El diputado venezolno calificó como patraña la petición de la Fiscalía colombiana de investigarlo por supuestos nexos con las FARC. Con ello -agregó- se busca tapar los escándalos por los nexos que tiene el presidente Álvaro Uribe con la parapolítica y el narcotráfico.
Caracas, 23 de mayo de 2008 / El presidente alterno del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Amílcar Figueroa, al referirse a las acusaciones que en su contra hizo el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, en Bogotá, sostuvo que es una patraña más para tapar la cercanía que tiene el presidente Álvaro Uribe con la parapolítica y el narcotráfico.
Recordó que las amenazas en su contra por parte del gobierno de Colombia vienen realizándose desde “hace más de un año cuando José Vicente Rangel dijo que el ahora Ministro de la Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, había ordenado mi muerte”.
Además, “el presidente Uribe busca meter a Venezuela en el conflicto interno colombiano, tratar de establecer supuestos nexos entre nuestro país y la insurgencia. Está claro que Uribe tiene una vocación guerrerista”, destacó durante el programa En Confianza, que transmite Venezolana de Televisión.
Reiteró asimismo su posición de reconocer a las FARC como actor político, pues “para construir la paz tienen que sentarse los distintos actores políticos”.
Este tipo de ideas –agregó- se criminalizan por parte del gobierno de Colombia, “como han criminalizado la lucha sindical, las protestas sociales e incluso el periodismo”.
Este pronunciamiento se da después de que el Fiscal General de Colombia anunciara que el gobierno de su país abrirá una serie de investigaciones judiciales preliminares en contra del parlamentario venezolano Amílcar Figueroa, que surgen a raíz de las informaciones obtenidas de las supuestas computadoras de Raúl Reyes.
