Notas sobre el foro: Coca, cultura milenaria de Los Andes

Desmitificando la hoja de coca y develando la verdad científica

El jueves 06 de marzo de 2008, se llevó a cabo el Foro: Coca, cultura milenaria, en la sede del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela. El evento se realiza en respuesta de la
Un aspecto del foro
Credito: Prensa SAPI
satanización permanente que se ha desarrollado, además dentro de pocos días se discutirá el tratado de Ginebra que busca afianzar las prioridades del mundo occidental, en contra de los conocimientos y costumbres tradicionales.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Héctor Costan González, miembro del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, quien enfatizó la necesidad de estrechar lazos de intercambio con el pueblo boliviano y los pueblos latinoamericanos de una forma horizontal y directa. Se refirió también al momento trascendente por la coyuntura diplomática actual, la cual será superada por la vocación pacifista de los países de Suramérica interesados por la paz en Colombia.

El Dr. José Luis Vila Castro abogó por la necesidad de construir un mundo multipolar y consolidar la unidad latinoamericana, acotó que para lograr el sueño de la patria grande no bastan acuerdos comerciales, es necesario tender puentes de comunicación franca, horizontal entre los pueblos, trabajar directamente entre los pueblos. Es necesario vencer los prejuicios de la cultura imperialista que deforman la realidad demonizando la planta natural de coca. Se ha asociado el cultivo y a la misma hoja de coca en su estado natural con la producción y trafico de estupefacientes y psicotrópicos, así como el consumo y las enfermedades por adicción. Se desmontaron los argumentos absurdos para prohibir y pretender erradicar el uso tradicional de la hoja de coca y su cultivo artesanal en el altiplano andino. También recordó que otra contradicción es el uso de la hoja de coca para producir una bebida como la coca-cola que produce una multinacional, y contra lo cual no hay ningún pronunciamiento de rechazo. En ese sentido, mencionó la contradicción que la ONU manifiesta cuando declara patrimonio cultural las culturas tradicionales y contradictoriamente, sin ningún basamento científico real, condena el cultivo y uso tradicional de la hoja de coca. Vila dijo que es oportuno seguir demostrando los beneficios medicinales, terapéuticos, energizantes y nutricionales de los productos derivados de la hoja de coca.

En las intervenciones siguió el Dr. Oscar Laguna, Vice Ministro de Medicina Tradicional de Bolivia indicando que una planta o un medicamento puede ser bueno o dañino según la dosis de uso y la combinación que se haga con otras plantas o sustancias químicas, diferenciando las propiedades y efectos de los productos en su estado natural de los derivados procesados en laboratorios. Existe una gran diferencia entre un producto natural que contiene ínfimas cantidades de alcaloide, que lo hacen inocuo, de las sustancias obtenidas en laboratorios como lo son los derivados de la hoja de coca, por ejemplo los anestésicos, y otros completamente disimiles como lo son los productos químicos sintetizados como por ejemplo la cocaína. Mencionó la importancia del uso tradicional de la hoja de coca para fines medicinales, terapéuticos y confirmó que su uso ha logrado la curación de muchos enfermos de diferentes dolencias. Agregó que la hoja de coca, se usa con otras plantas medicinales para fines fitoterapéuticos, teniendo entre sus componentes gran proporción de vitaminas y minerales. Por ejemplo, la osteoporosis tiene mayor incidencia en la zona urbana que consume mucho menos hoja de coca que la población rural. Aclaro que “La hoja de coca no es cocaína”, es un medicamento y un producto altamente nutritivo. Denunció a las transnacionales que han querido estigmatizar la hoja, con argumentos falsos al decir que tiene componentes químicos nocivos para la salud. En cambio, la evidencia científica muestra que la salud física y mental de los pobladores del altiplano andino es positiva entre los que consumen la hoja tradicionalmente. Es de resaltar, que no se registra entre los pueblos originarios población adicta a la cocaína, contradictoriamente la población ubicada en los países desarrollados está enferma por adicción al uso ilegítimo. Laguna acotó que recientemente la Organización Mundial de la Salud se ha planteado un estudio sobre la hoja de coca. Responsabilizó al sistema económico mundial, a través de las transnacionales y sus intereses económicos y políticos, de conspirar contra las culturas milenarias y sus productos naturales, propiciando la demonización del cultivo y el uso tradicional, para apropiarse de estos conocimientos tradicionales y tener la exclusividad de la explotación comercial de los mismos.

Luego tomó la palabra el Dr. Jorge Hurtado, Director del Museo de la Coca de Bolivia quien denunció: El día de ayer se realizó un pronunciamiento que denigra el uso tradicional de la hoja de coca, incluso el té o mate de coca, mientras el uso de la hoja de coca en la producción del refresco no lo critican. Existe una lucha popular contra las transnacionales, que pretenden tener la exclusividad del uso de la hoja de coca y eliminar el uso milenario de los pueblos originarios, cuya única motivación son sus intereses económicos. Se tiene 4.500 años que la hoja de coca es parte de la dieta de las culturas andinas, ya que es un alimento de gran valor nutritivo con el que se pudo soportar las condiciones adversas. La cultura incaica alcanzó grandes logros culturales, los pueblos originarios del altiplano andino recurrieron a la hoja de coca en sus ritos y actividades religiosas, tenían la hoja de coca como deidad natural a la cual rendían culto, la hoja de coca es el equivalente de la hostia para la cultura andina. Hoy la propaganda contra la coca trata de sugerir que quien usa la hoja coca supuestamente no trabaja, porque produciría pereza, entre otras afirmaciones falsas. Significativo también resalta que la hoja de coca permitió controlar el dolor al realizar cirugías en la época prehispánica, aprovechando sus propiedades anestésicas, practica médica que aplicaban los indígenas mucho antes de la colonia. Los colonizadores proscribieron a las culturas originarias el uso de la hoja de coca, para facilitar la dominación, la transculturización religiosa y la esclavitud que garantizara la explotación económica de los recursos de Sur América. Sin embargo, ocurrió algo que afectó los intereses económicos y haría cambiar esta posición contra el uso de la hoja de coca, los mineros a quienes les prohibieron el uso de la hoja de coca bajaron la producción, razón por la cual los colonizadores restituyeron el consumo de la misma, que era alimento nutritivo y energizante con el que podían resistir los niveles de esclavismo a los cuales eran sometidos. La hoja de coca es un estimulante que permite tener mayor nivel de actividad y en consecuencia mayor productividad. En la época colonial se usaba la hoja de coca en vinos y se le daba diversos usos de manera generalizada por parte de los colonizadores europeos.

Otros datos resaltantes que mencionó Jorge Hurtado son los siguientes: Culturalmente se puede decir que La hoja de coca es un símbolo de reciprocidad y solidaridad. Se demostró que el 80% de la población en Bolivia consume hoja de coca. La hoja de coca no se traga, no se mastica, se succiona por eso acullicar es un termino más apropiado. Acullicar la coca esta ligado a la actividad de trabajo, la hoja interviene en el trabajo, en las relación de intercambio humano, la practica terapéutica, medicinal y curativa. Las culturas andinas que consumían la hoja de coca presentan una calidad en su desarrollo social y sus condiciones físicas y psíquicas. Estas culturas así lo han demostrado con sus producciones técnicas y creaciones artísticas”. Expresó que las plantas tienen escasa proporción de alcaloides, por lo que no son dañinas, más bien se descubrió que la hoja de coca mejora la oxigenación, disminuye la viscosidad de la sangre y aumenta la capacidad para el ejercicio. Como ejemplo indicó que debido a la altura de la ciudad de La Paz se aumenta la viscosidad de la sangre y puede correrse el riesgo de tromboembolia, por lo que el uso de la hoja de coca en ciudades como esas representa una necesidad para garantizar la salud. La planta de coca contiene moléculas que son benignas y tienen facultades estimulantes, pero la síntesis de la cocaína hecha en laboratorios produce la sustancia nociva que no está presente en su estado natural en la hoja de coca.

Explicó Hurtado que las transnacionales norteamericanas que se apropiaron de la producción de la cocaína lo hacen en forma legal, éstas en su mayoría son laboratorios farmacéuticos que elaboran síntesis artificial de la cocaína. Por ejemplo, el anestésico lidocaína es un derivado de la hoja de coca e igualmente parte de la producción de cocaína es legal en 37 países que están autorizados para elaborarla. También existe la cocaína sintética, que se ha usado para reemplazar a la hoja de coca. Existen medicamentos en el mercado que tienen cocaína sintética, para aplicación geriátrica. Los productos sintéticos que simulaban las propiedades de la hoja de coca, fracasaron en su calidad y efectividad medicinal, quedando demostrado que las diversas propiedades naturales de la hoja de coca no son replicables. Por su parte, la coca cola es una bebida energizante porque contenía tres estimulantes potentes. Denunció también la propaganda de quienes manejan el mercado de esa bebida gaseosa, recomendando la erradicación del cultivo de la hoja de coca de las culturas tradicionales, aunque al mismo tiempo dicen que la coca cola podrá beneficiarse del cultivo de la hoja de coca, de lo que se desprende que el mismo se haría en sembradíos bajo el control exclusivo de las multinacionales.

Continuó la ponencia del antropólogo Ronny Velásquez, quien se pronunció contra la acción mediática con la cual se ha acusado a Venezuela, basados en la declaración del Gobierno Bolivariano en defensa de los usos tradicionales de la hoja de coca, y por ende valorando el cultivo y producción de productos derivados legales para uso medicinal, terapéutico y nutricional. Los medios han tergiversado dicha declaración basada en conocimientos técnicos y argumentos científicos, apoyándose en propaganda irracional, prejuicios, estimatización y demonización de las culturas originarias, ligándola a prácticas del comercio de la cocaína sintetizada, que no es lo mismo que la hoja de coca. Los químicos son sintetizados por la cultura occidental de los países desarrollados, ya que los pueblos originarios no producen sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Resaltó la importancia de divulgar esta verdad para limitar el impacto de la propaganda tendenciosa de los consorcios económicos poderosos, que han propiciado el pronunciamiento de organizaciones como la ONU en contra del cultivo y uso tradicional de la hoja de coca. Reafirmó que la bebida mas vendida mundialmente, la coca cola, es un estimulante que contiene entre sus componentes varios derivados de la hoja de coca, por el contrario, este emporio comercial es protegido por los mismos que promocionan la conspiración mediática contra el uso tradicional de la hoja de coca.

En contraposición a esta manipulación, los médicos shamanes han sido reconocidos por la UNESCO como patrimonio cultural viviente, ya que han logrado curaciones en su práctica con el uso de la hoja de coca y con otras plantas que forman parte de los saberes tradicionales de nuestros pueblos originarios. Insistió en decir que la hoja de coca no es cocaína, así como la uva no es vino. Además Velásquez hizo referencia a varios autores que han reseñado que en Venezuela también se ha utilizado tradicionalmente la hoja de coca, pero conocida con otros nombres. Denunció a los medios de comunicación de la derecha cuando utilizan como recursos de propaganda política imágenes del Presidente luchando contra el acaparamiento de la leche en polvo, al querer mostrar las imágenes como si se tratara del consumo del polvo de cocaína, intentando vincular la figura del Presidente Chavez con la adicción a las drogas, haciendo ver que la leche era supuesta cocaína. Los comentarios de los periodistas que trabajan para los medios de comunicación privados mantienen una propaganda política sucia, como parte del plan comunicacional que financia la CIA desde Estados Unidos. Esto evidencia la manipulación subliminal para lograr socavar el apoyo popular que sustenta el proceso revolucionario de Venezuela, como consecuencia del fracaso del imperialismo al no lograr argumentos coherentes, lo cual se refleja en acciones como lo sucedido en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela, donde el profesor Eduardo Samán fue amenazado de expulsión por exponer la fundamentación científica que sustenta que la hoja de coca no es cocaína.

Para finalizar el evento no pudo faltar la expresión de los pueblos originarios, por medio de la vocería del Sr. Abelino Paukar, quien funge como Kallawaya o shaman de una comunidad de Bolivia. Es funcionario de la Alcaldía de Cochabamba ejerciendo cargo público representando la los campesinos originarios. Ha recorrido la Amazonia venezolana, en un intercambio de aymaras, quechuas y guaraníes de Ayacucho. Sus palabras reflejaron el sentimiento y los valores auténticos de solidaridad y fraternidad, esencia espiritual y legado para la gran nación latinoamericana. ¿Que es la coca?, preguntó, pidió permiso a la pacha mama para hablar de la hoja sagrada de la coca e imploró a la madre tierra permiso para hablar en su nombre y seguidamente refirió que: En Bolivia tienen 36 culturas indígenas. Los bolivianos saben usar la hoja de la coca, es un alimento fortificante, mejor que la quinua o el amaranto, entre otras. Los peruanos hablan mucho de la planta uña de gato, que hicieron famosa a nivel mundial, los bolivianos tienen muchos secretos, por eso se refirió a la medicina tradicional de la coca. Solicitó ayuda para despenalizar el uso legítimo de la hoja de coca, acción que podrá beneficiar a Venezuela con estas medicinas. La coca en unguento, zumos, masticada puede tener aplicaciones medicinales y producir curaciones para muchos tipos de enfermedad. El shaman no se considera sabio, pero sabe macerar las plantas medicinales a modo del médico tradicional, que como otros indígenas poseen habilidades especiales místicas al tener fe en la madre tierra y al saber combinar la coca con otras plantas y resinas naturales. La hoja sagrada sirve para todo, por ejemplo sirve para pedir la mano de su enamorada, por conducto natural deben pedirla a sus padres con un ritual ligado a la hoja de coca. Para cultivarla tienen que ofrendar a la madre tierra con rituales muy específicos, mencionó el caso de los gringos, quienes se llevaron la hoja de coca para sembrarla en el norte, pero no prendió con fuerza.

Finalmente agradeció que le permitieran hablar como campesino originario culminando con la frase ¡Viva Venezuela, viva Bolivia! El evento mostró que en Latinoamérica se están articulando esfuerzos conjuntos para defender los conocimientos tradicionales, por encima de los prejuicios del mundo desarrollado. El uso indebido y criminal mantenido por el hemisferio norte no puede opacar la identidad cultural sureña, que no perjudica y que es beneficiosa para los ciudadanos que desean alcanzar soberanamente un bienestar integral por medio de actividades comprobadamente legales. Se están realizando muchas actividades de divulgación de la realidad científica y socioeconómica que esta alrededor del cultivo y uso tradicional de la hoja de coca, como parte de una campaña en apoyo a que sea eliminada de la lista de productos psicotrópicos de la Convención de Viena de 1961.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 6706 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter