(Audio) Dame lismonas de amores

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Dámelas por caridad. Es una zambra inmortal en que Lola Flores refiere a un elemento que tenía tan poca autoestima que le suplicaba piedad por lo amargo de su ser. Está en youtube.com/watch?v=-vvs-0tjSAM

Un modo impelable de identificar a un escuálido es observar su valoración de Venezuela. Son los que piden al Imperio unas limosnas de amores, que vengan a envenenarnos con McDonald's, a invadirnos, a bombardearnos con uranio empobrecido. Escúpeme, flagélame, mátame, pero no me dejes.

No hallan nada de valor en Venezuela hasta el punto de encontrar ridículo todo. Su país les parece niche, chimbo, ridículo. No entienden y ni siquiera perciben cuando el gran director británico Simon Rattle nos dice que somos una potencia musical. O como un francés que me dijo llorando que estamos haciendo una revolución que es esperanza para ellos.

Luego viene el masoquismo de que ojalá el Brasil nos revuelque en el fútbol, ojalá no peguemos una sola medalla olímpica, ojalá el Pilín León achicharre a Maracaibo conmigo dentro. Me recuerdan a un nihilista a quien quise poner a prueba preguntándole qué pensaba de los bomberos. Respondió de inmediato: “¡Que son unos #@%$!”. “¿Y por qué?”, pregunté sorprendido. Añadió: “¡En vez de dejar que todo se queme!”.

Se entiende. Giran en torno a una burguesía que vive de representar a grandes multinacionales. Su mayor aspiración es ser concesionaria ultramarina de McDonald's. Y la clase media escuálida de quince y último vive de las limosnas de amores que la burguesía antinacional jamás le cumple. En esas condiciones de producción más bien sería insólito que sintieran amor por Venezuela.

Los neoliberales sostenían que había prácticamente que regalar la CANTV porque uno no puede vender algo por lo que quiere sino por lo que le quieran dar. Y la vendieron por limosnas de amores.

Por eso ligan que no nos ganemos ni una medalla. Así se justifica su prostitución. Porque, con el perdón, sé que es duro, pero actúan como la puta vieja ante la joven virtuosa: “Baja el copete, mijita, porque yo también fui doncella y mírame ahora”. Etc. Es cruel, pero no es mía la culpa.

rhernand@reacciun.ve



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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