Aproximadamente el 25% de la
población de Venezuela es gente de menos de 25 años. Es a ellos quienes
van dirigidos los mensajes que enviamos diariamente y a quienes van
a afectar todas las acciones que se hacen cotidianamente para cambiar
el orden de vida del país. Conforma este segmento la parte más noble
y la que tomará a corto y mediano plazo el comando de destino que nos
toca a todos.
Esta porción de la población,
tan importante, está desigualmente formada e informada hasta ahora.
La juventud se reparte entre una mayoría de proletarios, un pequeño
porcentaje de clase media y un mínimo grupo de la clase pudiente, esta
última que tiene como habito limitar el número de nacimientos en sus
parejas, siempre tendrá un número muy reducido de gente joven. La
mas voluminosa masa de juventud está entre el grupo del pueblo marginado.
Es precisamente esta fracción
del pueblo la que deberá decidir el rumbo que el país debe tomar,
que gobernantes deberán conducirnos y cual método deberá usarse para
cumplir tales funciones. Es obvio que para dar respuesta a tamañas
interrogantes sería necesario poseer una sólida cultura general y
una información de muy buena calidad. Pero tal cosa no ocurre.
Es prácticamente un azar lo que nuestra juventud recibe por enseñanza. La iglesia católica, desde la colonia se ha ocupado del adoctrinamiento de la gente joven, Le da prioridad a su cultivo y solicitan y reciben del estado ingentes sumas de dinero y de otros recursos a fin de poder cumplir su objetivo. Encima se vanaglorian del acto de piedad y de desinterés que ellos realizan en “beneficio” de los niños y adolescentes
.
Todos sabemos que su misión
fundamental en este acto es sembrar la semilla del anticomunismo y del
antisocialismo, enseñar al feligrés la docilidad y la obediencia,
todo con el fin de lucir como sus ductores naturales, como su pastor
insustituibles, la ancestral lucha por la conservación de los buenos
lugares y ventajas que la clase privilegiada ha logrado tomar
desde el principio del tiempo.
La juventud posee una mente
plástica, flexible y fácil de ser impresa. Las clases capitalistas,
neoliberales y todos los que han detentado el poder desde hace ya tanto
tiempo, comprendieron y se prepararon desde el comienzo, para actuar
en ese punto, para ello, han formado y reclutado millones de personas
con carisma, estudiosos, buenos e ingenuos que se dedican a catequizar
a los niños y adolescentes en todo el mundo. Tienen un éxito rotundo
y es su punto de mayor fuerza, siendo precisamente ese el punto más
débil que nosotros tenemos.
En declaraciones recientes
uno de los obispos mas malvados, poniendo cara de candido pidió al
gobierno que le diera la oportunidad de colaborar en las misiones, en
Barrio Adentro. ¡Gran cinismo! ¡Zamuro cuidando carne!
Es impostergable y prioritario
ocuparnos de la formación de nuestros jóvenes a través de todos los
medios posibles y desde la más temprana edad. No importa cuanto esfuerzo
requiera. Ese es el único medio de vencer. Es más importante que la
misma alimentación o la vivienda.