De seguro que la oposición volvió a ser agarrada de sorpresa, cuando la Asamblea Nacional, aprueba la realización de un Referendo Consultivo, para que una vez más, los venezolanos digan que los 160.000 kilómetros cuadrados del Esequibo, le pertenecen a Venezuela. Y Guyana no tiene ninguna vela en ese entierro. Aunque es cierto que es Guyana la que más se ha aprovechado, no solo por las malas políticas de los gobiernos de turno durante la Cuarta República, y de Chávez, a quien no le dio tiempo de hacer mucho al respecto, sino una dura batalla jurídica que se mantiene por el Laudo Arbitral, en tribunales internacionales; y aunque la batalla no está perdida, no es fácil ganarla teniendo al Big Brother y a Inglaterra en contra, y además con los jueces de su favor.
No hay duda de que el tema es extremadamente complicado, pero en momentos como este cuando el Big Brother pretende poner una base militar en pleno territorio o allí, a pat´e mingo, tiene dos lecturas: una, le van a poner las manos a todas las riquezas que están allí, al puro estilo Juan Charrasqueao, tal como lo expresara Trump "nos íbamos a coger todo el petróleo de Venezuela"; y dos, es una muy grave amenaza a la soberanía venezolana, porque no hay duda de que, al contrario de otras bases, esa tendría un aeropuerto para emplazar allí a sus raptores F-22, los F-16 y los F-35. Y eso es una amenaza directa a Venezuela. Más bien, en mi opinión, fue tardía la reacción del Parlamento.
Pero ahora nuevamente tenemos que hacernos la pregunta, en torno a si la proyanki María Corina estará de acuerdo con una base militar, imagino que sí porque ella misma pidió la intervención militar extranjera en el país. Y además, tal como lo ha manifestado, y en sus propias palabras "hay que privatizar todo", supongo que no tendrá problema en que las trasnacionales petroleras le pongan la mano a las riquezas que están allí. Lo cierto es que, de acuerdo a las informaciones, el petróleo que están extrayendo no solo debe ser de muy alta calidad, sino que debe haber en cantidades industriales. Además, por las peleas que se evidencian entre las propias empresas petroleras, en donde por cierto no está PDVSA.
No debemos analizar esto alejados de la estrategia y de la geopolítica. Tanto Estados Unidos como Inglaterra saben que una guerra consume muchos, muchos, muchos litros de gasolina, diesel, keroseno, bencina, que son combustibles para aviones, tanques, vehículos blindados, camiones de transporte y barcos. Esto significa que deben tener almacenados en cantidades suficientes para cubrir por los menos ocho meses de combates; y está claro que ambas naciones están calculando la posibilidad cierta de que se produzca un estallido mundial. Quizás abastezcan a Alemania, Francia e Italia. Todo eso está implícito en las intenciones de poner una base militar en esa zona.
Y ahora viene la prueba de fuego. Porque qué va a decir la oposición cuando el CNE convoque a un referendo consultivo para refrendar el apoyo a la batalla que el gobierno de Nicolás está dando para recuperar el Esequibo. Qué van a decir. Cómo le explicarán al pueblo que ellos no están de acuerdo con el referendo. Ya comenzaron a decir que era un pote de humo del gobierno. Y aunque lo fuera. No es posible asumir una posición contraria a los intereses de la patria. El mismo país no se lo va a perdonar. Pero como la oposición es un mar de confusiones, es posible que ellos mismos no estén seguros sin son venezolanos o no. De todo hay en la viña del señor. El problema es que ellos siguen sin entender al país. Mucho menos podrían planificar para un país a futuro, que es lo fundamental en este momento.
Es decir, con todos los problemas que vive la nación, con todas las carencias que sufren los venezolanos todos los días, con todas las incompetencias del gobierno para resolver los problemas, la encuestadora Interlaces acaba de publicar una encuesta según la cual el 89% de los venezolanos observa que la oposición está muy dividida. Y eso es clave, pues la gente interpreta que si no está unida, mucho menos sería capaz de sacar un país adelante.
Otra consideración no menos importante en esa muestra, es que el 91% considera que requiere de nuevos liderazgos en la oposición. Es un dato sumamente importante también para el chavismo, porque el país está percibiendo que Maduro está agotado, y no podría ser de otra forma.
Más datos de suma importancia, es que el 73% considera que un eventual gobierno de opositores fracasaría; y solo el 10% le manifiesta simpatía. Es decir, es la misma conclusión de hace 20 años, cuando en el 2003, las encuestas destacaban que la oposición no subía cerro, porque es imposible liderar un país que no solo no se entiende, sino que tampoco se siente.
Recuerdo que en ese año, un día domingo, estaba yo de guardia en Últimas Noticias, y fui a cubrir una pauta de un acto de Primero Justicia en Catia. Esperamos el fotógrafo y yo a que Julio Borges terminara y lo entrevisté. Al final me preguntó cómo veía yo las cosa. Le respondí casi de inmediato "6 a 1 a favor de Chávez". Me miró con angustia y me dijo "algo de eso hay".
En realidad, de esa fecha hasta acá, no ha cambiado nada, solo 47 muertos que dejó la guarimba y miles de millones de bolívares en pérdidas. Y una María Corina, que en lugar de recuperar su liderazgo dentro de la oposición, insiste en ser impuesta por el Big Brother a rompe y raja. No importa lo que pase. Cómo –pregunto yo- supone ella que puede contar con el pueblo. La política es un arte, un complejísimo arte, pero ella comienza a ser un cadáver político.
Caminito de hormigas…
"Olmos, créeme está haciendo campaña, y eso es contra Fuenmayor, porque es quien puede latirle en la cueva. No ves que el carajo le está echando un camión de bolas", me comentó una camarada… Dos connotados ex chavistas, son ahora los más fervientes seguidores de Er Conde del Guácharo. Uno de ellos, fue un tirapiedra de los bravos. Pues ahora ambos son los responsables de buscar a los militantes que harán la campaña de Rausseo en Carabobo. Quién lo diría.