Revolución sin uniforme

En los años 60, el poeta nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura, acuñó esta frase para la historia: “Un tigre no anda por ahí gritando su tigritud: simplemente salta”.

Fue su manera ingeniosa de intervenir en el debate que se desarrollaba al interior del movimiento reivindicativo de lo que hoy se conoce como afrodescendencia, y que en aquella época algunos llamaban “negritud”, un concepto hoy felizmente superado y del cual Soyinka discrepó.

La metáfora, salvando las distancias de tiempo y ámbito, es también aplicable a la Venezuela de los tiempos que corren, caracterizados por el uso indiscriminado y excesivo de definiciones, etiquetas y uniformes.

Currículum y socialismo

Lo confirmó el presidente Hugo Chávez con su reciente declaración cuestionando el hecho de que el currículum educativo propuesto por su propio gobierno haya sido bautizado con el adjetivo “bolivariano”.

“Desde que Aristóbulo era ministro, porque eso del currículum lo venimos estudiando hace tiempo, siempre fui de la opinión, y sigo manteniéndola, de que el currículum nacional no debería llamarse bolivariano, porque ese término tiene un sello político muy fuerte”.

Caben muchas consideraciones al respecto, pero vale la pena detenerse en el reconocimiento por parte del Presidente acerca de la inconveniencia de esa adjetivación, por la incomodidad que genera entre los compatriotas de la oposición.

El pronunciamiento tuvo como contexto el lanzamiento del Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) y como escenario al Centro Técnico Productivo Socialista Florentino (CTPSF), en Barinas, entidades ambas en cuyos nombres resalta el adjetivo “socialista”.

Seguramente se argumentará, para explicar la paradoja, que la etiqueta “bolivariana” en el currículum educativo genera una sensibilidad especial porque involucra a niños y niñas, y por las manipulaciones, medias verdades y exageraciones que sobre su contenido ha difundido el aparato político, mediático y religioso que se opone a todas las iniciativas de la revolución.

Puede entenderse, además, que en el caso del Fondas y el CTPSF, se trata de entes que procuran romper con la lógica capitalista imperante para sembrar las bases de un desarrollo inspirado en los postulados del socialismo.

El esqueleto de la gacela

Cuando todavía el PSUV debatía acerca de su propio nombre, el periodista argentino Luis Bilbao, director de la Revista América XXI, un hombre muy cercano a ese proceso constitutivo, propuso que en lugar de la palabra “socialista”, la nueva organización política se autodefiniera como un partido unido “por el Socialismo”.

Esto no sólo lo diferenciaría de otros partidos “socialistas”, que en diversas partes del mundo cobijan en realidad a agrupaciones socialdemócratas, y en muchos casos aplican el mismo programa de la derecha neoliberal. La omisión del adjetivo también permitía una mejor comprensión de la realidad: el socialismo aún no existe, está por construirse. La propuesta no prosperó.

En cambio, la etiqueta ahora no sólo está en el nombre del partido, sino también en los de una variedad de instituciones gubernamentales nuevas o rebautizadas como “socialistas”.

Este uso nos devuelve a la metáfora del poeta africano: “Un tigre en la selva no dice: soy un tigre. Sólo al pasar por el terreno de caza del tigre y encontrar el esqueleto de una gacela sentimos que el lugar desborda tigritud".

¿No será preferible, así como con el currículum, obviar los costos del adjetivo y que sean las ejecutorias de los entes del Estado, más que su nombre, los que hablen acerca del carácter socialista o no de sus políticas?.

Rojo por fuera

Lo mismo aplica para esa costumbre en boga de uniformar de rojo al personal de algunas instituciones del Gobierno.

¿Cuántos funcionarios de diverso nivel desacreditan ese color, y lo que él representa, con conductas antiéticas similares o incluso peores a las de los tiempos del puntofijismo?

¿Cuántos adecos y copeyanos de ayer no tapan con una franela y una gorra roja su falta de compromiso genuino con la construcción de una sociedad de iguales?

¿Cuántos funcionarios honestos y responsables, de esos que sin ser chavistas cumplen profesionalmente con su trabajo, se sienten innecesariamente humillados ante la imposición de un uniforme rojo?

Así como el tigre no necesita andar proclamando su tigritud para que lo respeten en la selva, un ser humano no tiene que andar diciendo “soy socialista, soy socialista” para realmente serlo. Tampoco lo es todo el que anda diciéndolo. Más bien, dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces.

El carácter bolivariano de la República es más que suficiente para todo lo demás. La URSS se vino abajo, con todo y que sus partes integrantes se hacían llamar repúblicas socialistas.

Curioso que la Revolución Cubana resistió ese deslave sin cambiar nunca el nombre oficial de República de Cuba, ni bautizar como socialista ninguna de sus instituciones públicas. Que yo sepa.

Sobran ejemplos, sobre todo en Venezuela, de lo volátiles que resultan esas etiquetas y uniformes. Lo realmente duradero son las políticas, las ejecutorias. Las franelas, uniformes y etiquetas se destiñen con el tiempo. El cloro, por cierto, las vuelve blancas-blanquitas.

Taquitos

BOLIVIA. Este 4 de mayo es el referendo autonómico en la provincia de Santa Cruz, convocado al margen de la Constitución y con el claro propósito de dar inicio a la disgregación de Bolivia. Ya lo anticipaba hace años un documento del Departamento de Estado de EEUU: los gringos imaginan en América Latina más países de los que existieron en el siglo XX, es decir, que ellos promoverán ese tipo de escisiones. El plan es la balcanización del continente, lo que se confirma con las amenazas de “limpieza ética” que la neofascista Unión Juvenil Cruceña (algo así como 100% estudiantes) ha prometido hacia los bolivianos de origen indígena que habitan en esa provincia rica y predominantemente blanca. “Gente de la Unión Juvenil Cruceñista nos amenazan en las calles y en los mercados diciendo que a los collas (indígenas) nos van a sacar y que ya no nos quieren ver más en Santa Cruz", declaró Carla Moya, del mismo Comité Ad hoc de Residentes Paceños. La Unión ha anunciado que se constituye en un “ejército” que enfrentará al gobierno de Evo Morales. CANDIDATOS. Todavía no se sabe a qué posición será candidato Aristóbulo Istúriz: a alcalde mayor de Caracas o a alcalde de Libertador. Incluso se le menciona para la gobernación de Miranda, aunque la candidatura de Diosdado a la reelección se le tiene como prácticamente un hecho. Para relevar a Freddy Bernal se susurra el nombre de la presidenta de la AN, Cilia Flores. Barreto espera por lo que decidan Chávez y el PSUV, y está dispuesto a apoyar a quien ellos decidan… menos a Bernal, con quien ha tenido serios enfrentamientos. Es prácticamente un hecho la ruptura entre Chávez y Henry Falcón, alcalde de Barquisimeto, quien estaría dispuesto a lanzarse por su cuenta por la Gobernación de Lara, para la cual las encuestas le sonríen ampliamente. La pregunta es a quién se le sumarán los votos de Falcón: a la izquierda o a la derecha, que intentará convertir las elecciones del 23 de noviembre en un referendo sobre la legitimidad de Chávez, sumando los votos de todos los candidatos no apoyados por él para compararlos con los que saquen los suyos. Si las cifras les sonríen, la desestabilización está a la vuelta de la esquina. CITA. La dos principales cadenas minoristas de EEUU limitan la cantidad de arroz que puede comprar cada cliente debido a las recientes tendencias de la oferta y la demanda, según explicó Sam’s Club, una división de Wal-Mart Stores Inc.”. Cable de AP.

columnacontralacorriente@yahoo.es


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Ernesto Villegas Poljak

Periodista. Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información.

 @VillegasPoljakE

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