Estados Unidos está considerando el envío de una fuerza expedicionaria integrada por tres barcos con más de 2.000 infantes de marina para emplazarse frente a la costa de Haití, para 'prevenir posibles contingencias' en el atribulado país caribeño, dijeron fuentes del Pentágono a CNN.

Las fuentes enfatizaron que todavía no se ha tomado una decisión sobre el posible despliegue, pero que se podría resolver en cuestión de horas.

El buque de asalto anfibio USS Saipan, que actualmente se encuentra atracado en Norfolk, en el estado de Virginia, encabezaría la fuerza expedicionaria, que también incluiría a los barcos USS Trenton y USS Oak Hill. Las embarcaciones y los infantes de marina que se desplegarían se encuentran actualmente en una situación de alerta estándar de cuatro días.

Fuentes del Pentágono

Fuentes del Pentágono dijeron que si finalmente se decide enviar las naves, se tardaría uno o dos días en recoger a los infantes de marina, y otro día o dos en llegar a las costas de Haití.

El Pentágono insistió en que la fuerza expedicionaria sería una medida de precaución para el caso de que se den varias contingencias inesperadas.

Podrían, por ejemplo, intervenir si el número de haitianos que abandonan el país por mar fuera tan grande que no lo pudiera controlar la Guardia Costera estadounidense.

También podrían utilizarse para evacuar la embajada estadounidense si la situación en Puerto Príncipe se tornara demasiado peligrosa. O ayudar a sacar del país al presidente Jean-Bertrand Aristide en caso de que decidiera abandonar el país.

Francia pide renuncia

En París, un equipo del gobierno haitiano encabezado por el canciller, Joseph Philippe Antonio, se reunió el viernes con funcionarios franceses para ayudar a poner fin a la rebelión de tres semanas en la ex colonia francesa, en la que han muerto más de 60 personas desde que se inició la revuelta.

Después de las conversaciones, Francia hizo una nueva petición para que Aristide renuncie al poder. El ministro de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, recordó que el presidente Aristide 'tiene una gran responsabilidad en la situación actual y por eso debería sacar conclusiones', dijo el ministerio en un comunicado.

A pesar de peticiones similares por parte de Estados Unidos, Aristide ha dicho que permanecerá en el poder, lo que podría despejar el camino para un enfrentamiento entre la multitud de rebeldes armados y sus partidarios de la fuerza nacional de policía, de unos 4.000 miembros pobremente entrenados.

Posición de Arístides

'Dejaré el palacio el 7 de febrero del 2006, lo cual es bueno para nuestra democracia', dijo el jueves Aristide a CNN desde Haití, refiriéndose a la fecha en la que debe terminar su mandato.

Cuando se le preguntó sobre lo que necesitaba para restaurar el orden en la empobrecida nación caribeña, contestó: 'Desde mi punto de vista, si tuviéramos un par de docenas de soldados internacionales, policías, juntos desde ahora, sería suficiente para mandar una señal positiva a esos terroristas'.

Los rebeldes

El jefe de los rebeldes, Guy Philippe, que lidera una banda de ex soldados y miembros de pandillas contra Aristide, dijo que sus hombres estaban esperando órdenes para trasladarse a la capital.

Por su parte, la agencia de las Naciones Unidas encargada de los asuntos de refugiados exhortó el viernes a los países vecinos de Haití a que concedan asilo a los refugiados que escapan del país a medida que aumenta el caos.

Alrededor de 400 haitianos han salido huyendo de su patria en busca de asilo en República Dominicana (unos 300), Jamaica (62) y Cuba (30) desde el surgimiento de la violencia a comienzos de febrero, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

Fuerza internacional

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declaró su disposición a aprobar una fuerza internacional de seguridad para restaurar el orden en Haití, sólo si el gobierno y la oposición alcanzaban primero un acuerdo para compartir el poder y acabar con la violencia.

El presidente estadounidense George W. Bush también ha considerado que quizá se necesite la presencia de una fuerza internacional de seguridad, una vez que se alcance un acuerdo político.

La oposición democrática

Grupos opositores haitianos, que se han distanciado de los rebeldes, han rechazado hasta el momento todas la propuestas de que Aristide permanezca en el poder.

Sin embargo, Micha Gaillard, portavoz del grupo opositor Convergencia Democrática y uno de los delegados que tenían previsto viajar a París, dio su bienvenida a la iniciativa francesa, que París parece haber debatido con Washington.

Sobre su punto de vista sobre la posición de Aristide en dicha iniciativa, Gaillard contestó: 'Puede entenderla y lo hará -en interés de Haití, de los Lavalas (el partido de Arístides) y en su propio interés. Y nosotros estamos dispuestos a acompañarle hacia una salida honrosa'.

Antecedentes del conflicto

Aristide se convirtió en 1991 en el primer líder libremente elegido en Haití, pero pronto fue derrocado en un golpe de estado. Volvió al poder en 1994 tras una invasión estadounidense y fue reelegido en el 2000 para un segundo mandato. Sus enemigos políticos lo acusan de violaciones a los derechos humanos y corrupción.

Pero lo cierto es que los rebeldes están conformados por mafias del narcotráfico, paramilitares y parapoliciales que actuaron durante la dictadura de Roaul Cedras (1991-1994). Haití está en proceso de disgregación política y social.

Son casi nueve millones de habitantes en una pequeña isla donde el 65 al 70 % vive bajo la línea de la pobreza.