La política es la espada de Damocles para ignorantes

La política como actividad es para organizar, representar y resolver los problemas de la sociedad, basada en las mejores decisiones acertadas en el cumplimiento de los objetivos establecidos en un marco jurídico que se respeta, no a capricho del elegido, sino a través de las leyes creadas a tenor de los legisladores. La política sirve para llegar a acuerdos para tomar las mejores decisiones y cumplirle al pueblo que los eligió, no puede haber otra forma de resolver los problemas y conflictos democráticamente. Los mejores políticos son los que hacen el bien sin mirar a quien, y son valorados positivamente por las mayorías, que a su vez tienen influencia en el tiempo que les toca servir, notándose los cambios en provecho de las mayorías, y entre los muchos factores y circunstancias en cuanto a las acciones sociales de actualidad. Sabemos que los políticos se mueven entre regímenes que han surgido de acuerdo a cómo gobernar en una sociedad dada, desde la aristocracia, es decir, los mejores, la monarquía, un solo poderoso, y la democracia, el gobierno para el pueblo; y entre otros regímenes el parlamentario, en el cual el ejecutivo sale del parlamento, y el presidencialista, el ejecutivo se elige de forma periódica por el pueblo. Las características de cada uno de estos regímenes tienen sus propias tipologías y ventajas, y su efectividad varía dependiendo del contexto específico del país al cual se va a gobernar. Si nos preguntamos sobre la gobernanza que se ejecuta en la República Bolivariana de Venezuela, hoy diríamos que estábamos bien, hasta que llegó Nicolás Maduro Moros (NiMaMo), que al asumir nos hizo creer que seguiría la línea del chavismo, y no fue así, hoy sufrimos las consecuencias de su nefasta política, porque ha mentido, engañado y manipulado al pueblo, a la promesa de cumplir y hacer cumplir las leyes y la constitución, porque se cree que es el vivo y el resto somos pendejos y pendejas. Es que acaso trescientos años no son nada en nuestra historia, como dijera el Libertador Simón Bolívar, y las razones que emitiera el Comandante Presidente Chávez cuando lo designó al bate, y resultó que le dio una estocada mortal al proyecto de cambio y transformación del proceso revolucionario por vía pacífica, y lo que han ejecutado consta en un acumulado de muertos, torturados y desaparecidos, que cursan en sendos expedientes en las instancias internacionales, ya que internamente es imposible hablar sobre estos asuntos, bajo un régimen de fuerza, ejercido principalmente por el aparato militar y policial represor, como al viejo estilo de la IV República, sólo que el madurato lo ha potenciado al máximo. Es un autócrata al estilo de los viejos caudillos del siglo XIX, respaldado por los hombres de uniforme, que son los que en realidad tienen la última palabra, eso está defendido desde Páez hasta Padrino López. Sobran pruebas de lo que sostenemos, han cruzado la línea entre la verdad y la realidad que se vive día a día. Es como si de una nueva religión se tratara, que aplican sus dogmas y al que no esté con ellos le aplican la inquisición, con privaciones ilegítimas, creando lo que se ha llamado por los colombianos, falsos positivos; es decir, que acusan a los demás de ser los malos y herejes, y se autocalifican como los elegidos, los salvadores, los indispensables para la salvación como esperanza de vida después de esta vida de miseria y padecimientos a la que nos tienen sometidos. Como tal presenciamos al ver cómo engordan con la miseria ajena, de cómo viven a cuerpo de autócratas, respaldados por los gendarmes necesarios de los positivistas venezolanos con Vallenilla a la cabeza. Tienen a disposición todos los poderes secuestrados por el régimen que tiende al fascismo, al estilo de Mussolini, pero en la V República venezolana, porque echan mano de cuanto les sirva a sus propios intereses, y con el mando no obediencial al soberano, sino del mandar mandando sobre el pueblo. Muchos venezolanos y muchas venezolanas han optado por salir de este atolladero, bien sea por el Darién, o por los caminos verdes, huyendo de la crisis generada por el madurismo y compañía, que se refleja en lo social, lo político, lo económico, lo humanitario, lo jurídico, que hemos vivido desde hace dos décadas, desde 2013, cuándo el actual mandamás se hizo con el poder y comenzó el reparto de lo que había, y entre los caimanes del mismo pozo, los maduristas y los que habían saltado la talanquera, se repartieron el coroto y los macundales. Cambiaron el Plan de la Patria, por el plan de los pranes, el Golpe de Timón, por el neoliberalismo de Estado, y las 3R3, por el reparto del botín. Lo que pasa hoy en Venezuela es la clara evidencia de cómo han manipulado nuevamente el deseo y las esperanzas de las mayorías, que la historia de Venezuela describe con lujos de detalles y nos quieren tergiversar como si no tuviéramos memoria, o se prefiere ignorar la realidad y maquillar la verdad que se arrastra a nuestros pies, cargada de privaciones diarias, donde todo aumenta, menos los sueldos y salarios, que en un país rico, se enriquecen los que más tienen, lo que hace que sigan pegados a la teta de la nación desde un Estado usurpador, autócrata, dictatorial, con ropaje de demócratas. NiMaMo y su camarilla gubernamental, ordenan, como sólo lo saben hacer los milicos, que están en todos los puestos antes ocupados por los civiles, con la gran diferencia que quieren hacernos creer que así es que se gobierna, y no es verdad, se gobierna haciendo lo que los electores por mandato constitucional ordenan, ese sí, es decir, soberanamente, participando y protagonizando con autonomía en los asuntos estatales, estadales y locales, y no por mampuesto, con toda la burocracia de por medio desde el ejecutivo que se imponen desde el PSUV madurista a la máxima representación de la gobernanza que son los Consejos Comunales, que deberían ser autónomos, como lo fueron los cabildos o ayuntamientos en nuestra historia patria. Sí, la historia, que nos enseña y con la que deberíamos aprender de los errores y éxitos del pasado, que nos proporciona el contexto para entender y comprender el presente, y prever el futuro de la sociedad, la cultura, las civilizaciones que evolucionan con el tiempo. También debemos practicar la filosofía de vida que impulsa a cuestionarnos y reflexionar sobre la realidad, la existencia, la moralidad, y demás aspectos de una gama de otros conceptos abstractos, permitiéndonos formular las propias opiniones y creencias, y entender mejor las del resto del mundo. Es por tanto que sean esenciales tener en cuenta para poder fomentar el pensamiento crítico y la comprensión profunda como base de toda sabiduría. Y siendo así las cosas, y revisando lo que hay que revisar cada vez más y con mayor profundidad, viendo la realidad a través del microscopio de la verdad y del telescopio de lo trascendente como seres humanos, miembros de una especie que se ha dicho es la más inteligente del planeta, lo que está siendo cuestionado cuando a nuestro alrededor vemos que hay personas con personalidades psicópatas y sociópatas, que hacen lo que les venga en ganas desde el poder y fuera de los parámetros legales, cercanos y lejanos de lo que hay; el robo descarado a la nación por miembros de Alí Baba y sus cuarenta ladrones que llevan más de 500 millardos sustraídos de las arcas públicas. Hablamos desde el ámbito más conocido, común, al que nos circunscribimos, donde los obstáculos son cada vez más, tras los que se apertrechan los saltimbanquis de la política nacional sin capacidades de mando ni conducción real, es decir, que ni trascienden, ni aprestan por cambiar la realidad, pese a que lo mascullan a diario, que están haciendo cambios, pero para ellos mismos, los cogollos y camarillas entre los de la IV y la V, adecos, copeyanos y maduristas, comiendo en el mismo plato. Es una espada de Damocles, o sea la amenaza existente e inminente sobre la República. La metáfora es sobre lo que pensó el filósofo romano Cicerón, sobre el cortesano del rey Dionisio I gobernante de Siracusa en el siglo IV a.n.e. Damocles envidiaba la riqueza y el poder y sin darse cuenta de los peligros que conllevaba su posición, cuando el pueblo, Dionisio, cansado de la adulación constante de Damocles, le propuso cambiar sus puestos por un día, en el cual vivió como rey, disfrutando de todos los lujos del palacio de Miraflores y del Palacio Blanco, que al alzar la vista vio una espada afilada suspendida sobre su cabeza, sostenida por un pelo de crin de caballo, o sea el pueblo consciente de sus derechos y sus deberes. Entonces fue cuando Damocles supo que era imposible disfrutar permanentemente de los placeres de palacio. Es la frase estar bajo la espada de Damocles que simboliza la fragilidad de las posiciones de poder; igual que todo en la vida, la felicidad siempre es pasajera. Para los que tiene ojos que vean, y para los que tienen oídos que oigan el llamado del pueblo soberano cansado que lo sigan tomando como ignorante por los fariseos de la política, que han hecho de ella una carrera para satisfacer sus propios intereses materiales y mundanos, mientras que las mayorías padecen de un régimen que se ha desviado de las luces, para andar a tientas por la oscuridad, en un mundo interconectado donde a cada instante se sabe lo que está ocurriendo dentro y fuera de las fronteras. Los que hoy gobiernan saben que es el único lugar donde pueden aplicar sus marramuncias y hacer lo que les venga en ganas, porque están sentenciados por las leyes y la historia se los estará recordando por las generaciones futuras. No pueden salir del país, por lo que en consecuencia se hacen con lo que más puedan para poder pagar su libertad a costa de los recursos de todos y todas las personas honestas de este país, que sufren la desgracia de tener a hombres y mujeres que han vendido su dignidad, y no asumen sus errores, más bien los repiten con insistencia, porque no aceptan que también se equivocan, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Este en un año decisivo para el futuro de la nación, y pese a todas las trampas y trapisondas que sigan haciendo NiMaMo y compañía, les saldrá el tiro por la culata, porque por más que se tongoneen siempre se les verá el bojote. Ya no harán más milagros con escapulario ajeno, porque el espíritu de Chávez está presente en el corazón y la mente de los venezolanos y las venezolanas, que gracias al Por Ahora, asumiendo todas las responsabilidades y diciéndole la verdad al pueblo de palabra y obras supo ganarse el honor que se merece. Nosotros, cada uno y cada una de las personas que vivimos en este país bendecido por la providencia, pero tantas veces mal gobernado, tenemos la obligación de llamar las cosas por su nombre, y el deber de vivir en democracia y con nuestra voluntad hacer entre todos y todas, que las cosas se enrumben y cambien lo malo por lo bueno y así sí que se debe gobernar.



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Franco Orlando


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