Punto de quiebre en latinoamérica

El cierre del año 2009,  encuentra a Latinoamérica y el Caribe, edificando soberanía frente al poder imperial, después del fracaso del Banco Mundial que desde los 90´, impusieron ajustes estructurales, apertura y desregulación de las economías, y privatizaciones; que resumen una trasferencia de los activos públicos del Estado rentables al capital global, cuyo ejemplo notorio lo constituye el Perú que desde 1992 ha sumando 18 años de sujeción a las recetas neoliberales, pero plagadas de corrupción institucionalizada del Estado, o como el caso del golpista Micheletti en Honduras que con la protección del poder global montaron una farsa electoral que ningún país reconoce: http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=209659&lee=16

Según Schafik Jorge Hándal (“El debate de la izquierda en América Latina”-Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional) “…..la izquierda se ha planteado ascender a los gobiernos por vía electoral para cambiar el sistema del capitalismo neoliberal y consumar verdaderas revoluciones democráticas, ganando para ello el entusiasmo, la participación, la acción organizada y decidida de la mayoría del pueblo, concertando amplias, multiclasistas y multisectoriales, alianzas anti-neoliberales, nacional e internacionalmente, disputándole la influencia sobre los militares al imperio y la oligarquía financiero-mediática. Es una estrategia que se articula en torno a la realización de un programa claro y consistente de cambios estructurales, en lo económico, social y político.

Para esta parte de la izquierda los procesos electorales son una gran oportunidad para la comunicación de las propuestas revolucionarias a la gente y un gran escenario para la lucha de ideas contra el capitalismo neo-liberal y por una sociedad justa. Son, a la vez, un gran instrumento movilizador y organizador del pueblo, consolidador de las alianzas anti-neoliberales, fuente de acumulación de fuerzas y de construcción del poder popular, enrumbados hacia el cambio de la correlación y hacia la revolución”.

Mientras el difícil camino de la unidad popular en Latinoamérica, sigue su proceso de edificación y consolidación, con Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay), Bachelet (Chile), Lula (Brasil), Cristina Kirshner (Argentina), Chávez (Venezuela), Ortega (Nicaragua), y con los recientes triunfos en Uruguay donde el presidente electo José Mujica tiene en sus manos el futuro de un minúsculo territorio de poco más de tres millones de habitantes que sin embargo debe afrontar grandes desafíos por delante: reducir la desigualdad en un país donde el 20% todavía vive en la pobreza, controlar una deuda que se ha incrementado en un 30% durante el Gobierno actual de Tabaré Vázquez, impulsar una integración regional que no lo discrimine por sus dimensiones, y abrirse hueco entre los dos gigantes, Brasil y Argentina, quienes eclipsan gran parte de la atención a este lado del Atlántico. Mujica ha reiterado su deseo de crear un "pacto nacional" con todas las fuerzas políticas en las áreas de educación, energía, medio ambiente y sanidad, pero reservará a gente de su confianza los ministerios de Interior, Relaciones Exteriores y Defensa. Sus principales objetivos durante su Gobierno, según ha anunciado, serán los de profundizar las políticas sociales y mantener la política macroeconómica implementada por el Ejecutivo de Tabaré Vázquez.

En Bolivia Evo Morales anunció prioridades como “Atacar la pobreza“,”industrializar Bolivia” e “investigar las fantásticas fortunas personales de varios candidatos de la oposición” Por otra parte, en abril de 2010 se celebrarán las elecciones para elegir a los alcaldes y el electo presidente comentó que ya se puso en marcha para también imponerse en esos comicios, pero fundamentalmente se va entendiendo el largo plazo para refundar Bolivia: http://www.servindi.org/actualidad/19938

En Chile el ascenso de fuerzas socialistas con Marco Ominami y de comunistas con Arrate, harán difícil la consolidación de la derecha, donde el también electo senador Ricardo Lagos Weber, oficialista, señaló que “… parece un exceso de optimismo señalar que Frei es minoría. Yo diría que un 55% de los chilenos no votó por la derecha y la matriz común que tenemos es la lucha que se dio para recuperar la democracia", aseveró, siendo contundente en precisar que "Aquellos que queremos profundizar lo que tenemos en Chile y que queremos más justicia social estamos representados en parte por Marco Enríquez-Ominami, por Jorge Arrate y ciertamente por Frei y somos mayoría en Chile", concluyó el economista, hijo del ex presidente Ricardo Lagos.

Y finalmente en Perú, Ollanta Humala enfrenta a una derecha con mucho poder económico y político con un caudillo como Alan García, que sigue sembrando piedras en el camino, como el cambio de reglas electorales en las elecciones municipales y regionales el 2010 por el temor a que éstas definan el panorama popular para las elecciones presidenciales el 2011, pero lo más importante es el vacío de un sólido liderazgo de oposición al neoliberalismo, que con claridad se explica en un excelente ensayo: http://www.nosotrosperu.org/revista/art/n5/n5_04.pdf  (“Izquierda peruana: tan cojuda, tan desunida y tan nuestra” Un sentido homenaje a Don Alfonso Barrantes Lingán-Vicente Sánchez Vásquez).

El punto de quiebre para Latinoamérica en su lucha contra el imperialismo, es luz en el potencial de su desarrollo: inversión en el ser humano y en sus recursos naturales, dejar prácticas parasitarias neoliberales de economías rentistas, clientelas partidarias o gobiernos autoritarios; ello exige el ejercicio de la democracia participativa para evitar la manipulación gubernamental, burocratización; pretendiendo ser referentes de la sociedad civil, abrir a la ciudadanía  espacios de participación, debate, de organización, que permitan construir desde las bases las decisiones políticas, pues, romper viejos esquemas centralistas de caudillos presidenciales, requieren de todo un proceso de largo plazo de formación continua política, para formar equipos de líderes pensadores y no seguidores, capaces de criticar y de proponer. En resumen que el siglo XXI haga de Latinoamérica y el Caribe un legado de la honradez del líder, de la unidad de la izquierda, y de la consecuencia socialista sin calco ni copia, como lo visionó José Carlos Mariátegui.

utguerrero31@yahoo.es




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