Conciencia revolucionaria


Para los revolucionarios auténticos, aquellos que sustentan su lucha con base en la conciencia revolucionaria y el bien común, la tarea es continuar construyendo la organización popular.

Mantener la prédica diaria de inventar la ruta por donde transitar. Perseverar en hacer lo que ya tenía que estar hecho: solidificar la estructura ideológica del proceso. Insistir en la tarea de difundir la metódica revolucionaria para alcanzar estadios superiores de prosperidad colectiva.

Para ello, se requiere aceptar y procesar la alfabetización ideológica. Aspecto vital para alcanzar la conciencia revolucionaria. La alfabetización nos obliga al estudio, la lectura y la investigación. Y, ahora, debido a la vigencia todavía del sistema reformista que obstaculiza la consolidación de la revolución bolivariana, hay que aprender a pensar bajo los parámetros de un nuevo marco teórico conceptual.

Para obtener la conciencia revolucionaria se necesita procesar las ideas, enriquecer nuestro marco de referencia individual, aprender a relacionar lo que observamos, procesar el significado de los hechos sociales y emitir juicios con base en la ideología bolivariana.

Es un compromiso revolucionario abrir un paréntesis en nuestra cotidianidad, para volver al sitio de enseñanza, a la biblioteca y a la palestra de la discusión.

Analizar los acontecimientos, indagar los fenómenos, interpretar los hechos observables, pedir opiniones y confrontar posiciones. Hay que aprender a relacionar lo abstracto para producir lo simbólico y, como resultado de ello, elaborar conclusiones racionales.

Así, va tomando forma el pensamiento revolucionario, propio de la nueva era que vive Venezuela y el mundo. Necesidad inmediata para crear la cultura de las generaciones del presente y del futuro.

La cultura reformista heredada, vigente en casi todos los niveles de la gestión del Estado, sigue siendo concebida como "usufructuaria" del poder. El aparato burocrático funciona con un alto porcentaje de elementos contrarios al modelo político emergente.

La reforma, opuesta a la revolución, no sólo está viva en la práctica clientelar del burócrata, sino también en revolucionarios plásticos que son puntofijistas mimetizados, analfabetas políticos y usurpadores de la dignidad. Ideológicamente, esos le han hecho un daño inmenso al proceso.

Lo han desvirtuado y han permitido la existencia de un patrón de opinión pública hacia la revolución, totalmente alterado. Pero, es reversible con talento y claridad en el pensamiento. A los adversarios revolucionarios enemigos del proceso, para apartarlos de los caminos que se construyen, hace falta el conocimiento procesado y la síntesis conceptual.

Limpiar el proceso, hacer justicia, resarcir daños intelectuales, son logros que se alcanzan con la conciencia revolucionaria. Obtener los niveles de crecimiento intelectual que exige la racionalidad del modelo bolivariano, nos va a permitir acoplar a las nuevas estructuras de la dirección de la sociedad, a los auténticos revolucionarios.

Por lo tanto, la dirección del proceso, el liderazgo sobre el colectivo y la gerencia del Estado va a depender más de esa conciencia que la condición de burócrata.

Las corrientes reformistas que aún tienen cuotas de poder dentro del Proceso se irán extinguiendo en la medida que se profundice la conciencia de la militancia. Los sectores contra-revolucionarios que aún toman decisiones dentro del proceso no podrán marchar a la par del avance de la Revolución.

Su marco de referencia para entender el mundo, concebir los cambios y generar nuevas relaciones entre los factores de la producción, les impedirá seguir al lado de la revolución. Además, al transformarse el gobierno en instrumento del pueblo y activarse con conciencia revolucionaria el poder popular, esos infiltrados usufructuarios del poder, serán excluidos.


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William E. Izarra / Panorama

Oficial de las FANB, retirado como Comandante (Teniente Coronel) de la Aviación Militar. Siendo oficial activo logró realizar estudios en todos los niveles académicos del saber universitario obteniendo su título como Licenciado en Educación (UCV); Maestría en Planificación (Harvard University) y Doctorado en Ciencias del Desarrollo (Cendes, UCV). Ha sido miembro del MBR-200, MVR, PSUV, Director Nacional de Ideología del Comando Maisanta, Colectivo Democracia Directa y creador del Centro de Formación Ideológica (CFI). Ha ocupado algunos cargos dentro del Gobierno Bolivariano Revolucionario bajo el mandato de Hugo Chávez Frías, siendo unos de los más relevantes el de Vice-Ministro de Relaciones Exteriores para Asia, Oceanía y Medio Oriente. Ha escrito una serie de folletos y libros para la compresión de los valores y principios socialistas.

 izarra1947@gmail.com      @williameizarra

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