Proposiciones

A Caracazo limpio…

Cuando Carlos Andrés Pérez inició su segunda presidencia, con su populismo salvador, anunció que aplicaría un programa de medidas económicas, claro que neoliberales, según las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. Fue bautizado como el Paquete Económico, y “paquetico Rodríguez” el brillante economista, como todos los economistas de oposición que jamás dieron pie con bola y todavía siguen opinando. El paquete de medidas y que serviría para sacar a Venezuela de la crisis social generada por la eterna tríada perversa e inoperante: Gobierno, Fedecámaras y CTV. Y bajo el manto explotador de USA. ¡Brrr… da escalofrío! Incluía privatizar las empresas públicas, la eliminación de las subvenciones y la protección del Estado a empresas privadas, así como el fomento de la mal entendida descentralización con todos los trastornos que todavía nos aquejan. Una de las primeras medidas fue el aumento de la gasolina que hoy día podría aplicarse ya que hay circulante y bienestar colectivo moderado y, además, es muy barata Como consecuencia del incremento de las tarifas del transporte público, dentro de una situación de desespero social integral que se extendía a toda Latinoamérica, explotó la angustia popular masificada. El pueblo, desesperado y sin esperanzas, el 27 de febrero de 1989 se fue a las calles a saquear, al igual que ocurrió en Brasil. Del saqueo por hambre, incrementado por el gran descontento, llegó al saqueo por saqueo.

CAP y su combo ordenaron a la Guardia Nacional y al Ejército, generales inclusive, reprimir los disturbios. Decretó estado de emergencia suspendiendo algunas garantías constitucionales por 10 días. Los acontecimientos se convirtieron en una grave tragedia. Se estima en más de 4.000 muertos y un montón de heridos. Los soldados fueron traídos del interior para que no tuviesen compromisos para no matar. Y se extrañaban de su acción, pero era la concepción militar tradicional por esos años y algunos más, cambiada totalmente por la orientación humanitaria y participativa de nuestro pueblo hecho ejército acordada por Chávez. Con el tiempo apareció una fosa común en el cementerio, en el sector La Peste. El Caracazo fue una respuesta popular a las medidas empobrecedoras del FMI, obedecidas por el Gobierno de CAP en concordancia con las políticas de los llamados partidos del Estatus de la democracia bobalicona y corrupta. Privados y Gobierno. La conciencia del pueblo había despertado y el descontento se mantenía latente. Mes a mes se esperaba una nueva arremetida popular. Era cosa de un momento a otro. Que hasta invadirían los jardines del Country Club. Pero… surgió un “por ahora” que gradualmente se fue transformando en una esperanza cierta. No la esperanza de boquilla y de papel de siempre. Las recorridas del país que Chávez realizó y luego su elección, y es bueno recordarlo, especialmente los opositores, sirvió de muro de contención, de represa del descontento colectivo que cual gran río enfurecido, de nuevo y sin miedo por su frágil memoria, le caería a caracazos a esa capital y a otras capitales provinciales. ¡Denle gracias a Chávez! Paz al alma de los caídos y, ojalá, cárcel a los culpables. Inclusive a los que pretenden volver a gobernar, cómplices de la miserabilidad.

* Ing. civil, ambientalista

edopasev@hotmail.com


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Eduardo Palacios Sevillano*

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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