Caracas, marzo 11 - La tarde de este sábado 10 de marzo, el vicepresidente ejecutivo de la República, Elías Jaua y el ministro del Poder Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla, rubricaron el expediente que postula, ante la Unesco, a las Parrandas de San Pedro de Guarenas y Guatire como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Para acompañar este acto –realizado en el Centro de la Diversidad Cultural (CDC)- se efectuó un encuentro de todos los colectivos de Guarenas y Guatire que celebran la tradición de San Pedro cada 29 de junio, a saber: Parranda de San Pedro de Guatire del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco (CEA), la Fundación Parranda de San Pedro de Guatire del 23 de enero, la Fundación Parranda de San Pedro de Guatire de Santa Cruz, la Fundación San Pedro de Guatire, la Fundación Parranda de San Pedro de Barrio Arriba y la Asociación Civil Antonio Núñez de Guarenas, que danzaron y entonaron sus peculiares e improvisados cantos.
El documento firmado será parte del equipaje del presidente del CDC, Benito Irady, cuando asista a la sede de la Unesco, en París, del 21 al 23 de marzo, en compañía de María Ismenia Toledo, coordinadora de la Oficina Técnica de Enlace con la Unesco desde el Centro de la Diversidad Cultural, para participar en las reuniones del órgano subsidiario ante el Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial, adscrito al organismo multilateral.
La reunión de comité intergubernamental para evaluar todos los expedientes se hará este año en Granada. "En noviembre, sabremos si los Diablos Danzantes pasaron o no la prueba", dijo Irady. En caso de que los Diablos Danzantes logren entrar en la lista, sería la primera manifestación venezolana distinguida con tal reconocimiento.
En torno a la celebración de San Pedro, el también Viceministro de Identidad y Diversidad Cultural aseguró que “esta es una tradición que nunca va a morir, porque detrás de cada adulto hay un niño bailando y escuchando, una generación aprendiendo”.
Florecimiento de la cultura
En su intervención, el Vicepresidente de la República señaló que “daremos todo nuestro empeño en que florezca nuestra cultura”. Al mismo tiempo, comentó el Comandante Presidente Hugo Chávez brinda todo su apoyo para seguir fortaleciendo la cultura popular.
“El presidente siempre se ha empeñado en reivindicar nuestra cultura, ponerla en el escenario, hacerla visible como muchas otras cosas a lo largo de estos 13 años de la Revolución Bolivariana. Los felicito por este nuevo paso”, agregó Jaua.
Por su parte, el titular del Despacho de Cultura, destacó que “la Revolución Bolivariana ha hecho suya la consigna de la diversidad cultural y la ha convertido en la médula, en el tuétano de nuestra acción cultural. Está allí el compromiso de hacer posible que todos ustedes y las otras tantas manifestaciones de nuestra cultura se coloquen al centro de nuestra vida espiritual y de nuestra vida colectiva, que ocupen el lugar fundamental que tienen que ocupar, para que se garantice por siempre que nuestros nietos, nuestros bisnietos, y los hijos de nuestros nietos sigan disfrutando y regocijándose en esta energía maravillosa que nos llena de satisfacción”.
En el contexto de esta actividad, los fotógrafos participantes en la I Mega Colectiva Fotográfica de la Parranda de San Pedro, fueron objeto de un reconocimiento por parte de la Junta Directiva del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, entre estos destacan: Rafael Salvatore, Walter Otto y Ángela Collins, entre otros.
La historia de María Ignacia
La Parranda de San Pedro une a estas dos poblaciones con la misma historia, usando en Guarenas el color azul y en Guatire el amarillo. Las melodías entre ambas tienen cierta diferencia, adaptándose al gusto de quien la escucha, inclusive el baile es más rápido en uno que en otro. La historia se ha conocido y narrado verbalmente por más de 200 años.
Esta tradición, relevante por su contenido social, político y religioso, tuvo su origen en las diferentes haciendas de caña, en la época de la colonia, siendo sus principales protagonistas, los esclavos venidos de África para trabajar en la producción de la caña de azúcar.
Cuenta la historia que una esclava de aquellas antiguas haciendas –ubicada en lo que hoy es Guatire– llamada María Ignacia se le enferma gravemente su hija Rosa Ignacia. Habiendo agotado todos los recursos, le pidió a San Pedro que sane a su hija y a cambio le cantaría y bailaría por las diferentes calles. María Ignacia, tal y como lo había prometido comenzó a cantar y a bailar todos los 29 de junio.
A raíz de la muerte de la protagonista de esta historia, la Parranda queda únicamente integrada por hombres. Es por ello que vemos en la parranda a un hombre vestido de mujer con una falda muy larga llena de colores, con el abdomen abultado simulando a una mujer embarazada para representar a María Ignacia, quien a su vez carga entre sus brazos a una muñeca de trapo.