Adquirí,
igual que muchos otros compatriotas venezolanos, el paquete de año nuevo de
Venetur rumbo a Cuba: La Habana-Varadero. Cuatro días bajo el sol y dos en la
hermosa ciudad caribeña. El paquete tenía (y tiene) una gran ventaja, se pagaba
todo en bolívares desde Venezuela y no era necesario entonces, usar el
engorroso cupo Cadivi. El “combo”, consistía en un todo incluido en un hotel
cuyo nombre nunca conocimos en Veradero y dos días en el Occidental Miramar en
La Habana, sólo con desayuno y cena. Además un City Tour Variante por La Habana, la entrada a una show nocturno llamado “Dos
gardenias”, la visa de turista y un seguro personal. Eso es lo que dice mi
factura, emitida el 27 de noviembre y cuyo número es 15607. Por Internet, mi
contacto por internet fue Laura Blanco y en la oficina de Venetur con sede en
el MPP para el Turismo, estuvo a cargo la Sra. Carolina.
Ese
27 de noviembre sólo pagué para la reserva del cupo. Debía pasar después a
buscar los vouchers respectivos. Cuando fui a hacerlo, a mediados de diciembre,
pues el paquete era del 28 de diciembre al 3 de enero de 2010; sólo me dieron
los boletos aéreos. Primera sospecha. ¿Dónde me entregan los vouchers del hotel
y las visas? Se sabe que sin visa no se puede entrar a Cuba. La respuesta fue:
en el aeropuerto el día de la salida. Algo nada común.
Llega
el 28 y estamos todos al aeropuerto como a eso de las 7:00 am, ya que el
charter era a las 11:00 am. En el mostrador de Conviasa no había nadie, pero
había otra cola al lado llena de gente que marchaba a Cuba. Nos fuimos todos a
esa cola, para descubrir después, mucho después de un gran desorden, que ese
vuelo era de Cubana de aviación. Nosotros debíamos seguir esperando en un
mostrador vacío y sin nadie que atendiera las preguntas, que pronto serían
reclamos. Al rato se nos dice, que debemos ir a hacer otra cola a la taquilla
de Venetur en el Aeropuerto Internacional porque ahí repartirán los vouchers
del hotel y las visas. Pero luego de rato haciendo colas (las familias se
dividían, unas en la cola del chek in y otras en Venetur), se dice que la
papelería no ha llegado y que sin ello no hay chequeo de vuelo. Todos lo
entendimos, jamás saldríamos a las 11 de la mañana. El responsable de traer consigo visa y voucher de hotel,
llegó a las 9 am, sin reparos y sin mediar disculpas de por medio. Salimos con
más de cuatro horas y pico de retraso; y sin que se nos ofreciera desayuno, no
digo ya almuerzo.
Al
llegar al aeropuerto José Martí de la ciudad de La Habana, nos recibe el par de
Venetur en la isla, Cubatuor. Toma nuestros vouchers de hotel y nos reparte por
autobús (transfer como le dicen por allá). Los de mi mismo paquete empezamos a
angustiarnos porque a todos (confieso que excepto a mí) les dijeron que primero
era La Habana y luego Varadero, y allí cambiaron la seña. Y de La Habana a
Varadero son dos horas; por ende llegaríamos cuando ya no habría cena (ni sol,
ni playa, ni nada) y además, ese día, que estaba pago y que sale a
aproximadamente Bs.F. 4500 por persona, lo íbamos a perder por completo. Luego
de más de media hora de acaloradas discusiones no nos quedó más remedio que
partir a Varadero. Y a un hotel que no era el original.
Al
llegar al hotel Oasis Varadero 1920, y chequearnos se nos dice, Uds. Tienen
salida para el 30. ¡Cómo!. Si son cuatro días acá. En fin, al día siguiente
requerimos la presencia de un encargado de Cubatour para resolver la situación.
Hicimos una asamblea popular de venezolanos molestos y el señor, con algo de
evasión nos tuvo que atender. Se resolvió lo de la estadía, salíamos el 1º. Y
nos explicó lo que teníamos en La Habana, llamando a la oficina central en esa
ciudad. Otro gran descubrimiento. Algunos teníamos de show en La Habana el “Dos
gardenias”, y eso incluía transfer hasta el citado bar. Otros tenían era el
Tropicana, pues resultó que ellos deberían (y lo hicieron) pagarse su taxi
hasta las instalaciones.
En
fin, dejamos la lucha para divertirnos. Y llegó el 30 en la tarde. A casi todos
nos falló la tarjeta electrónica de las habitaciones. Efectivamente nos iban a
botar y a dormir “En la Plaza de la Revolución”. Además como nos dieron un solo
voucher por los dos hoteles, el de Varadero se quedó con él y estábamos todos
muy preocupados por nuestra llegada al hotel de La Habana. Solucionamos lo de
las tarjetas y nos devolvieron el voucher. Todo esto no sin armar líos que no
son propios de unas vacaciones.
Salida
el primero rumbo a la ciudad que estaba de fiesta por su aniversario. Al fin
pudimos ver la carretera, ya que esta vez sí salimos de tardecita. Llegamos en
una noche lluviosa y cuando nos registramos nos dicen que la cena, no tiene
incluida “los líquidos”. Acótese, el agua también está calificada como líquido.
Sin palabras. A la mañana siguiente, el City Tour, que sólo fue de 9 am a 2 pm;
y con unas grandes lagunas: el Museo de la Revolución o la Marina. No puedo
negar, que Hemingway sí estuvo presente. Había la opción de devolverse al
hotel; pero los criollos decidimos quedarnos a ver la verdadera Cuba. Y fue
mucho mejor.
Al
día siguiente, nos levantamos sin saber nada del vuelo de regreso. Se nos dejó
una nota diciendo que salíamos al José Martí a las 13 horas. El representante
de Cubatour nos prometió chequearnos a las 15; pero el charter de Venezuela no
había salido. Total que tuvimos 5 horas de retraso y llegamos a Venezuela a las
11:00 pm.
Venetour
jamás ha dado disculpas. Esta es la agencia de turismo del estado. No es
aceptable, bajo ningún concepto este comportamiento. Como estado, debemos dar
el ejemplo y ser los más responsables en todos nuestros actos. Quien escribe,
alguien que trabaja para él, como varios de los que me acompañaron en este
tormento. La iniciativa es excelente, pero debe ser hecha con eficiencia, eficacia
y humildad.
Quede
a la reflexión del Ministro del Poder Popular para el Turismo.