El derecho a la ciudad: núcleo ecológico de las relaciones humanas solidarias

Cuando nos ponemos a reflexionar sobre las implicaciones, sentidos y significados del derecho a la ciudad, el cual tiene un vínculo directo con el comportamiento entre las y los habitantes en sus cotidianidades, sus ambientes sociales y relaciones con la institucionalidad, el respeto a las normas establecidas y sus autoridades, que permite realizar una especie de triada estratégica ( gobernantes revolucionarios – comunidades organizadas – ciudades autosustentables) para la armonía social y el uso y disfrute de todos los espacios que la territorialidad que pertenece a la ciudad y dignifique la calidad de vida de las y los individuos en que el sistema político imperante y el ordenamiento jurídico interno, logren el transito amigable de convertir a sus habitantes en ciudadanos activos y corresponsables en lograr la sustentabilidad de la ciudad, cuando nos encontramos con reglas de juego lo suficientemente claras y precisas que ayude a combinar los deberes y derechos que deben regir las relaciones humanas en la ciudad, como el hábitat social…En el caso concreto sobre el derecho a la ciudad tenemos la siguiente reflexión realizada en una mesa redonda a partir del libro "el derecho a la ciudad" por Henry Lefebvre, Hagetmau (Francia), 1901 – 1991, filósofo y sociólogo francés

"El derecho a la ciudad no es una propuesta nueva. El término apareció en 1968, cuando Henri Lefebvre escribió El derecho a la ciudad tomando en cuenta el impacto negativo sufrido por las ciudades en los países de economía capitalista, con la conversión de la ciudad en una mercancía al servicio exclusivo de los intereses de la acumulación del capital. Como contrapropuesta a este fenómeno, Lefebvre construye un planteamiento político para reivindicar la posibilidad de que la gente vuelva a ser dueña de la ciudad. Frente a los efectos causados por el neoliberalismo, como la privatización de los espacios urbanos, el uso mercantil de la ciudad, el predominio de industrias y espacios mercantiles, se propone esta perspectiva política."

Éste autor desarrolló algunas teorías y enfoques sobre la importancia de desarrollo de lo urbano y el manejo de los espacios como elementos claves para hacer política, como elementos claves para tener una ciudad equilibrada entre las instituciones públicas y la ciudadanía…que no estén en las manos de los sectores más poderosos, ya que la ciudad le pertenece a las grandes mayorías que merecen tener y no ser renegados y marginados de los espacios para el uso y disfrute de la colectividad, que construyan las condiciones para el buen vivir con justicia social…

La mesa redonda concluye en torno al pensamiento de Lefebvre, con lo siguiente:

"Tomada por los intereses del capital, la ciudad dejó de pertenecer a la gente, por lo tanto Lefebvre aboga por «rescatar al ciudadano como elemento principal, protagonista de la ciudad que él mismo ha construido». Se trata de restaurar el sentido de ciudad, instaurar la posibilidad del «buen vivir» para todos, y hacer de la ciudad «el escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva». Esta vida colectiva se puede edificar sobre la base de la idea de la ciudad como producto cultural, colectivo y, en consecuencia, político. La ciudad es un espacio político donde es posible la expresión de voluntades colectivas, es un espacio para la solidaridad, pero también para el conflicto"

Definitivamente el derecho a la ciudad, tiene que ver con una activa participación ciudadana en estrecha corresponsabilidad con los poderes constituidos que tengan gobernanzas con sensibilidad social y la aplicación de políticas públicas que rescate a la ciudad, que debe estar al servicio de las grandes mayorías que actúan desde las comunidades organizadas en clara correspondencia con el poder popular que evite la discriminación y el caos social…que genere una ecología sustentable en los ambientes físicos y sociales que deben estar caracterizados por economías más humanizadas que permitan a través de la solidaridad y la complementariedad, reducir los niveles de pobrezas con pleno empleos productivos y aumentos significativos de la inserción masiva de las personas, en las instituciones educativas, culturales y deportivas…y que necesariamente se convierten en condiciones objetivas que ayudan a la disminución del delito con la aplicación de políticas públicas que fortalezcan los derechos humanos y edificar en la ciudad, la deseable sensación de seguridad que deben sentir sus habitantes…



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Oscar Bravo

Un venezolano antiimperialista. Politólogo.

 bravisimo929@gmail.com      @bravisimo929

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