Psicosis de guerra mediante manipulación de la mente ciudadana

Venezuela vivió durante el golpe de Estado de 2002 y a lo largo de la huelga traidora de los dirigentes de PDVSA, un estado de psicosis colectiva, de inestabilidad emocional, de sensación de terror en la ciudadanía. Este estado mental fue inducido y manipulado por los medios de comunicación golpistas siguiendo el libreto de la guerra psicológica llevada a los más crueles extremos. Fallaron en el intento de desquiciar el espíritu de lucha por una patria mejor. Creció la convicción de los cambios sociales.

Ahora vuelve el mismo estado de incertidumbre, esta vez con la propalación de la decisión de asesinar al Líder del movimiento Revolucionario. Están utilizando el mecanismo de dejar filtrar informaciones escandalosas que se ajusten a la eventualidad real del magnicidio luego de haber sido develado parcialmente el plan macabro y de haber sido localizadas algunas de las armas preparadas para el fin siniestro.

De todo esto se deduce que existen dos eventualidades: 1. Que resulte imposible la realización del plan trágico, con el beneficio de desestabilizar las elecciones del mes entrante y desviar la decisión de los indecisos sobre la factibilidad de profundizar los cambios sociales, sembrando dudas e incertidumbre. 2. Que por desgracia lleguen a realizar el atentado contra el Presidente, corriendo con la responsabilidad de la tragedia histórica que esto significaría.

Para ambas eventualidades se requiere desquiciar la mente de todos los ciudadanos. El mecanismo avieso consiste en desarrollar un ambiente de incertidumbre que es uno de los estados intolerable para el cerebro humano. El estado de ansiedad inducido, manipulado, alimentado, podría definirse como una inestabilidad por algo que va a suceder pero que no se sabe qué es exactamente, ni cómo ni cuándo ni las consecuencias derivadas de ese hecho. Se complica la situación por la sensación de impotencia, de no poder hacer algo para evitar aquello.

Es necesario tomar algunas iniciativas que sirvan para neutralizar los efectos de la maniobra miserable. Algunas iniciativas pudieran ser:

Uno: Ante todo, mantener un estado de alerta de los revolucionarios, acentuando la comunicación disciplinada en los batallones y en los medios de comunicación alternativos y estadales. Dos: Estar seguros y divulgar por todos los medios, que se han extremado las medidas de protección para el Presidente quien no debe exponerse innecesariamente. Tres: Abrir un canal de inteligencia ciudadana que reciba información las 24 horas del día, sobre hechos, movimientos de sospechosos, informaciones fortuitas que se filtren de los enemigos.

Estas iniciativas sirven para mermar el estado de irritabilidad mental porque colocan al individuo en condición de "hacer algo" para evitar la tragedia. Es un mecanismo para evitar la psicosis colectiva que persigue el enemigo.

Es necesario tener muy presente que sobre el tema de la manipulación de la mente de una colectividad existe toda una disciplina científica desarrollada desde la segunda guerra mundial y que ha llegado a niveles de sofisticación increíbles. Fueron pioneros los nazis pero muy pronto fueron superados con excelencia por la CIA y el FBI en laboratorios diabólicos donde han recurrido absolutamente a todos los ilícitos imaginables. Pudiera decirse sin exageración que han colocado la Psicología y la Psiquiatría al servicio de la maldad.

Tampoco esta vez lograrán desquiciar la voluntad popular, pero es necesario neutralizar las artimañas del enemigo traidor y de sus secuaces imperialistas.




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