Gobierno Bolivariano moderniza parque aéreo militar

Sistema K-8W revoluciona la aviación militar de Venezuela

El K-8W es una versión única especialmente diseñada para la Aviación Militar Bolivariana. Gracias a sus prestaciones, sirve para realizar interceptación de vuelos ilícitos en el espacio aéreo nacional.

El K-8W es una versión única especialmente diseñada para la Aviación Militar Bolivariana. Gracias a sus prestaciones, sirve para realizar interceptación de vuelos ilícitos en el espacio aéreo nacional.

Credito: RICARDO ROJAS

Pese al bloqueo militar impuesto por EEUU, Venezuela cuenta con un avión que, gracias a su versatilidad, sirve para entrenamiento de pilotos, apoyo a fuerzas terrestres e interceptación de vuelos ilícitos en el espacio aéreo nacional. El Correo del Orinoco visitó al Grupo Aéreo de Caza Nro.12, en Barquisimeto, estado Lara, para conocer cómo es el funcionamiento del nuevo protector de la soberanía nacional

28 junio 2010 - La última vez que la Fuerza Aérea Venezolana recibió una modernización interna con sistemas de defensa, fue en el año 1983, cuando 24 unidades F-16A y F-16B Block 15 pisaron suelo venezolano, luego de ser comprados a los Estados Unidos por la suma de 600 millones de dólares.

El convenio era por 72 unidades, no obstante, el gobierno de Ronald Reagan sólo aprobó la venta de 24 aparatos de combate, además limitó la asistencia técnica de General Dynamic (fabricante del avión) a sólo año y medio.

Pasaron más de 20 años para que la ahora Aviación Militar Bolivariana (AMB) fuera repotenciada a lo interno con sistemas modernos y acordes a las necesidades del país. Con la llegada del gobierno de Hugo Chávez, en 1998, la Aviación Militar dio un vuelco de 180 grados: pasó a ser punta de lanza en Suramérica.

Ante el bloqueo militar impuesto por la Casa Blanca para la adquisición de repuestos y suministros para los ya viejos F-16, el Gobierno Nacional inició la búsqueda de nuevas alianzas estratégicas que satisfacieran las necesidades en defensa. Primero llegaron los helicópteros Mi-17V-5, MI-35M y MI-26T, gracias a un acuerdo suscrito en el año 2005 con Rusia. Luego, en el año 2006, arribaron los primeros aviones caza de superioridad aérea, Sukhoi 30MK2, también adquiridos al gobierno ruso por $1.600 millones.

Sin embargo, el impulso dado por el Gobierno Bolivariano no estaba completo, aún faltaba en el país un avión entrenador que sirviera para realizar la transición entre aviones de la escuela y los de combate. Luego de la desaparición del sistema T2-D Buckeye, la AMB dejó de contar con un avión que preparara a los pilotos para el combate aéreo. Fue entonces cuando el Ejecutivo nacional decidió, luego de un amplio estudio, adquirir el entrenador Hongdu K-8W, avión de entrenamiento y ataque ligero diseñado conjuntamente entre China y Pakistán.

Con la adquisición del K-8W se completa, a falta de nuevas unidades de ataque, la modernización de la AMB, algo sumamente necesario, explicó el comandante del Grupo Aéreo de Caza Nro. 12, coronel Darío Pérez, en entrevista con el Correo del Orinoco, desde la la Base Aérea Socialista “Vicente Landaeta Gil”, en Barquisimeto.

“Antes de los Sukhoi, la última adquisición fue a principios de la década de los 80. Después de 20 años es que estamos repotenciando nuevamente la Aviación Militar Bolivariana, y ese reimpulso es obvio que se está dando a través del Gobierno Nacional, que fortalece las Fuerzas Armadas para la defensa de la Nación”, manifestó.

“Hace bastante tiempo que debimos haber repotenciado la AMB. Gracias a la Revolución Bolivariana hemos visto los cambios. Con el Sukhoi, el K-8 y con la adquisición de otro sistema que reemplace a los Mirage (fuera de servicio), VF-5 y los Broncos, se está reimpulsando y fortaleciendo la Aviación Militar en Venezuela”, expresó Pérez.

Con la llegada de este sistema de tercera generación, la Aviación Militar Bolivariana da un salto gigantesco. Ahora el país cuenta con el más moderno y mejor equipo de ataque, entrenamiento y defensa aérea. “Con el K-8 vamos a dar ese entrenamiento avanzado para que los pilotos de combate vayan a las unidades cazas Sukhoi, VF-5 o F-16, ya con el empleo y el conocimiento de la aviación”, explicó el comandante del Grupo Caza No.12, donde fueron asignadas las primera 6 unidades del K-8W.

“Antes nos estaban sometiendo o limitando en la adquisición o compra de un sistema, por ejemplo, estábamos limitados con los F-16, nos vendieron los aviones pero no los sistemas de armamento que él tiene la capacidad de llevar; eso lo hicieron los estadounidenses, pero ahora, gracias a estos convenios con Rusia y China, adquirimos el avión y el armamento que estos pueden llevar”, enfatizó Pérez.

Otra ventaja que ofrece el nuevo sistema chino es la reducción de costos por entrenamiento de pilotos, ya que, a pesar de ser un avión subsónico (se desplaza por debajo de la barrera del sonido), la versatilidad del K-8 permite que “se puedan realizar entrenamientos de combate con misiles, bombas, la utilización del cañón en entrenamientos aire-tierra y aire-aire”.

Esa condición permite que el avión también pueda ser utilizado en la interceptación de blancos de interés (BDI), “que son aviones que incursionan en nuestro país sin ningún tipo de autorización y sabemos que muchos de ellos son utilizados por el narcotráfico”, indicó el coronel.

UNA COMPRA NECESARIA Y POSTERGADA

Para 1999, el recién instalado gobierno del presidente Hugo Chávez inició las conversaciones para la adquisición de un avión entrenador y de combate, el sistema seleccionado estaba siendo desarrollado cerca de la frontera venezolana al sur del país. Brasil, en conjunto con Italia, fabricaba el AMX-T, un avión de apoyo táctico y entrenamiento avanzado el cual cumplía con los requerimientos exigidos por el Gobierno para iniciar la modernización del parque aéreo militar.

Venezuela decidió adquirir 12 unidades biplazas y las negociaciones ya estaban bastantes adelantas, sin embargo, la tragedia que sufrió el estado Vargas ese año desechó por completo el convenio, dado que los recursos asignados a la aviación fueron dirigidos a labores sociales y a la atención de las familias afectadas en el litoral varguense.

Posteriormente se trató de reactivar el proyecto con otros aviones y por cuestiones de la política exterior de los EE.UU, que bloqueó a Venezuela en la parte militar, el país no tuvo acceso a la compra de equipos provenientes de Norteamérica, Inglaterra e Israel.

Recuerda el teniente coronel Carlos Quijada, comandante de la Escuela de Combate Nro. 35 ¨Las Panteras¨, que cuando el Gobierno venezolano decidió repotenciar la aviación con la modernización de los F16, ya la administración de Washington había impuesto el bloqueo militar. ¨Se solicitó toda la logística a los Estados Unidos pero el Pentágono no la autorizó y el presidente se decidió por otros mercados¨, dijo.

Quijada aseveró que algo similar sucedió con la compra de otras unidades de entrenamiento, como los Super Tucanos (de fabricación brasileña) y de transporte aéreo como los aviones CASA que se pretendían adquirir al Reino de España, ambos convenios bloqueados por la Casa Blanca. ¨Es ahí cuando se adquiere el Sukhoi a Rusia, el cual es un avión superior al F16¨, asintió.

La compra del K-8W tampoco fue sencilla, este entrenador avanzando estaba incluido en el veto de EEUU, ya que el motor Honeywell TFE731-2A-2A de fabricación paquistaní, así como también la aviónica Collins, contenían instrumentos americanos, por lo que el Pentágono intentó paralizar la compra. Sin embargo, China, también sancionada por los estadounidenses, adoptó el turbofan ucraniano Ivchenko AI-25TLK, para continuar el desarrollo del avión, tumbando así las pretensiones imperialistas.

¨Con la apertura del mercado chino se abrió la oportunidad para la adquisición de los K8W¨, sostuvo Quijada, al tiempo que indicó que “el K-8W es una versión única especialmente diseñada para la Aviación Militar Bolivariana”.

El convenio, que realza los lazos de amistad y hermandad entre China y Venezuela, culminó por el camino correcto. Venezuela adquirió un avión híbrido desarrollado en China con componentes paquistaníes y motores ucranianos.
PILOTOS CALIFICADOS

¨Desde el año 1999 existía un eslabón vacío en la AMB¨, recordó el capitán Aníbal Marín, piloto instructor del K-8W y quien además recibió un entrenamiento avanzado en la República Popular China.

¨La falta de aviones en Venezuela creó una especie de embudo en la Escuela de Aviación¨, explicó Marín, quien además detalló que existían alrededor de cuatro promociones de aviadores represados que buscaban cumplir sus horas de vuelos para adiestrarse como pilotos de combates.

¨Para nadie es un secreto que los pilotos no estaban saliendo con la misma cantidad de horas de vuelo, con las que estaban siendo formados anteriormente, porque el Tucano, el F-5, el Hercúles y el F-16 han sido víctimas del bloqueo que tenemos con los Estados Unidos respecto al flujo de repuestos, entonces todos estos sistemas han ido bajando su disponibilidad¨, reiteró Marín.

La llegada del Sukhoi 30-MK2 abrió una brecha en la aviación y pudo descongestionar la cola de espera. ¨Los pilotos de Mirage, F-5 y F-16 fueron los primeros que viajaron a entrenarse en Rusia para volar el Sukhoi¨, explicó el capitán. Esto permitió que las tres unidades demandarán un flujo mayor de pilotos para cubrir las plazas de las unidades existentes, ¨es allí donde esta cola que estaba represada empezó a fracturarse y permitió a más pilotos cubrir las plazas en las otras unidades¨, detalló.

Pero con el arribo del K-8 se “inició la formación de pilotos de combate para posteriormente enviarlos a la aviación de caza”. Con este sistema, agregó, “damos un gran salto, por ser un avión nuevo que cuenta componentes nuevos y una aviónica moderna que permite la transición a los aviones de combate de avanzada¨.

Marín Salas recordó cómo fue la adaptación al avión en la República China, la cual calificó como muy profesional. ¨Nuestras expectativas fueron cubiertas. Fue un entrenamiento de alta calidad. Un detalle que observamos en el avión, es que tiene muchos sistemas redundantes que permiten mucho más seguridad al piloto en el vuelo¨, indicó.

El capitán venezolano formó parte de un grupo de 12 pilotos que recibió en China un entrenamiento teórico- práctico que incluyó cinco semanas de escuela en tierra, con una introducción a todo el sistema que contiene la aeronave: motor, estructura, ambiental, armamento, pantallas multifuncionales y otros misceláneos; y la parte práctica que comprendió horas vuelo a bordo de los propios aviones venezolanos.

Entre las anécdotas, relató cómo eran los días de clases teóricas en China: ¨Veíamos la clase en tres idiomas, el profesor dictaba la clase en chino, las pantallas mostraban la información en inglés, ya que la aviación que se estudia en Venezuela viene con material escrito en inglés técnico, y además teníamos unos traductores de chino al español, eran tres idiomas en uno¨.

Para la entrega de las aeronaves -dijo- se requirieron realizar unos vuelos de aceptación en China “y los pilotos venezolanos dieron fe de que los aviones se estaban en buen estado (…) allí se ejecutaron maniobras a baja mediana y alta altura durante seis horas cada piloto¨.
TECNOLÓGICA DE PUNTA EN MANOS VENEZOLANAS

El convenio con la República China incluyó una transferencia tecnológica completa, tanto para el suministro de repuestos, como toda la instrumentación del avión en equipos y armamento. Con computadoras, grabadoras, vehículos, instrumentos de chequeo para electricidad, presurización y, además, laboratorios para realizar pruebas a los diferentes instrumentos, el K-8W cuenta con un amplio y moderno equipo de chequeo con tecnología de punta

El maestro técnico de tercera, Mauri González, quien pertenece al escuadrón 127 de mantenimiento, indicó que el convenio incluyó la transferencia tecnológica para que técnicos venezolanos realicen todo lo referente al mantenimiento completo del K-8. “Nosotros estuvimos en China, específicamente en la empresa Honduj, allí recibimos alrededor de 12 semanas de clases de las cuales ocho fueron teóricas, que correspondían a cada especialista”, manifestó.

Sobre el entrenamiento recibido, el maestro técnico expresó que el mismo se dividió en tres fases: las dos primeras realizadas en China contenían una fase organizacional en las empresas Hongdu para conocer todas las variantes del K-8, la segunda en un nivel intermedio con el conocimientos de los vehículos Tester (de pruebas), y la última, a un nivel mucho más avanzado, para realizar el overhaul (reconstrucción) completo del avión, la cual se realiza en Venezuela.

“Ahora podemos llegar hasta donde está el avión accidentado. Con el sistema KTS-2000BW (vehículos Tester) podemos hacer un chequeo completo al avión en el sitio, eso antes no lo teníamos”, indicó González, al tiempo que añadió que Venezuela cuenta con un equipo con tecnología de punta.

González puntualizó que, a diferencia de los convenios que se realizaron hace más de 20 años, estos nuevos acuerdos con la República de China han permitido que técnicos venezolanos reciban un adiestramiento completo en el mantenimiento de aviones. “Ya no es como antes: si abrías el libro de mantenimiento, el avión perdía la garantía. No es como los F-16 donde se rompieron los contrato (…) Estas personas (los chinos) han sido muy abiertas y a futuro nos enseñarán a realizar el overhaul completo”.

“Lo bueno de todo esto es que nosotros vamos a tener la capacidad de fabricar partes de aeronaves, empezar a hacer overhaul acá y esa es la intención de nuestro Comandante en Jefe, que nosotros recibamos la transferencia tecnológica para que no seamos dependientes de políticas extranjeras. Que seamos autoabastecidos, es decir, podamos producir lo que consumimos”.

“Tenemos que aprovechar los recursos que ahora tenemos para aplicarlos a los otros sistemas, a fin de seguir fortaleciendo la aviación militar”, concluyó González.
UN AVIÓN MULTIPROPÓSITO

El sistema K-8W sirve para cumplir diversas funciones, aunque su principal tarea es la de un avión para el entrenamiento de pilotos, sin embargo, por ser de tipo subsónico , el avión puede suplir la baja de los OV-10 Bronco, los cuales ya tiene una larga trayectoria operacional dentro de la aviación militar venezolana.

Actualmente no hay un avión en el mundo que sea similar al Bronco. No obstante, un K-8, aunque no tiene ningún parecido, pudiera, bajo ciertas limitaciones, cumplir algunas funciones que realiza el Bronco, como el reconocimiento fronterizo, operaciones BDI, interceptación de vuelos ilícitos, además de servir como apoyo cercano a las fuerzas de superficies.


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