Binóculo Nº 404

La ilusión de Latinoamérica

Si algo tiene el imperio es su extraordinaria capacidad de asimilar los golpes y aprender de ellos. Ergo, diseña una estrategia para enfrentar ese golpe y garantizarse que jamás se lo vuelvan a dar. Le pueden dar uno diferente, pero no el mismo.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas armadas gringas, editaron manuales que superaron todas las tácticas de la guerra recién concluida, y puestos en práctica en la Guerra de Corea (1950-1953), en donde pusieron al frente a los coreanos del sur y de países asiáticos aliados para que fueran la primera carnada. Pero en la Guerra de Vietnam, aparecieron no solo nuevas tácticas, sino técnicas, incluso incorporando nuevas armas en forma masiva como eran las químicas (Napalm, Agente naranja, Fósforo blanco y otros) y las biológicas (gripes y enfermedades para afectar no solo a la población, sino a los animales que eran sus alimentos). También en Vietnam se estrenó la tesis de tierra destruida ue superó a la tesis de tierra arrasada; es decir, que las bombas cargaban tales componentes químicos que volvían infértil a la tierra, no productiva. Hoy, se estima que entre un 25% y un 34% del territorio vietnamita, no sirve para nada. Algunos expertos calculan que se necesitan cien años para que esa tierra sea productiva. Vietnam fue un laboratorio de la guerra moderna después de Bretton Woods y la ONU. Sin embargo, los vietnamitas ganaron la guerra. Y los americanos aprendieron de esa derrota.

A comienzo de los 80, las tesis se centraron en utilizar al mínimo a las fuerzas estadounidenses, a menos que fuera estrictamente necesario. Los costos sociales internos eran demasiado altos (muertos, mutilados, locos). La desintegración de Yugoslavia fue una muestra de ellos, la división de países africanos como Ruanda, o Somalia, es una muestra de ello. En ninguno actuaron las fuerzas gringas, pero todo el mundo sabía que estaban metidas sus cochinas manos.

Ya a finales de los 80, se pusieron en práctica las tesis de Guerra de Cuarta y Quinta Generación. Muchísimos más exitosas que esa fea demostración con tanques, aviones y pedazos de cuerpo por doquier. La tesis era hasta simple: crear el caos interno con boicots económicos y estimular a la oposición a cualquier gobierno. Es suficiente para implosionarlo. Parte de ella la vimos en el Chile de Allende. En este momento podemos verla en Bielorusia, en un intento por acabar con un gobierno aliado a Rusia.

En realidad, a esta ofensiva de finales de los 80, se les conoce como la Revolución de los colores: Vede, Azafrán, Rosa, Naranja, Tulipanes, Cedro, Jazmines, Blanca, etc, han sido aplicadas en países cuyo denominador común es que ninguno es afecto a Estados Unidos.

Por otra parte, ese proceso histórico que yo denominé Chávez, pero que fue continental, fue táctica y estratégicamente bien enfrentado por el imperio. Atacaron varios flancos y no dejaron nada al azar. Las oposiciones internas generando problemas, los medios de comunicación haciendo campaña de desinformación, boicots económicos, obstrucción de la producción interna de los países: soya (Argentina) petróleo (Venezuela y Ecuador) industria (Brasil) quesos, charcutería, carnes y vinos (Uruguay); ataque a las cuentas bancarias y la capacidad de financiamiento de estas naciones, básicamente las del grupo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). Y cerraron con broche de oro, con el invento de subterfugios jurídicos para detener el avance de los proyectos de desarrollo conjunto y crecimiento de la región. Por esa vía destituyeron a Dilma Rouseff en Brasil.

En mi opinión, creo que solo Hugo Chávez y Néstor Kirchner, tenían claro el problema y la necesidad de diseñar estrategias para el enfrentamiento. El argentino murió y el venezolano fue asesinado. Y con ello se acabó todo.

Es por eso que es una ilusión banal el creer que el Evismo volverá a Bolivia, a pesar de la victoria aplastante de Luis Arce. Cuando las trasnacionales de los vehículos vieron materializado un carro, hecho totalmente en ese país, alimentado además con litio, aceleraron el proceso de derrocamiento. No es nueva esta metodología. Las trasnacionales del refresco impulsaron la matanza de un millón de ruandeses en enfrentamiento entre grupos tribales, pues necesitaban el agua de ese país para sus refrescos.

Es decir, es un error creer que con las gigantescas movilizaciones que se están haciendo y las que se están planificando, en distintos países de la región, acabarán con el enemigo y retornará un gobierno por lo menos progresista. Si algo aprendió el imperio en que quien se fue, no regresa. No existe una sola experiencia histórica que diga lo contrario. La historia está llena de gigantescas movilizaciones detenidas a sangre y fuego. Y para ello están los organismos internacionales que lo avalan como la OEA, que terminó siendo el instrumento más perverso al servicio de los poderosos. Es por ello que -con toda seguridad- ya está preparado un subterfugio nuevo que abortará las aspiraciones del pueblo boliviano y el triunfo de Arce.

Lenin habló de la revolución violenta del proletariado. Para el Che, no era posible tomar el poder si la lucha armada. Yo insisto, las revoluciones no son pacíficas, y las que lo han sido, terminaron en el más profundo de los fracasos. O terminaron en algo peor: una revolución que no es una revolución. Una especie de reformismo donde se erige un grupo de poder que suplanta al que existía, pero no para hacer la revolución, sino para convertirse en el nuevo poderoso; con un agregado nuevo: la entrega a las Fuerzas Armadas de un porcentaje del país, a fin de mantenerla contenta. El pueblo es el gran sacrificado.

Caminito de hormigas…

El grupo de policías municipales que controla la estación de servicio Hipódromo, ubicada en Flor Amarillo, no es una mafia, sino una banda, caracterizada por el chantaje, el amedrentamiento, la amenaza pública, el trato grosero, la vejación y el maltrato a los ciudadanos. Cada policía tiene una cuota de diez carros para vender el combustible en dólares. Solo 140 carros de quienes hemos hecho cola por tres días, reciben gasolina. No siempre, porque si aparecen militares, falsos médicos, o cualquier funcionario público, los pendejos nos jodimos. No conozco a Alejandro Marvéz, pero me dicen que es un hombre ecuánime. Espero que ordene la remoción de esa banda de inmediato. Por el bien de la ciudadanía… Y de los resultados electorales del 6D.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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