Investigadora inglesa Diana Raby:"Es fundamental la reelección de Chávez"

Diana Raby investigadora inglesa

Diana Raby investigadora inglesa

Credito: MR-FDA

Caracas, 02.12.08.-Diana Raby profesora, investigadora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Liverpool (Inglaterra) conversa con Debate Abierto acerca de sus impresiones de la actual etapa del proceso revolucionario venezolano luego del 23 N.


Modaira Rubio: Profesora Raby ¿cuál es tu visión desde Europa como académica y activista política sobre este momento histórico que vive la revolución bolivariana? Conocemos que has visitado nuestro país desde el año 99 ¿qué has visto en estos 10 años de proceso?

Diana Raby: Como sabes ya estuve varias veces en Venezuela desde 1999. He visto avances muy importantes. Presenciamos varios momentos en estos 10 años y hemos observado hasta ahora que el proceso ha seguido, y cuando ha habido retrocesos se ha recuperado. Chávez al principio sólo hablaba de revolución, de democracia participativa y protagónica pero no hablaba de socialismo. Finalizando el 2004, empezó a hablar de socialismo. Se instauraron las misiones, se fortaleció la organización popular con los consejos comunales, se inició la formación del PSUV, que aún tiene sus deficiencias pero que es un paso muy importante. También a nivel internacional, la formación del ALBA, de Petrocaribe y otra serie de iniciativas en las que Venezuela ha jugado un papel crucial y que son muy importantes y muy positivas.

Todavía la cuestión de cómo va a ser el socialismo del siglo XXI, desde el punto de vista teórico, se está discutiendo pues para desarrollarlo en la práctica aún falta mucho. Siguen existiendo problemas graves en cuanto a las fuerzas de la oposición, de la oligarquía y de la presencia del imperialismo y la corrupción dentro del proceso que son problemas muy graves

MR: ¿Pero existen avances indiscutibles a pesar de las contradicciones?

DR: Sí, hay avances indiscutibles. Al principio mucha gente de izquierda no entendía lo que pasaba en Venezuela, pero yo había leído cosas sobre Chávez y sabía lo que representaba, y entonces me di cuenta que algo interesante ocurría en este país y vine en el año 1999, cuando tomó posesión Hugo Chávez y empezó convocando la constituyente, construyendo escuelas bolivarianas, lanzando el plan Bolívar 2000, preludio de las misiones; tomando iniciativas para reanimar la OPEP a nivel mundial, entonces dije sí, hay un proceso que puede ser interesante y efectivamente lo fue. Se entiende que mucha gente de izquierda, progresista, en Europa al principio no entendió esto y no tenían gran interés en el proceso venezolano hasta después del golpe de 2002. Entonces se inició una gran solidaridad internacional con Venezuela por motivos evidentes, pues lo que se había conseguido es de gran importancia. No es exagerado decir que Venezuela, junto con Cuba y ahora con Bolivia y Ecuador, con los países del ALBA, ha sido crucial para la reanimación de la izquierda a nivel internacional.

MR: Entonces, después del 2002, ¿la intelectualidad europea progresista, de izquierda, que se dejaba llevar por los que los grandes medios de comunicación dicen sobre Chávez, que es un dictador, un caudillo, un militar tercermundista, ha cambiado su posición?

DR: Sí, no todos pero sí muchos. Sí, con la derrota del golpe se vio que había de verdad un proceso antiimperialista, anticapitalista que estaba amenazado por el imperialismo norteamericano

MR: Llevas varios días en el país. Viste el proceso pre y postelectoral. ¿Cuál es tu opinión sobre lo que sucedió el 23 de noviembre? Los resultados en los cuales a pesar del triunfo mayoritario de las fuerzas del chavismo la oposición ganó espacios que no tenía.

DR: La oposición avanzó de manera significativa, es de preocuparse. Yo esperaba un mejor resultado. Claro, ya había conversado con algunas personas que me alertaron sobre un posible avance de la derecha en estas elecciones, precisamente en estos estados donde sucedió y creo que por un lado si se ve en relación al referéndum constitucional de hace un año, hay un avance de las fuerzas populares del chavismo pero el avance está lejos de ser suficiente y la oposición también ha ganado un espacio que no tenía hace un año. Eso refleja deficiencias en la organización popular, del PSUV, pero en general del movimiento popular.

Evidentemente aunque hay gente buena, también hay gente incompetente y corrupta en el PSUV y en el gobierno, en el aparato del Estado y eso es grave y se refleja claramente en los resultados electorales. Hace falta un trabajo muy serio, a nivel de organización, de trabajo ideológico y político, impulsar más la organización popular, el contacto de los cuadros, de los dirigentes con las bases.

En un sentido, es posible que este revés pueda ser lo que se necesitaba para reanimar el proceso. En la reelección de Chávez, 7 millones votaron por la reelección del Presidente. Desde entonces las cosas se complicaron y con estos resultados, con esta gente de la reacción, con esta gente fascista, aunque vengan con un discurso conciliador, lo que se ve con Capriles Radonsky en Miranda, en el Táchira, eso va a ser duro, va a ser difícil. Se ve ya que empiezan a tomar la ofensiva y esto puede provocar una reacción popular que ayude a reanimar el proceso para un nuevo avance.

MR: ¿Cómo ves el futuro de Venezuela?

DR: Hay cosas muy concretas. No hay duda de que es muy importante que ya se inicie la organización popular para enfrentar los ataques de la oposición fascista y para que se de ya en los próximos meses la reelección presidencial. Eso tiene que ser de manera inmediata. Yo creo que es fundamental que haya la posibilidad de la reelección de Chávez y creo que será sano que esa iniciativa venga de las bases del movimiento popular del PSUV, pero también de otros factores de la izquierda como el PCV, los movimientos sociales, que se organicen para tomar esa iniciativa y proponer la enmienda que permita la reelección. Yo no tengo dudas de que si en 4 años Chávez vuelve a lanzarse como candidato, vuelve a ganar. Por eso es necesario hacer la enmienda porque no hay nadie más que sea capaz de conducir este proceso.

En cuanto al futuro del país en general, si el proceso logra recuperarse y seguir avanzando evidentemente tendrá que enfrentar al imperialismo. No se sabe de qué forma, es impredecible con el gobierno de Obama que puede ser más sutil, pero el enfrentamiento no sólo es con el imperialismo norteamericano, también con el imperialismo europeo, aunque el gobierno de Chávez ha sabido jugar con bastante habilidad con Europa, ya que este imperialismo no es monolítico, algunos países como Francia y a veces España han tenido posiciones más favorables; pero la ofensiva estará allí. El proceso venezolano debe seguir avanzando para enfrentar al imperialismo y consolidar el ALBA, debe avanzar en la integración regional.

MR: Por ejemplo, las relaciones con Inglaterra ¿cómo se vislumbran?

DR: Hace un año hicimos en la Universidad de Liverpool un coloquio internacional sobre Colombia y Venezuela al cual acudieron funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno británico. Era un coloquio académico pero con visión política. Estos funcionarios en relación con Venezuela, cuando se les preguntó cómo veía el gobierno británico a Venezuela, por lo menos en el discurso, dijeron que les parecían buenas las reformas sociales de Chávez pero que tenían reservas en cuanto a otros aspectos como su política "autoritaria". No creo que eso cambie, aunque con la crisis económica que nadie esperaba que fuera tan grave, el Primer Ministro Gordon Brown, tuvo que de repente "redescubrir el socialismo" y tomar medidas como la nacionalización de un banco, nacionalización parcial de otros bancos, recapitalización estatal de los bancos, reducir el IVA, aumentar el impuesto a los ricos.

MR: Unas medidas que parece que las hubiese tomado Chávez.

DR: (Risas) Pues sí casi, aunque desde luego Brown no es socialista de verdad; pero puede haber una posición más flexible con respecto a la percepción del gobierno revolucionario venezolano.

MR: Con respecto a la crisis, sé que no eres economista, pero sobre esas medidas que se han tomado en Inglaterra con la banca, aquí varios sectores sindicales y del movimiento popular y el Partido Comunista de Venezuela (PCV) han llamado al debate sobre la necesidad de nacionalizar la banca. Conversamos con el sociólogo norteamericano James Petras, con el economista italiano Luciano Vasapollo, y coinciden en que es una necesidad nacionalizar la banca en Venezuela pero no como lo están haciendo los países capitalistas, que lo hacen para beneficiar a los banqueros, al capital financiero, sino una nacionalización para la reactivación del aparato productivo y para asegurar el contenido social del proceso ¿Qué opina Diana Raby?

DR: No soy economista pero básicamente, independientemente de la crisis por ser país petrolero pero también por las medidas que ha tomado Chávez en lo económico, el control de cambio, una política muy activa, intervencionista del Estado, la nacionalización de varias empresas claves, la recuperación efectiva de PDVSA, el sector eléctrico y de telecomunicaciones, SIDOR, etc. Las inversiones del Estado conjuntamente con capital chino, iraní, con quienes se invierte en la fábrica de carros, en la construcción de un sistema ferroviario, es decir, hay una serie de cosas en que ya el Estado ha tomado control de sectores muy importantes de la economía que creo han ayudado a proteger a Venezuela de la crisis mundial, pero como la crisis es tan grande y general va a tener consecuencias y efectos y yo creo que la nacionalización de la banca ya era deseable sin la crisis y ahora más, pero claro nacionalizar con perspectiva socialista.

MR: No como hicieron en Inglaterra

DR: Pues claro que no. Según los comentarios en la gran prensa en Inglaterra, la gente dice que está bien rescatar los bancos pues sino todos vamos a la quiebra. Pero allá no hay un proyecto socialista, no puede ser sólo dar plata a los banqueros. El gobierno ha tomado mediadas paliativas para frenar el impacto pero de allí no ha pasado. Donde hay bancos nacionalizados los consejos directivos deberían ser nombrados por el gobierno para servir al pueblo, eso no sucede allá, pero aquí sí puede suceder.

MR: ¿Con el nuevo gobierno en EEUU piensa que puede cambiar el reracionamiento nocivo que hubo con la administración Bush, que estuvo en constante amenaza hacia Venezuela? ¿Qué podemos esperar del gobierno de Obama?

DR: Yo creo que la elección de Obama es interesante. Simbólicamente un negro en la presidencia de EEUU, ciertos aspectos de su campaña que logró movilizar un apoyo popular importante, que reunió sectores de jóvenes, negros, latinos, creo que es importante. Ya Obama ha nombrado miembros de su equipo de gobierno que pertenecen al viejo aparato de los Clinton, que no prometen nada bueno. Pero al mismo tiempo, creo que Obama ha dicho muchas cosas por motivos electorales y hay que esperar a ver qué hace en la práctica. Creo que sí hay una buena posibilidad de un encuentro, un diálogo en unos meses con Chávez y con Raúl Castro, se podrá ver cierta apertura y una política menos agresiva. Pero hay que esperar.

MR: Eres activista política. Formas parte de un pequeño partido que se está consolidando en Inglaterra de tendencia de izquierda. ¿Cómo esta la situación de la izquierda en Inglaterra y lo que representa para ustedes lo que está sucediendo no sólo en Venezuela sino en América Latina?

DR: El partido Respect (respeto en español) lleva 4 años de existencia. El partido donde milito surgió del movimiento contra la guerra de Irak. Se dio una gran movilización en Europa, en Inglaterra, Italia, España, de dimensiones enormes en contra de la guerra. En nuestro caso, la mayor movilización popular que se había visto en 50 años. Dijimos esto no puede quedar aquí, tiene que surgir algo con más perspectiva política. Mucha gente descontenta con la guerra y con el "nuevo laborismo" de Tony Blair, entre ellos el diputado laborista George Galloway, que fue expulsado del partido por sus posiciones fuertes contra la guerra, tomó la iniciativa junto con un sector de la comunidad musulmana y grupos de tendencia trotskista, de formar este partido Respect, con la idea de que no tuviese una estructura rígida de la izquierda tradicional sino claramente antiimperialista, en defensa de los derechos de los trabajadores, de las mujeres, de los migrantes, y con una perspectiva abierta.

Empezó a tener impacto y en el primer año George Galloway se lanzó como candidato y ganó. Tenemos un parlamentario por Respect, el único que existe a la izquierda del partido laborista y el partido ganó presencia con candidatos locales, concejales en algunos municipios. Ahora no ha pasado de allí. Fuimos muy optimistas en cuanto a la posibilidad de una nueva organización de izquierda en forma importante y aunque mucha gente está desilusionada con el partido laborista, éste sigue ahí.

En cuanto a la relación con Venezuela y América Latina, desde 2002 con la derrota del golpe se ha formado "Hands off Venezuela" y "VIC" y otras iniciativas en Londres y en Inglaterra y varios de los grandes sindicatos y diputados de la izquierda se han organizado para hacer solidaridad con Venezuela. TUC, la única confederación sindical en Inglaterra que agrupa casi todos los sindicatos, oficialmente ha tomado posición de apoyar al proceso revolucionario venezolano y ha enviado ya 2 delegaciones a Venezuela.

MR: Tenemos que decir que pronto saldrá una edición en español de tu libro "Democracia y Revolución: América Latina y el Socialismo", publicado por Monte Ávila Editores.

DR: El libro salió en inglés hace 2 años. Es mi análisis del proceso venezolano, ya con 3 años de atraso porque lo terminé de escribir en enero de 2006, pero para la edición en español he puesto un prefacio donde se actualiza mi visión y también con lo que se refiere a Bolivia y a Ecuador. El análisis fundamental no ha cambiado y es la importancia de Venezuela, de mostrar un camino para la izquierda a nivel mundial y también empezar a plantear un debate sistemático sobre la democracia. La democracia no puede ser una bandera de la derecha. Lo que ha hecho Venezuela es recuperar la democracia para el pueblo. Recuperar la democracia de las manos de la élite, de la oligarquía, para el pueblo, conformando un gobierno del pueblo y al mismo tiempo planteando la cuestión del socialismo. Hay un capítulo especial sobre Cuba porque creo que sigue siendo importante la experiencia cubana que tiene aspectos del viejo modelo de socialismo estatal pero también tiene cosas originales. Lo que está surgiendo con Venezuela, con Cuba y los otros países del ALBA son iniciativas que están buscando construir alternativas antiimperialistas, anticapitalistas, tendencialmente socialistas y eso es lo que básicamente discuto en el libro.

MR ¿Cómo ve el futuro de Cuba?

DR: Los grandes medios y los políticos de Washington y de la derecha europea, han vaticinado que la transición cubana ya viene, la transición al capitalismo, a la democracia a la manera de ellos, al libre mercado. Pero desde el año 89, con lo que sucedió en la URRS y los países del Este, han dicho que Castro va a caer y Cuba y esto no ha pasado. Cuba no cayó, por el contrario, se está recuperando. Ellos, la derecha, esperan una transición controlada hacia el capitalismo, pero yo no creo que eso suceda. Yo veo que desde hace 2 años que se enfermó Fidel y varios meses desde que Raúl Castro está como Presidente, pues se han dado algunas reformas pero no hay nada que indique que Cuba vaya a ir por el mismo camino de los países del este europeo. En Cuba seguirán construyendo el socialismo a pesar de las diferentes circunstancias y allí puede haber un intercambio no sólo económico sino ideológico con Venezuela sobre cómo avanzar en el camino del socialismo.


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