8 de julio de 2011.-Escribo para comentar sobre una situación que está pasando en el Sistema Teleférico Guaraira Repano y que viví el pasado 05 de julio, cuando fui con dos sobrinas y una amiga para pasar un rato, luego del mediodía. El asunto es que mucha gente humilde, entre esos yo, no tiene dinero para hacer un gasto de comida y bebida en el teleférico, además de pagar las entradas, que en el caso de una familia de cuatro personas, suman 140 Bsf y tal como se hace en otros parques nacionales, donde hay concesionarios privados que expenden comestibles, las personas también pueden llevar sus propios platos, sándwiches, agua, refrescos, pero en el teleférico esto no es permitido.
Antes de pasar al sistema, revisan los bolsos y les retienen los comestibles que ellos consideren; en nuestro caso nos retuvieron varios panes rellenos que llevábamos, los cuales por supuesto al regreso no podíamos comer, aunque nos lo devolvieran, pues pasaron toda la tarde al aire libre y como sabrás la proteína se daña. Muchas fueron las familias que ante mis ojos les quitaron esos alimentos, en los que seguramente invirtieron horas de trabajo tanto para adquirirlos como para prepararlos.
Hay quien dirá que en el Sistema Guaraira Repano hay una Arepera Socialista, por ejemplo, además de los concesionarios particulares, pero estaba cerrada… Y eso que era 05 de julio, en plena celebración de nuestra Caracas Bicentenaria. Otros argumentarán que los precios de los comestibles allí son solidarios, pero un sándwich tipo enrollado, vale 40 bs…
Los empleados utilizan un letrero, que está en la parte superior de un arco detector de metales, que indica “No consumir alimentos”, como el argumento para quitar a la gente la comida; una cosa es decirle a la gente que no puede consumir alimentos dentro de los funiculares por medidas de higiene, tal como se hace en el metro, y otra cosa es confiscar comestibles, como si se tratara de alijos de droga. No había con ellos explicación posible; si acaso dejan pasar agua y algún jugo.
Esto tenía la lógica –la del capitalismo-cuando el teleférico era privado, pero ahora francamente, me parece triste que estas cosas pasen en socialismo. Aunque la gente lleve su comida, siempre hay gente que preferirá comprarla, así que no creo que se ocasione un daño a los concesionarios; en todo caso, lo peor es preferir hacerle un daño a quienes menos tenemos.
Al final, menos mal que pude comprar comida con el dinero que cargaba, pero me pregunto:
¿cuántas personas subieron y se quedaron sin comer todo el día?
¿Cuál es el criterio socialista de quienes dictaron las órdenes de quitarle la comida a quienes menos tienen?