Tal Día Como Hoy: Bolívar protesta injerencia de EEUU en la Guerra de Independencia

Pío Tamayo

Pío Tamayo

Credito: CiudadCCS

05/10/11.- En octubre de 1818, el Libertador Simón Bolívar se negó a pagar indemnizaciones por los cargamentos capturados por los patriotas en goletas estadounidenses con destino a los ejércitos de España.

Cuando, en respuesta al Libertador, el enviado estadounidense John Irving Baptiste hizo veladas amenazas, Bolívar le recordó que Venezuela estaba lista para defender sus derechos contra cualquier nación del mundo sin amedrentarse por la fuerza.

Mientras las autoridades estadounidenses perseguían, e incluso encarcelaban a los agentes de los patriotas que compraban armas para introducirlas en Venezuela o la Nueva Granada (Colombia), permitían y facilitaban el tráfico de armamento con destino a los realistas. En 1818, naves corsarias al servicio de los patriotas capturaron a dos embarcaciones estadounidenses con cargamentos de armas para los españoles. Las embarcaciones pertenecían a las firmas norteamericanas Peabody, Tucker y Coulter. El incidente reveló la complicidad de Estados Unidos con los enemigos de la Independencia.

Los patriotas carecían de armas y no tenían a dónde acudir para obtenerlas. En cambio, para los realistas estaban abiertas las puertas de Estados Unidos para abastecerse. ¿Es ésta la “neutralidad” de Estados Unidos?, preguntaba el Libertador, ¿o no es acaso una muestra de su parcialidad a favor de España? En una enérgica carta que escribió al agente estadounidense Baptiste, Bolívar le recriminaba: “Ha quedado demostrada la parcialidad de Estados Unidos a favor de España en nuestra contienda. Negar a una parte los elementos que no tiene y sin las cuales no puede sostener su pretensión cuando la contraria abunda en ellos es lo mismo que condenarla a que se someta y en nuestra guerra con España es destinarnos al suplicio… Si el Gobierno norteamericano no es enemigo, ¿por qué prohíbe a nuestros barcos o a nuestros amigos que traigan abastos a su propio riesgo?”.



Gobierno de AD decreta ilegalización de partidos de izquierda y desata fuerte represión

El 5 de octubre de 1963, el gobierno de Acción Democrática (AD) prohibió al Partido Comunista (PCV) y al Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Con esta medida culminó una política dirigida a excluir a los partidos de la izquierda de la vida nacional, en correspondencia con la estrategia de “Guerra Fría” dictada por el Gobierno de Estados Unidos, a cuyos lineamientos estaba subordinado el gobierno del partido Acción Democrática.

La policía procedió a allanar miles de residencias en todo el país para someter a prisión a millares de militantes del PCV y el MIR, en una oleada represiva sin precedentes en la historia de Venezuela.

La prensa publicó una larga lista de presos, entre ellos Simón Correa, Radamés Larrazábal, Joaquín Araujo Ortega, Pedro Manuel Vásquez, Hugo Guillén y Pantaleón García. La orden provino del Ministerio de Relaciones Interiores. La Digepol (Dirección General de Policía), policía política del régimen, quedó encargada de detener a los activistas de izquierda. La prensa estima que más de cinco mil personas fueron encarceladas.

Viejas fortalezas y prisiones que no se usaban desde los tiempos de la colonia, fueron habilitadas para los millares de presos políticos, entre ellos el Fortín Solano, en Puerto Cabello (Carabobo), y las bóvedas de La Guaira (Vargas).

Muere en Barquisimeto Pío Tamayo

El 5 de octubre de 1935, a los pocos días de haber salido de los calabozos del castillo Libertador de Puerto Cabello (Carabobo), murió en Barquisimeto (Lara) el insigne revolucionario Pío Tamayo, precursor de las ideas socialistas en Venezuela.

Pío Tamayo nació en El Tocuyo (Lara) el 4 de marzo de 1898. Su actividad entre los peones y campesinos, la edición de periódicos rudimentarios y la creación de círculos de estudio, despertó las sospechas de los esbirros de Juan Vicente Gómez. Salió al destierro en 1922 y se unió a Gustavo Machado, Salvador de La Plaza y Eduardo Machado en las actividades revolucionarias contra el imperialismo y por la liberación de Venezuela. Participó en la fundación del Partido Revolucionario Venezolano y en las luchas de los trabajadores en Cuba, Panamá, México y Colombia. De regreso al país, en una de las raras ocasiones de “libertad” durante la dictadura de Gómez, tuvo una relevante participación en el acto de los estudiantes de coronación de Beatriz I Peña, en 1928. Su poema dio un contenido político al acto y fue reducido a prisión en el castillo Libertador. En los calabozos se dedica, desde la “tolda roja”, a divulgar las ideas socialistas, hasta que, moribundo se le permite ir a morir rodeado de sus familiares en Barquisimeto.

TOMADO DEL LIBRO TAL DÍA COMO HOY EDITADO POR EL DIARIO VEA Y LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA


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