Crónicas cotidianas

Esa es una recuperación económica

Román se para a las 5 de la mañana y de inmediato va al baño y se baña. Sale directo a la cocina a montar la olla para hacer la pasta que llevará para el almuerzo. La noche anterior hizo las caraotas y la carne molida. También prepara tres arepas, a las que les pone queso. Dos son para él, y una es para la hija cuando la mama la lleve al colegio. En su lonchera improvisada, a las 6 en punto parte a buscar su autobús con el almuerzo y el desayuno listo, que se comerá justo al entrar a la empresa a donde está trabajando como ayudante de soldador. Creo que hacia tiempo que no hablaba con una persona tan feliz como él. Terminan sus últimos tres años de altos y bajos, incluyendo una aventura de tres meses en Colombia, en donde de casualidad no termino como comida de los paracos. Vendió caramelos, helados, parrilla. La mitad de lo que ganó se lo quitaron los policías.

"Nadie ha hecho más trabajo que yo en estos tres años, pero eran trabajitos de dos días, cargar una basura para algún lado, cortar el monte, pintar una casa, hacer una zanja en algún patio. Ya tu sabes, trabajitos de 5 o de 10 dólares por el día. Como mucho 20 y eso eran los que menos salían. Pero desde octubre del año pasado, no me ha faltado trabajo, cada vez mejores. El último fue descargando cosas en una empresa en donde me pagaban 30 dólares semanales y me daban la comida. Este año arranque bien, porque un amigo y el socio tiene una contrata para hacer unos galpones. Me dijo que si quería echarle bolas y dije que si había dinero, yo mismo era. Ahora soy un simple ayudante de soldador y me pagan 75 dólares semanales. Pego a las 7, nos paramos a las 12 y arrancamos a la una y paramos a las 3:30. Se trabaja como un burro, pero estoy supercontento porque le puedo comprar cosas a la niña y hago mercado todos los sábados. Estoy guardando para cuando vengan los tiempos difíciles".

¿Cuántos empleados hay? Le pregunto porque ya tengo unas cuentas en mi cabeza

Nueve y el que menos gana soy yo. El soldador gana 120 semanal. El ingeniero gana 250. O sea que el ingeniero se mete mil dólares al mes.

Pero nueve trabajadores con ese salario, significa que esos contratistas pagan en puro salario cuatro mil dólares al mes

Y los contratistas nos están apurando porque tienen otro contrato, para otra empresa. O sea que cuando salgamos de allí, ya tenemos trabajo todos, por lo menos otro mes, o dos. Y estando en este trabajo, me fueron a buscar para que fuera a trabajar con una empresa que va a hacer estantes de metal.

Román cuenta que sus ingresos le han permitido no solos recuperar la difícil situación de la casa, sino echarle una mano a sus padres, quienes viven en Central Tacarigua, pero atenidos a una pensión. "Ahora me llego con un pollo y un mercado para que pasen la semana. Los viejos estaban muy pelando bolas y yo estaba angustiado porque no los podía ayudar. Pero fíjate como son las cosas, yo le eché bolas sin rendirme".

Tú crees que eso es un indicativo de que hay una recuperación económica en el país

Bueno, lo que te puedo decir es que la mayoría de mis amigos que estaban todos pelando bolas, ahora tienen trabajo. Ya volvieron al dominó, el sancocho y la caja de cerveza allá en el Central, lo que quiere decir que se están recuperando, porque todos son como yo, casados, tiene uno o dos hijos y hacían cualquier cosa para ganarse 5 dólares para llevar algo para la casa. Ahorita se reúnen, compran un kilo de costillas, dos cajas de cerveza y se sientan a jugar dominó sábado en la tarde y domingo. La mayoría hasta estamos trabajando el sábado al mediodía. Yo de eso no sé mucho, pero para mí esa es una recuperación económica.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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