Sí a la Patria Libre y Soberana

Si se intenta hallar una explicación lógica a la virulencia de los ataques desatados contra la propuesta de enmienda constitucional, en verdad que se puede perder el juicio sin conseguirlo.

Los principales partidos de oposición, los estudiantes “manitas blancas”, la Iglesia y los medios privados, encabezados por el Palangrista de Globoterror, han puesto el grito en el cielo. Todos aseguran que de prosperar esta ampliación de los derechos políticos, se pondrá en jaque el principio de alternabilidad y se limitará seriamente la democracia.

Sin embargo, la realidad los desmiente de forma contundente. Con la aprobación de esta enmienda lo único que estará en jaque (y mate) son las posibilidades de retorno de la derecha recalcitrante y sus ansias desmedidas de poder, para oprimir a nuestro pueblo.

La enmienda no significa la eternización en el coroto del Comandante Chávez ni de ninguno de los otros cargos de elección popular, que gozarán del beneficio de la postulación continua, porque al final del día la última palabra descansará siempre en la voluntad popular.

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol. Todos conocemos que esta es la esencia real del planteamiento y nadie –a menos que sea “cogido a lazo”- se cree los embustes de estos buitres carroñeros. Ahora bien, donde no han querido ahondar mucho los opositores pitiyanquis es en el objetivo principal de un cambio de esta naturaleza.

Y no han querido hacerlo porque ellos saben muy bien que con esta modificación, se introduce en la Carta Magna algo que les produce urticaria, como es la tesis del Buen Gobierno. Una vez aprobada la enmienda, el Presidente, gobernador, alcalde, concejal o diputado que haya sido electo para un período determinado, tendrá que esforzarse por hacer un trabajo excelente para poder volver a conquistar a sus electores, cada vez que haya nuevas elecciones.

Ellos (adecos y copeyanos), fieles representantes de la política como un fin para lucrarse y no para servir, no les puede gustar la tesis del Buen Gobierno. No olvidemos, como muchos alcaldes y gobernadores de la Guanábana, exhibían un desempeño regular en su primer mandato, para asegurarse la reelección y después en el segundo período daban rienda suelta a todo tipo de tropelías.

Ahora con la enmienda todos los funcionarios sin excepción tendrán la obligación de mostrar una obra contundente, para poder seguir gozando del favor popular. Vamos pues a desplegarnos en un Doble Ataque Blindado por el Sí a la Patria Libre y Soberana.

dcordovaster@gmail.com


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Daniel Córdova Z


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