para Jóvenes José Gregorio Hernández, ubicada en la calle Real de la populosa parroquia.
La titular de la cartera penitenciaria, Iris Varela, quien encabezó el acto manifestó que la actividad es un paso a la transformación del sistema, al tiempo que acotó que “les estamos trayendo la oportunidad de aprender un oficio a las adolescentes. Cuando se profesionalicen, podremos extender el servicio a la comunidad”.
El grupo tiene medidas privativa y no privativa de libertad y serán las encargadas de poner en funcionamiento la peluquería con una previa capacitación gracias a un convenio entre Servicios Penitenciarios y el Inces.
“Nosotros no creemos en la cárcel ni en las medidas de privación de libertad”, dijo Varela al tiempo que destacó que el objetivo es prestar un apoyo fundamental, garantizando las condiciones para la rehabilitación y formación de los y las privadas de libertad.
La viceministra para la Atención al Adolescente en Conflicto con la Ley Penal, Anahí Arizmendi, dio la bienvenida a las adolescentes a esta actividad instándoles a ponerle empeño y cariño a la formación. “La idea es brindar herramientas para un futuro proyecto de vida y generar ingresos para ellas mismas y sus familiares”, concluyó.
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Consejos comunales se suman a la formación
Nancy Romero, habitante de la parroquia Antímano y vocera del Consejo Comunal Negro Primero, destacó la actividad que desempeñan estas organizaciones populares en apoyo a los jóvenes, manifestando que la finalidad es que los adolescentes se formen dentro de las empresas de producción social con el acompañamiento de los ministerios.
“Nuestro consejo comunal capacita a los adolescentes a través de talleres, formándolos en actividades como costura, bordado, estampado, fabricación de camisas, gorras, pantalones, entre otras prendas”, dijo Romero. Argumentó que el requisito único para participar en los talleres es “tener la disposición de avanzar y de seguir el proceso revolucionario”.
