Voces de la ciudad

Baños públicos

En 1829, un año antes del asesinato de Simón Bolívar, se habían instalado los primeros baños públicos en Liverpool, Inglaterra. Es decir, que ya para la Primera Guerra Mundial (1914-1918) había baños públicos en casi toda Europa. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) era difícil no encontrar un lugar de Europa que no tuviera baños públicos.

En el primer tercio del siglo pasado, se instalaron los primeros baños públicos en Argentina, costumbre que se irradió a otros países. Yo recuerdo que, en las famosas torres de El Silencio, construida en 1954, había baños públicos. Creo que ahora están cerrados. En realidad, los baños públicos existen desde que el hombre entendió que necesitaba asearse. Aunque es muy graciosa la historia de la hediondez en el Palacio de Versalles, porque no tenía baños, y heces y orina eran arrojados por las ventanas. Pero ha sido una necesidad. Los griegos y los romanos tenían baños públicos para que la gente los usara, que incluso funcionaban como lugares de tertulia. Los había para ricos y para pobres.

Hace dos semanas me dio mucho dolor ver a un pobre hombre, de unos 55 años, pedir un baño prestado negocio tras negocio en el centro de Valencia. Junto a la desesperación, la cara se empapaba con chorros de sudor, hasta que finalmente se fue defecando paulatinamente en la ropa. Ahora, a su cara de vergüenza, se unía la ropa manchada de mierda y la hediondez que era insoportable. Pobre hombre pensaba en mis adentros, mientras unos se burlaban y otros se compadecían, pero nadie le prestó el baño.

Hace tiempo que me pregunto, porqué una ciudad moderna como Valencia, que pretende compararse a Bogotá, Buenos Aires, Montevideo o Sao Paulo, no tiene baños públicos. No puede ser que ningún alcalde no haya pensado en ello. Y además sería muy fácil porque Fogade tiene muchos edificios allí, pues que le entregue algunos a la alcaldía y que ésta se encargue de instalarlos y administrarlos. Y que de una vez tengan un letrero con las normas y el precio a pagar, casi simbólico.

Creo que cualquiera que necesite un baño, hombres y mujeres por igual, pagarán gustosos 10 bolívares por estar en un baño, donde incluso se pueda lavar la cara, con toallas, etc. No es tan difícil. Y es extremadamente necesario. Un personal los cuida y ese personal está protegido por policías y leyes contra los abusadores. Que siempre aparece uno que otro, pero no es una constante.

Toda ciudad moderna debe tener baños públicos, si es que pretende ser tal. Por el bien de los ciudadanos.

La alcaldía debería comenzar por allí mismito, frente a su sede, debajo del elevado, donde están unas torres eléctricas, allí hay una parada para los que van a todo el sureste de Valencia, Flor Amarillo, Central Tacarigua, Guigue, etc. Miles de pasajeros que necesitan de un baño, pues el baño queda en ese montarral. Allí hay mierda suficiente para hacer abono. Gente que en su desesperación no le queda otra salida que cagar o mear en el monte.

Nada puede ser moderno si no contempla la instalación de baños públicos. Y no me echen el cuento de que los venezolanos somos animales, porque estoy seguro de que los europeos son más salvajes que nosotros... pero tienen baños públicos. Porqué ellos pueden y nosotros no.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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