Caracas es la ciudad más hermosa e interesante del mundo. Sus joyas arquitectónicas, mimetizadas por la rutina, contrastan con la arquitectura intuitiva y popular de sus ranchos. Su clima de eterna primavera y su aparente caos invitan a conocerla a diario. El auténtico caraqueño es el resumen de la paz y la dulzura avileña; en su hablar y en su hospitalidad se respira la solidaridad de un pueblo que vive la esperanza de un mundo mejor. Su cultura, rico sincretismo de lo mejor del patrimonio de la humanidad, es orgullo desconocido de quienes aman esta ciudad. En Caracas jamás encontraremos, como manifestación propia, los vicios del fundamentalismo, el racismo y la xenofobia. Caracas es una ciudad de sorpresas, en la que cada día encontramos cosas nuevas. Su disposición cuadriculada en el centro de la ciudad se diferencia notablemente de sus alrededores, en los que "dar la vuelta a la manzana" nos puede conducir a los lugares más insospechados e impredecibles. Pero también Caracas es cosmopolita y pueblerina. Es inhóspita y acogedora. Es violenta y apacible. Es el tesoro de pintores y poetas. Y es, según muchos, una ciudad ingobernable.

En este próximo aniversario de la fundación de la ciudad de Caracas, a celebrarse el domingo 25 de julio, la ciudad debe hacerse merecedora del más invalorable regalo de cumpleaños. Es la construcción y el ejercicio, día a día, de la Revolución.
Pero, en tiempos de Revolución, todo tiene que ser cuestionado, revisado, contrastado y sometido a la más profunda investigación. Por eso, el juicio comúnmente aceptado de que Caracas es ingobernable, debe ser repensado, porque el mismo no es más que una negación que busca dominar, dividir y subyugar al caraqueño. Bajo el argumento de que Caracas es ingobernable, y con la premisa "divide y vencerás", la ciudad ha sido particionada en varios municipios con la intención de saquearla. Pero esa intención no se ha detenido, actualmente se presiona con mucha fuerza para que sean creados los municipios Catia, El Valle y otros.

¿Cómo pasar del aparente caos a la Gobernabilidad? Cuando se estudia en profundidad a la ciudad, se puede percibir con claridad que el "aparente caos" está focalizado en aspectos que tienen que ver con la administración y legislación de la ciudad. Y cuando se habla de Gobernabilidad, indudablemente que Caracas es, y debe seguir siendo, ingobernable. ¿Por qué? La ciudad, con sus más de cinco millones de habitantes, con su difícil topografía y la variedad de municipios, y las complejidades políticas derivadas de esta situación, debe estar regida por un AutoGobierno, esto es, Caracas debe estar en manos de sus habitantes. No existe un ser humano que pueda gobernar a la ciudad, ni resolver sus problemas. Basta con recordar el reciente ejemplo del fracasado "superpolicía" Bratton. Quienes hablan de gobernar a Caracas, se refieren a la imposición de una estructura burocrática que desde arriba decida las políticas administrativas y legislativas de la ciudad.

Es a partir de sus ciudadanos desde donde debe originarse la planificación y ejecución de políticas, en la que resida la administración de sus recursos y servicios. El Autogobierno de la ciudad, significa que sus habitantes se apropien del poder y que puedan ejercerlo a través de diversas instancias que van, desde los Consejos Locales de Planificación Pública y Asambleas Populares, hasta un Consejo Metropolitano de Planificación Pública. Sin embargo, la principal crítica de quienes adversan la Democracia Participativa es que los ciudadanos no saben gobernar. Por eso, es necesario adiestrar a los ciudadanos, enseñar desde cómo se escribe un proyecto hasta cómo se planifica una gestión pública de una ciudad tan grande como Caracas. Es imperativo incorporarlos para que la administración de la ciudad sea realmente una labor de los caraqueños.

Un enemigo a vencer, en la construcción de ese AutoGobierno para Caracas, es la incertidumbre del marco jurídico que regula a la ciudad. La Primera Disposición Transitoria de la Constitución Nacional dice textualmente: "La ley especial sobre el régimen del Distrito Metropolitano, prevista en el artículo 18 de esta Constitución, será aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente, y preservará la integridad territorial del Estado Miranda. Mientras se aprueba la ley especial, se mantiene en vigencia el régimen previsto en la Ley Orgánica del Distrito Federal y en la Ley Orgánica de Régimen Municipal". En el año 2000, La Asamblea Nacional Constituyente y por mandato de la Constitución, decretó la Ley Especial Sobre el Régimen del Distrito Metropolitano de Caracas, publicada en la Gaceta Oficial No. 36.906. En dicha Ley se determina la extensión territorial del Distrito Metropolitano de Caracas, comprendiendo los Municipios Libertador del Distrito Capital, el cual sustituye al Distrito Federal; y de los Municipios Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo del Estado Miranda. Pero estas leyes tienen vacíos que la dinámica política ha impedido resolver. Un caso emblemático es el del Consejo de Gobierno del Distrito Metropolitano de Caracas. En el artículo 9 de la Ley Especial Sobre el Régimen del Distrito Metropolitano de Caracas, se señala que este Consejo es el órgano superior de consulta y asesoría del Alcalde Metropolitano, y se reunirá a convocatoria suya. Este Consejo, integrado por los Alcaldes de los municipios que conforman el Distrito Metropolitano de Caracas, es evidente que no ha podido funcionar.

El AutoGobierno de Caracas, conquista sólo posible en Revolución, debe privilegiar al ciudadano, el cual ejercería la participación en todos los momentos y espacios de su vida, esto es, en las escuelas, en los centros de salud, en los medios de comunicación formales o alternativos, en las organizaciones de base, en fin, el ciudadano, en su participación activa y protagónica, será el constructor y sujeto del poder popular. La consolidación de la Revolución está en el empoderamiento del ciudadano, en la apropiación de la administración y legislación ciudadana, y en el amor a la Patria, que comienza en lo local, con el reconocimiento y rescate de Caracas, la más hermosa y peculiar entre las ciudades del mundo.

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