La tragedia de las cárceles y la Revolución Socialista

“¿Por qué ha de reinar la igualdad en las cárceles de una sociedad cuyo fundamento es la desigualad en todas las cosas?” (León Trotsky. Mi Vida.)

El recinto penitenciario “La Planta” fue escenario de una tragedia el pasado domingo 9 de septiembre cuando se produjo una balacera de aproximadamente tres horas, con detonaciones de 3 granadas más una que no estallo, todo ello mientras transcurría ya la última hora de la visita. La refriega se dio entre el pabellón 3 (muy conocido como “El Barrio Chino”) y el pabellón 2, resultando de la misma dos muertos (una visita y un bebe de 18 meses) y tres heridos.

La cárcel y la vida cotidiana

La Planta es una expresión más de la serie de centros penales que hay en el resto del país (salvando una que otra diferencia), y estos a su vez en su conjunto son solo un punto en medio de un todo. Los centros penitenciarios son una expresión de las lacras de la sociedad burguesa. La vida cotidiana en los penales no es más que la concentración de la dinámica social burguesa, signada por la barbarie. Para los reclusos solo cabe pensar en como sobrevivir en el día a día.

Se puede tomar el reten de La Planta como punto de observación de los problemas del sistema penitenciario en el país. Al igual que los demás, esta divido en pabellones donde diferentes grupos de reclusos se están disputando constantemente el control del penal. Pero al tiempo que existe esta división en que un pabellón es superior a otro, lo mismo se da dentro de cada pabellón, donde hay una jerarquía de mandos que prevalecen y ejercen el control. En cada pabellón están los llamados luceros (los centinelas por mencionar un solo ejemplo): hay los luceros que la juegan en baja, que son los novatos o recién llegados al penal que aspiran llegar a mandar. Los luceros que la juegan en alta, que son los que saben donde están escondidas las armas, y están más próximos a llegar a mandar. Luego tenemos al segundo que es el sucesor del primero, este último es el que manda.

Estos luceros cuentan con distintas armas de fuego, granadas, teléfonos celulares ¡los cuales alquilan!, cantidades de droga ¡que genera mucho billete!, chuzos que parecen una obra de arte, etc. Las drogas y las armas son el día a día de la planta. Si las visitas las revisan previo a su entrada entonces habrá que hacerse una pregunta ¿Quién introduce la droga y armas si no lo hacen las visitas?, es evidente el contrabando.

A esta altura no se ha hecho nada efectivo para desmantelar estas mafias. De hecho para que un recluso pueda tener algún privilegio de usar MP3 o cosas por el estilo deben pedir permiso y pagar a quienes mandan, ¿como llega todo esto a las manos de estas pequeñas castas? Todos deben pagar una cuota de seguridad a los “pranes” de los distintos pabellones, y el que no pueda debe atenerse a las consecuencias. Los que no tienen nada los echan a los pasillos (los conocen como “Las Brujas”) y los consideran basura humana, en todo el sentido de la palabra basura. Todo esto ante la mirada de los funcionarios, los custodios están justo cerca de las puertas donde están los centinelas bien armados, como buenos custodios miran con indiferencia. Amen de los muertos por encargo.

Además carecen de una infraestructura adecuada. Los baños ¡lugar favorito para consumir estupefacientes! no son baños, son porquería. La comida no es comida, es bazofia. En el conteo diario los reos suelen llevar bastantes golpes por los guardias. Cuando llueve los sacan al patio a llevar bastante agua, cuando hacen las requisas en muchas ocasiones les quitan la comida a los reos recibidos por sus familiares, les dañan la ropa, y un largo etc.

La voz hipócrita y contrarrevolucionaria de la burguesía

La burguesía usa la realidad de las cárceles y en particular lo sucedido el pasado domingo como artillería contra la revolución. Es pura hipocresía de quienes traicionaron a Bolívar y al pueblo de Venezuela, para sembrar la desigualdad, miseria y pobreza (que son las causas y sentido de las cárceles) durante decenas de décadas. La situación actual de las cárceles venezolanas es otra lacra heredada de la IV república. El ejemplo más claro la última mitad del siglo pasado. Reduciendo las nominas de empleo en las empresas, recortando lo derechos laborales y el gasto social, aumentando los impuestos para los de abajo y disminuyéndoselos a los de arriba, el pacto de punto fijo, etc. Así es como el crecimiento económico se daba sobre la base de la explotación de la clase obrera y enviando a la mayoría a la pobreza. De esta última surge la desesperación que lleva a la drogadicción, delincuencia, la prostitución, etc. El origen de estos males esta en las contradicciones de sistema orgánico en descomposición, de allí la necesidad del socialismo. Razón tiene ahora más que nunca Rosa Luxemburgo “Socialismo o Barbarie”.

En un programa de Globoterror en la tarde noche del día domingo 09 de este mes se escuchaba a un invitado de buena corbata diciendo que esto es “una muestra de que la reforma constitucional no resuelve los problemas”. Con la revolución hemos conseguido conquistas impensables en los gobiernos puntofijistas. Precisamente quienes hoy se llenan la boca diciendo estas cosas, son los mismos que sembraron la desigualdad y la opresión en nuestro país en alianza con el imperialismo y entre muchos otros problemas legaron a la revolución el colapso del sistema carcelario.

Debemos apoyar la reforma constitucional (sin embargo esta problemática indica que aun falta por profundizar en la constitución) porque, significara un paso adelante en el aumento del nivel de conciencia de los trabajadores y el pueblo. Por ejemplo, los Consejos de Trabajadores y la reducción de las jornadas laborales representaran conquistas históricas muy importantes. Claro esta, que esto choca con los intereses de los capitalistas. Sin duda intentaran sabotearla y ocasionara la respuesta de los trabajadores. Se encontraran una Clase Obrera cualitativamente superior a la del 2002, y con ello se pueden abrir las puertas para grandes luchas obreras. Es inevitable que ella entre en escena otra vez en la revolución bolivariana, esta vez con más fuerza y dejando su huella.

¿Sabotaje de la burocracia que impide terminar con el problema carcelario o un complot contrarrevolucionario?

Esta situación de deterioro existe desde hace mucho tiempo. Reproduce la crisis del sistema social capitalista pero en pequeño. Como nos dice una de las leyes de la dialéctica, la transformación de la cantidad en calidad. Es un proceso donde todas las contradicciones se van acumulando al punto de crear una situación explosiva, donde una sola contradicción más causa la explosión ¡esto es justamente lo que esta ocurriendo en la Planta como en otros penales, y no un complot contrarrevolucionario! Lo que vimos el domingo en la Planta es el estallido fruto de la acumulación de todos los elementos que causan la barbarie en dichos penales.

El Director General de Custodia y Rehabilitación del Recluso, del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores y Justicia, Fabricio Pérez se limita a decir "Son personajes nacionales, individuos de nuestra colectividad, del país, no obstante, todos sabemos que esto forma parte de la matriz negativa y de ese complot por desestabilizar la institucionalidad nacional y al Estado venezolano, que tiene financiamiento exterior, aunque también hemos corroborado que hay financiamiento interno". Es evidente que hay un complot general contra la revolución con un sabotaje continuo por parte de los capitalistas e imperialistas. Pero la situación del sistema carcelario no es fruto del sabotaje imperialista, capitalista, si no del sabotaje de burocracia, del carácter de clase del estado burgués que aún persiste (y las cárceles son la expresión más aguda del estado burgués). La burocracia: esa es la principal fuente de sabotaje y de peligros contrarrevolucionarios para la revolución, la que mantiene en la barbarie las prisiones venezolanas y obstaculiza la victoria final sobre la burguesía.

Tras ocho años de revolución en Venezuela y esto es inaceptable. No se trata de ningún “complot” sino que la bomba les ha estallado en las narices a las autoridades penitenciarias.

El meollo del asunto como diría Ali primera

Ciertamente el problema real no es quien esta el frente de la administración de los penales, sino el conjunto del sistema penitenciario que forma parte del aparato del estado burgués heredado de la IV república y de las condiciones que la putrefacción del capitalismo genera y que empujan a miles de personas a la delincuencia y al presidio. La cuestión de fondo consiste en destruir todos los elementos y contradicciones de la sociedad de clases, para ello es la revolución socialista. ¿De donde provienen los prisioneros que ahí se encuentran? Viene de los sectores más vulnerables. No hay un solo rico en estas cárceles ¡tampoco los habrá!

Los intereses que defienden el estado burgués y la burocracia reformista, se ve claramente en el sistema carcelario. Condiciones infrahumanas para los presos pobres mientras buena parte de los golpistas del 11 de abril se han fugado o están en simplemente en libertad.

Por ejemplo Carlos Ortega con su dinero puede salir, comprando a funcionarios y guardias. Por lo tanto las cárceles siguen teniendo un matiz de clase (la sociedad burguesa) ¡la justicia es para los pendejos! A los pobres los envían ahí para que se maten o los maten, y los ricos burlan todo con su dinero. Y al fin al cabo todos los golpistas están libres y siguen conspirando. Salvo algunos casos aislado como los policías que participaron en el golpe, que más sin embargo salen y entran como si fuera un hotel, y de esto hay hasta denuncias. Pero los mayores responsables están en completa libertad.

En el estado actual de las cosas se podría hacer todo un plan más eficiente que el que le muestran los burócratas a Chávez y el pueblo. ¿Cómo es posible que tras ocho años revolución siga sucediendo esto? ¡Qué se sigan matando dentro de las cárceles como animales! ¡Y los ricos contrarrevolucionarios conspiradores estén libres! Es justamente la descomposición de la sociedad burguesa. Como lo dijera en una ocasión el presidente Chávez “la sociedad capitalista, es una sociedad enferma”.

Esta realidad demuestra crudamente la naturaleza y carácter que sigue teniendo el estado actual ¡Burgués! Teniendo en cuenta que el estado burgués en medio de una revolución se debilita, la burguesía ha perdido el control directo del aparato del estado (pero sigue teniendo en sus manos palancas fundamentales de la economía) pero se apoya en los sectores reformistas, es decir, la quinta columna burócrata y contrarrevolucionaria dentro movimiento bolivariano vinculada al aparato del estado. A la par las masas aun no poseen una estructura propia, es decir construida por ellas mismas. Es un indicador de que la Revolución Bolivariana aun no esta completa. Y la única clase social que puede construir un nuevo estado revolucionario es la Clase Obrera por su posición en el modo de producción capitalista, solo puede contar entre sus aliados con los campesinos, la juventud revolucionaria y los pobres. La emancipación de la clase obrera es la emancipación del resto de los oprimidos.

Mientras se prepara el camino para la última estocada al capitalismo por la mano de la revolución bolivariana (que servirá de inspiración para los trabajadores y oprimidos de todo el mundo), debemos usar todas las herramientas al alcance en función revolucionaria. Los Consejos de Trabajadores, Comunales y Estudiantiles deben unificarse junto a los soldados revolucionarios para controlar la administración de los penales, para así terminar con el contrabando de armas y droga, y acabar con toda la barbarie ahí dentro ¡esto es lo que debería decir el señor ministro Fabricio Pérez! Unido a la construcción de nuevos centros (el plan actual va a pasos de morrocoy y muy burocratizado, a ese ritmo se mejorara las condiciones en el año 2100), donde el recluso tenga derecho al deporte, a estudiar, arte, cultura, filosofía, atención médica (psicológica, desintoxicación, etc.), etc., en los centros hay reos que hacen diferentes tipos de artesanías las cuales las venden para costearse su sobrevivencia, también los hay quienes son buenos en varias disciplinas deportivas. Si la revolución tiene el poder de transformar la sociedad también tiene el poder de regenerar a individuos.

Mejorar las condiciones no solo dentro sino también fuera de los penales. Y que les ofrece el capitalismo a ellos y al pueblo ¡nada! De allí la importancia de que la revolución bolivariana triunfe en la transformación socialista de la sociedad, para eso necesario aplastar a la burocracia reformista o a esa quinta columna. Y una mayor importancia aun la necesidad de un plan de lucha para unificar a la clase obrera y ponerla al frente de los oprimidos. En la sociedad socialista a la que vamos encaminados, no necesitará de policías, ni de jueces, ni penales, ni estado. La sociedad, organizando la riqueza que se genera de un modo consciente y planificado verá una abundancia nunca vista y, con ello, elevara el nivel de vida de cada uno de los individuos que la componen a niveles inimaginables hoy en día. La lucha por la subsistencia individual terminará. Desapareciendo la degradación económica, desaparecerá la degradación moral. Nadie se verá empujado a delinquir. Las cárceles desaparecerán para siempre. Los edificios que albergaban hoy a los reclusos quizás serán museos donde se les enseñan a los niños el pasado bárbaro de la raza humana.

La mejora de las condiciones en los penales y el terminar con la delincuencia están vicunlada al triunfo de la revolución socialista en Venezuela. Para esa tarea hay que sustituir el viejo aparato estatal burgués heredado de la IV república por un estado de los trabajadores, las comunidades y el conjunto del pueblo. Sólo sobre esa base se podrá poner fin al capitalismo venezolano y a todas sus lacras, incluido el sistema penitenciario, que todavía lastran la Revolución.


¡Muerte al Capitalismo, por una Venezuela Socialista!

el_mute@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4348 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter