Los documentos desclasificados de la CIA revelan su participación en Golpe de Estado contra Allende

Desde que se reemplazó a la dictadura por gobiernos civiles, las cúpulas políticas del sistema ha dicho que para poner fin a la transición, los protagonistas deben estar dispuestos a reconocer sus errores. La reciente desclasificación de documentos de la CIA agrega un elemento a ese compromiso. Los documentos revelan que el PDC, al igual que un sector del Partido Radical y la derecha fueron los principales beneficiarios de los aportes económicos determinados por la política intervencionista de Nixon-Kissinger. Todos los partidos beneficiados han optado por cuestionar la veracidad de la información y negar haber recibido dineros de la CIA.

Esto es un retrato de la inconsecuencia. Los documentos son verdaderos al respecto. Todos los partidos que conformaron la "CODE", coalición opositora al Gobierno de Allende, y la DC en particular recibieron financiamiento de la CIA. Los gremios que se movilizaron en su contra también. Estos hechos no son nuevos. Ya en la época se sabía que era así. En el informe del Senado norteamericano ("informe Church") se consignaron los mismos antecedentes.

Este informe no fue difundido en Chile, pues se publicó en los años '70, época de dictadura que prohibió su circulación. Por lo cual, no se pueden tener dobles estándares. Nadie cuestiona la veracidad de los documentos de la CIA cuando sirven para demostrar que Manuel Contreras era un agente pagado por ellos. Tampoco correspondería negarlo respecto al financiamiento señalado. El negar hechos históricos conocidos, sólo consiguen aumentar la brecha de credibilidad que existe entre ellos y la opinión publica.

El plan Chile Declassification Project constituye una desclasificación selectiva. Un sinnúmero de documentos aún permanecen en reserva y lo difundido fue rigurosamente censurado para proteger su labor de inteligencia y a sus agentes. Pero, pese a lo parcial de la información, la principal conclusión que se extrae es que la CIA siempre ha interferido en Chile. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU inició una sostenida intervención en ese país, mediante financiamiento a partidos, operaciones encubiertas, entrega de fondos a medios de comunicación y organizaciones empresariales y sindicales, etc. Ya en las elecciones de 1942 Washington respaldó al candidato radical Juan Antonio Ríos. En 1962, cuando la Casa Blanca asumió que la izquierda chilena podía llegar al poder, inició un apoyo económico a la DC, que se extendería hasta 1974 y que incluyó US$ 3 millones para la candidatura de Eduardo Frei Montalva. El triunfo Allende hizo que EE.UU redoblara el respaldo económico a la centroderecha, operara para desestabilizar la economía, financiara medios de comunicación opositores y estableciera vínculos conspirativos con militares golpistas. Por lo cual, constituye una hipocresía calificarla de una simple "intromisión en asuntos internos". Todos los sectores políticos chilenos en algún momento recibieron el apoyo financiero y el respaldo político de la EE.UU. Los radicales en la década de los '40; la derecha, entre 1960 y 1973; la DC desde 1962 al '74 y nuevamente en los '80, y la Alianza Democrática a mediados de los '80, fueron a golpear las puertas y a recibir dólares de EE.UU. Cito algunos ejemplos.

En los documentos desclasificados hay un memorándum enviado el 25 de marzo de 1970 a Kissinger. En él se informa del viaje del senador Pedro Ibáñez a EE.UU para recoletar fondos para la campaña presidencial de Jorge Alessandri. Según el informe, el entonces dirigente del Partido Nacional le habría expresado sus esperanzas de que "el Gobierno de EE.UU apoye a Alessandri tanto con financiamiento como con asesores técnicos..". Ibáñez regresó a EE.UU en diciembre de 1971, en pleno gobierno de Allende, también para solicitar ayuda económica para su partido.

El 11 de septiembre de 1973, mientras se concretaba el golpe de estado, la oficina de la CIA en Chile envió al secretario adjunto de Asuntos Interamericanos, Jack Kubisch, un informe sobre la petición de un alto oficial chileno de ayuda económica a EE.UU. El documento dice: "Le estamos enviando para su información el memorándum adjunto de una posible petición de asistencia para un oficial clave del grupo militar que planea derrocar al Presidente Allende". Esta información es ampliada en otro documento de la CIA en el que se asegura que "en la tarde del 10 de septiembre (tachado) dio cuenta del encuentro con un importante oficial del Ejército chileno solicitando ayuda financiera de EE.UU para un intento de derrocar a Allende". Se agrega que "la preocupación del militar era saber si EE.UU estaba dispuesto o no a apoyar a los militares en el caso de que las cosas se complicaran".

Pese a estar profusamente tachado, un documento que recuenta las entregas de dinero a los partidos políticos chilenos entre 1962 y 1974 permite concluir que EE.UU aprobó en 12 años 28 diferentes ítems de financiamento, para "respaldar a los partidos democráticos". Tal política de respaldo fue tan sistemática que un despacho del Departamento de Estado al embajador en Chile le recomienda la forma de repartir los fondos y elegir los candidatos para las siguientes elecciones: "(Los fondos) serán administrados por el embajador en base a las recomendaciones de un 'equipo de elecciones' formado por personal de la embajada y de la CIA", dice el informe. Y continúa: "Este comité de elecciones decidirá de acuerdo a las necesidades de ayuda de cada candidato (...) La asistencia no se entregará a través de los partidos políticos, dado que el dinero podría ser usado para apoyar a individuos cuyos intereses estén en desacuerdo con los nuestros". En un documento desclasificado de 1969, con posterioridad a las elecciones parlamentarias de ese año, se informa: "Es importante destacar que de los 12 candidatos seleccionados por el equipo de la embajada, diez fueron elegidos".


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