Abril, sempiternos abriles de humaredas, polvaredas, debates y combates, pero también de Victorias, en el país del trópico primaveral. Se impone la conjunción de esfuerzos colectivos de la nacionalidad venezolana, Mirandina, Bolivariana y nutrida del legado histórico de todas las generaciones patriotas pasadas y presentes en lucha permanente sometidas a toda prueba. Ayer del 19 de abril de 1810, que da inicio a procesos conscientes de independencia. Ayer de la naciente Venezuela republicana que triunfó en San Félix y hoy conmemoramos 207 años en Victoria de pueblos originarios, afrovenezolanos y criollos que combatieron al lado del prócer pardo; Glorias al General de División Manuel Carlos Piar Gómez. Guayana entera se consolidada con su Guayana Esequiba, se reconoce integra en la Venezuela Toda. De Victoria en Victoria ante toda la institucionalidad hegemónica imperial, se impone la razón de Venezuela. Los perversos y odiosos rezagos de colonialismo, colonialidad, neocolonialismo y prácticas hegemónicas con pretensiones impositivas las seguiremos venciendo progresivamente, en combate permanente de una nación en proceso continuo de independencia: perfilando una nueva realidad en transformación por una nueva época de subjetividad colectiva decolonizada.
La historia contemporánea de hechos recientes y frescos en la memoria colectiva de luchas contra las clases hegemónicas, nos muestran la naturaleza, fuerzas y memoria histórica en rescate que dispone nuestro colorido pueblo de raíces ancestrales originarias. Esa conciencia y fuerza que quedó demostrada los días 11, 12 y 13 de abril de 2002, cuando se enfrentó la arremetida de las clases dominantes; oligárquicas, burguesas por mantener sus privilegios de clases. El pueblo salió victorioso restableciendo el hilo constitucional que colectivamente y soberanamente nos hemos dado. El Presidente Comandante Hugo Chávez fue restablecido en el poder que soberanamente le correspondía.
Los focos de corrupción por traidores a la revolución bolivariana y la Patria venezolana, vienen siendo combatidos progresivamente de manera eficaz. Un futuro de alta moralidad, de permanente revisión, seguimiento, control y conducción ética y social debe prevalecer en una nueva época para el desarrollo del Estado Comunal: cuyo hecho significativo representa mayor poder, emancipación y soberanía para el pueblo bolivariano.
