Hace unos pocos días, quedé estupefacto (y muy preocupado por cierto), al
escuchar unas declaraciones de Florencio Porras, gobernador del estado
Mérida; referente a la recolección de firmas para la revocatoria del
mandato de los tres diputados adeco-copeyanos merideños, ante la Asamblea
Nacional. Habló de ellos, eso es mi impresión, como si tratara de gente
honorable y decente, genuinos y legítimos opositores al gobierno de mi
comandante Hugo Rafael Chávez Frías. O sea, no habrá recolección de firmas
contra estos individuos. Y como tampoco habrá revocatorios para alcaldes y
concejales, tengo forzosamente que preguntarme: ¿entre el 21 y el 24 de
noviembre que haremos, Sr. Gobernador? Eso se llama desmovilizar al
pueblo.
Yo no vi, ni oí, ni tuve ninguna información acerca del rechazo al Golpe
de Estado ni al paro insurreccional petrolero de diciembre, ni a todos y
cada uno de los intentos para derrocar al gobierno de mi comandante, por
parte de estos elementos. ¿Estaría durmiendo o viajando a otro mundo, que
nada supe de sus honorables intenciones? ¡Ay Florencio!, eres un ingenuo
en política, ante esas aves negras que todo lo saben y todo lo pueden, si
los dejas…
Eres tan ingenuo Florencio, que a pesar que te lo hemos dicho de mil
maneras, te has dejado enredar con personas como la Directora de la OCI
(que dirige la prensa de la gobernación y su nuevo sitio en Internet:
http://www.noticiasenred.com/), que le da espacio a los escuálidos
desestabilizadores, sabiendo que en la guerra (y esto es una guerra
mediática, coño!) no se le pueden dar concesiones al enemigo. Y no me
vengas con el manido asunto de la pluralidad de opiniones y el equilibrio
informativo. Eso está bien para una oposición coherente y leal con el
país, pero no con ésta, enloquecida y antinacional. Me gustaría que en
alguna oportunidad le dieras esas mismas razones a las jineteras de
Cisneros o Ravell.
Si no fuera porque reconocemos a Hugo Chávez como el líder máximo de este
proceso, hace tiempo te hubiéramos jubilado de la gobernación. En momentos
electorales como éste, todo sea por la unidad Florencio, y para que no
vuelva el nefasto William Dávila y sus negocios.
(*)Profesor
Universidad de Los Andes
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