Crónicas cotidianas

J.R. Izquierdo: Cajón de Ideas

Nos esperaba en el pasillo frente al ascensor. Le di la mano y lo abracé. Guillermo Eloy me había dicho que estaba lúcido, pero no podía imaginar cuánto. Parece que se redujo de tamaño, pero tiene la misma cara de cuando lo conocí, la misma barba y el mismo pelo, que ahora parecen hebras de algodón. Por años esperé ese encuentro con mi viejo amigo que conocí hace unos 25 años. Es uno de los mejores periodistas que ha dado el país, a pesar de su confesión reciente "no hice la primaria, pero fui hasta Jefe de Relaciones Públicas de la Universidad de Carabobo, hasta que me botaron por denunciar hechos de corrupción.

J.R. Izquierdo, quien ya no debe recordar que se llama Jesús Raimundo, fue el autor de tres columnas en el diario El Carabobeño, entre ellas "Cajón de ideas", columna que hizo furor en los años 90 y motivo para que recibiera dos Botones de Oro que le dio la ciudad.

Nos sentamos en la mesa y no oculto mi asombro. No solo por la alegría de verlo, sino por verlo tan bien, igual de sereno que cuando nos reuníamos a hacer análisis del país, o debatir de la política, igual de alegre, igual de inteligente, igual de perspicaz. Por eso comienza a hablar y mostrarnos todos sus documentos que tiene apartados para que publiquemos un trabajo en kkk, pero yo quiero que me cuente, sobre él. Es que no todos los días se habla con una persona que dentro de tres años, cumplirá 100 y yo espero estar allí para abrazarlo, para hacer mía su dicha.

Mientras Guillermo Eloy tomaba fotos, J.R. iba hablando. Vive solo. Aunque va una mujer a limpiar su casa, él también limpia, lava su ropa, cocina, sobretodo sopa que tanto disfruta, trabaja en su computadora, lee sin lentes y camina sin cojera, sin dolor, sin malestar. Dos hijas viven cerca y están pendientes de él, todo el tiempo, pero él vive solo porque es un investigador chavista, ex militante del MIR, a quien la Digepol buscó para matarlo y causa para que viniera a vivir a Valencia, donde formó su hogar y su familia.

Por fin lo dejo hablar y toma la carpeta donde tiene apenas una fracción de documentos de los tanto que ha acumulado a lo largo de su vida. Tiene dos libros publicados que yo devoré porque la pluma de JR es exquisita.

Es increíble que aquel muchacho que trabajó en La Religión a los 15 años, barriendo el plomo de las linotipos en tiempos de monseñor Pellín, llegara a ser uno de los periodistas más reconocidos y respetados, sin haber sacado la primaria. "Aunque hice cursos de periodismo científico en varias universidades", dice. Recordé al gran Roberto Arlt, quien apenas tenía segundo grado y Borges, quien murió esperando el premio Nobel de literatura, confesó que tenía mucha influencia de él.

Años atrás, nos reuníamos en su casa en La Viña, cuando se podía comprar una casa, que aún tiene alquilada, el poeta Gilberto Mora Muñoz, recio militante del MIR, preso y torturado en los calabozos de la Disip en el Zulia, Mauro Briceño, otro gran periodista cuya pista perdí hace tiempo, JR y este cronista, en una exquisita tertulia que se extendía los sábados hasta bien entrada la tarde. Aprendí tanto de ellos. No es cualquier cosa compartir con tres cuarto bates, cargados de sabiduría, experiencia y humildad. Yo, menor que todos, solo hacía silencio y oía. A veces escupía alguna pregunta. Pero nada más.

Por dos largas horas, Guillermo Eloy y yo, hicimos silencio. Parecíamos dos carajitos, escuchando atentamente a su maestro. No interrumpimos. Solo atendíamos sus explicaciones. La realidad era que no queríamos despedirnos.

J.R. Izquierdo es como un vaso de agua fresca de manantial. Tanta sabiduría acumulada en 97 años. Es como sentarse frente a él con una cámara de video y hacerlo que nos cuente la historia de Valencia, que se la sabe al dedillo.

Allí lo dejamos, con la promesa de volver, con un abrazo fraterno, de camarada, solidario, de amor por el hombre que asegura ser feliz y agradecido de la vida, del chavista eterno.

Buen regalo para el comandante quien este 28 apenas cumpliría 69 años.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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