Crítica ácida

La Biblia también la desconocen opositores disociados

A manera de anécdota luego de ver en un programa de TV a una dama comentando los signos del zodíaco en concordancia con citas bíblicas, decidí redactar recordando una opositora portadora de la súper inútil tarjeta Mi Negra, ideada por la oposición a Chávez, prometía premios por rifas y relacionaba al poseedor con los signos zodiacales, no les sirvió de nada y vino el triunfo arrollador del siempre invicto Comandante. Era tiempo de vacaciones cuando en conversación con la propietaria de una tarjeta Mi Negra, ante sus desatinos opositores radicales le dije "bájale dos al odio antichavista, quizá encuentres tranquilidad leyendo La Biblia".

Fue peor la sugerencia, en su manía ultrosa contra Chávez, la dama razonó con ese tonito de burla de los opositores recalcitrantes, pronunciando una monumental estupidez al indicarme que, La Biblia es un libro muy viejo y no está en concordancia con la modernidad, actitud de la persona a quien visitábamos y la cual me dejó perplejo, había viajado con mi familia desde Cagua, Aragua y no iba a pelear con la señora vecina del lugar donde nos albergamos, lo importante fue ese razonamiento tan desgarrador que, transcurridos años me acompaña a esta ácida- constructiva de buena intención revolucionaria.

La joven del programa de TV sugería leer a Mateo, capítulo siete, versículo siete, apelé a La Biblia y en el texto encontré, "Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá la puerta de la esperanza, nunca abandonéis el propósito". Esta recomendación la hago de buena fe a fin de evitarle a los contrarrevolucionarios la posibilidad manifiesta y repetitiva de frustrarse acompañando el conjunto de desaciertos de sus conductores. Temo y no lo digo irónicamente, me vayan a contestar como la doñita de la anécdota con la tarjeta Mi Negra.

A pocos días de iniciarse abril 2024 un sacerdote se fue de bruces en el Zulia y en la homilía de la misa comenzó a hablar de política, varios asistentes le contestaron molestos por meter esos temas en el sacramento correspondiente y el cura los llamó "hijos de Satanás", disociados al estilo de la señora de mi relato, retornan ensotanados a las andadas desde los púlpitos, sin aprender ni porque imagino en ellos debe ser obligación conocer La Biblia, lamento como católico el comportamiento de disociación ensotanada.

La religión y la política son temas delicados y dividen a la humanidad desde que el mundo es mundo, hoy cuando estamos intentando de buena voluntad evitar avances peores en el continente europeo y la frontera ruso-ucraniana, donde unos nazifascitas desde la capital de Ucrania, Kiev, ordenan asesinatos masivos y van más de 36 mil víctimas fatales de toda edad y condición social, con decenas de miles de heridos, arrasando a Palestina, no esta demás tener la verdadera buena fe y voluntad de padres y madres, abuelas y abuelos, en buscar La Biblia para acompañar la incertidumbre y la molestia global personal, familiar, vecinal o de cualquier índole.

En Venezuela dispuestos a continuar esta paz de inventivas progresistas anunciadas oficialmente en medio del arranque del año electoral presidencial. Si a La Biblia la desconocen opositores siempre desleales con la historia y con ellos mismos, en sus avances y retrocesos inoficiosos, no tiene nada de malo que, los revolucionarios de reconocida justicia en práctica hacia la búsqueda del entendimiento como quiera que se conciba a DIOS, JEHOVA, JESUCRISTO, YAHVE, EMMANUEL, ALÁ, RAPHÁ, BUDA, ELOIM, DALAI LAMA, YIREH, o como la humanidad se guíe y le parezca en su religión, demos el ejemplo a nuestras familias en cuanto a cordura, paciencia, perdón y amor fraternal. Venezuela siglo XXI está por encima de engaños y timos de sus adversarios.



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Luis Sánchez Ibarra


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