El comunicado consignado en la sede del Vaticano en nuestro país, suscrito por más de 700 mujeres y con un millón de firmas en reserva, señala que a través de hechos públicos, notorios y comunicacionales, Urosa Sabino ha violentado la orden cardenalicia concedida por el Vaticano, “pues no tiene condiciones para asumir la responsabilidad de ser en nuestra nación el mayor representante de Cristo, ni mucho menos para ejercer su apostolado como el gran servidor de Nuestro Señor, como fuera el mandato ordenado por el Sumo Pontífice.”
En el escrito firmado también por hombres señala que los venezolanos y venezolanas anhelan por un Cardenal, monseñores y una dirección católica que apueste por los intereses de los pobres.
“El
hecho central que distingue la vida y el sentido cristiano es la vida
misma de Jesús en el cumplimiento de la voluntad del Padre, de hacerse
hombre para invitar a los hombres añl camino de la salvación y la
liberación. Por ello la invitación de Jesús es seguir su itinerario
de vida: pasión, muerte y resurrección.
Pasión que es asumir la vida dada por Dios en la vivencia del amor. El amor es la experiencia de la entrega incondicional por el otro, es reconocer el rostro de Dios en las personas.
La
Muerte que es entender desde la muerte de Cristo salvador, la vida como
entrega, sacrificio, lucha y muerte a esos sentimientos propios y humanos
que conocemos como egoísmo, odio, envidias, maldad, poderío, ventajismo,
injusticia, entre otros.
Los
pastores y la jerarquía de la Iglesia Pueblo de Dios tienen la responsabilidad
inalienable de ser aquellos que vivan la invitación cristiana con mayor
responsabilidad y ejemplo.
Al respecto señaló Iris Irazabal, una de las manifestantes y firmantes del comunicado que “Urosa Sabino, pretende como fiel representante del modelo capitalista, fraccionar, dividir al pueblo cristiano, católico y apostólico, entre quienes creemos fervorosamente en el catolicismo como un acto de fe al servicio de los mas desposeídos, y quienes utilizan el sagrado mandato ordenado por Su Santidad, para actuar como operadores políticos al servicio de intereses foráneos empeñados en acabar con un proyecto político emancipador, pacífico, democrático e inspirado en el Cristianismo, como es el proyecto revolucionario que lidera nuestro Comandante Hugo Chávez Frías.”
Irazabal recordó los antecedentes de Jorge Urosa Sabino: “fue socio de la cúpula empresarial carabobeña. Protagonista junto a otros monseñores, del Golpe de Estado perpetrado contra el gobierno legítimo del Presidente Chávez, abril de 2002. Activista durante el paro empresarial que durante 62 días mantuvo en vilo a la población venezolana. Defensor a ultranza de los especuladores, de los fariseos, de los difamadores, de los mentirosos. Un defensor de los pecadores que pretende reeditar el papel del Cardenal golpista de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, de preparar el terreno para un nuevo zarpazo de la oligarquía.”
Las
mujeres católicas y socialistas imploran en la misiva por la designación
de un Cardenal como Monseñor Oscar Arnulfo Camilo
Torres, héroes y mártires de nuestra América, revolucionarios que
como buenos servidores de Dios transitaron el camino junto a los pobres,
con el amor, con la solidaridad y el verdadero cristianismo que son
banderas que hemos enarbolado para garantizar a nuestro pueblo la mayor
suma de felicidad.
Necesitamos –prosigue la solicitud- un Cardenal dedicado al servicio de los otros
desde una opción religiosa, como el inicio de muchos caminos de vida
que acompañe la cotidianidad de sus hermanos. No a un Urosa Sabino,
embriagado en el oropel y el poder, en los cocteles y la pompa de su
oligarquía bendecida bajo los fajos del dinero.
Necesitamos un Cardenal comprometido con la verdad, con los pobres,
con sus organizaciones populares, dedicado en vida y obra a la construcción
de una sociedad en equidad y justicia social. Un Cardenal al servicio
del cristianismo, de un catolicismo que una, que siembre el amor.
Por último el comunicado precisa: Cristo siempre decidió por los pobres. Cristo es Socialismo. Y si usted juzga por quién defiende a quién, con respeto le decimos Su Santidad que al proyecto revolucionario que encarna el Comandante Hugo Chávez lo defendemos – Cristo en mano- los pobres que somos millones, y lo hacemos con amor, con nuestro espíritu cristianamente revolucionario, con la firme voluntad de dar nuestra propia vida, si es preciso.
A Jorge Urosa Sabino solo lo defienden- y no con la Biblia precisamente-, los ricos corruptos y los golpistas que son sus fieles y verdaderamente únicos seguidores. La iglesia católica debe escoger y nosotros como sus fieles orientar para que sea el mejor camino. En Venezuela decidimos nuestro rumbo, lo labramos con dignidad, con amor y en paz. Y acompañadas y acompañados de Cristo, del Cristo de los pobres, nada ni nadie nos detendrá.