Auditórium

Guaidó: ¿Saltó la talanquera?

“La guerra es la continuación de la política por otros medios. Los conflictos se resuelven, por consenso o por violencia”.

Carl Von Clausewitz.

La táctica que le esperan a los chimbos ‘Navy SEALs’ de Guaidó, dejados en la estacada: es cárcel, hospital, y cementerio, parece ser las seguidillas chapuzas del interino: Macuto, y Chuao dixit. ¡No están tan mal, estos impulsos suicidas!

Los presuntos ‘desembarcos’ en Macuto, y Chuao, las armas, pertrechos, embarcaciones, vehículos, presos en calzoncillos, a través de las fotografías, que hemos visto difundidas, por los medios de comunicaciones globales, son burdas, ridículas, y se encuentran condenadas al fracaso de antemano. La desesperación de esta clase ‘impolítica’ solos o inducidos, es tan grande que vemos muchos intentos derrotados, en los procesos de suplantación vía política o militar, del gobierno bolivariano de Nicolás Maduro iniciado hace 7 ½ de años, pero con acontecimientos precipitados desde Mayo del 2018, sucesos tras sucesos fallidos.

En los tiempos de crisis, los hechos históricos se desaceleran, y se conjuran las viejas estrategias, los viejos liderazgos, y las viejas mañas. La crisis social venezolana profundizada este año 2020 con el nuevo invitado a esta parranda, como lo es el fatídico coronavirus, los intentos fallidos de la salida forzada de Maduro desde el 2014, se aparece como tragedia, ante la memoria social nuevamente, con la ‘cagada del desembarco militar’ en Macuto en el estado venezolano de la Guaira, y en las playas de Chuao en el otro estado venezolano de Aragua, en tiempos de guerra de IV generación, con muertos, y detenidos, esa ‘fuerza especial militar de asalto’ fue derrotada por policías, soplones, y pescadores, no es como un acabado error histórico, sino como el convencimiento de las continuas traiciones entre las clases políticas, empresariales, y militares. La delación, y la llevada de estos venezolanos al matadero, a una muerte segura. ¿Es el preludio de la caída de la máscara de Juan Guaidó, y los restos de PJ, VP, que en las calles, es vox populi, sobre Guaidó, PJ, y VP, que son unos comodines del gobierno? El apoyo de sus dirigentes principales a Joe Biden ha prendido las alarmas en el Pentágono, y empiezan las sospechas de traidor hacia Guaidó, así como en criollo se le conoce con el remoquete de salta talanquera.

Ya han presentado un detenido, y un muerto Cliver Alcalá Cordones preso en Nueva York, y el Capitán Robert Colina -alias Pantera-, presuntamente muerto en Macuto, evidencias en clara alusión, según el gobierno bolivariano, en contra del ‘interino’ Guaidó. El ‘interinato’ que representa, queda ahora convertido en un bastión de la revolución, con estas bajas, aunque niega tener algún nexo con esta gente, de todas maneras se encuentra en una crisis terminal. ¡Poniendo en evidencia, salvo que se invierta la carga de la prueba, de que saltó la talanquera en forma descarada, en Washington, y Caracas!

Guaidó hace meses debió renunciar a esa ilusoria investidura ‘presidencial’, pero su ´’gobierno interino’, a pesar de haber, ha dado la espalda a sus colaboradores militares, muertos de hambre en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta, y ahora con el apoyo reciente de sus representantes en Washington Carlos Vecchio, Miguel Pizarro, y Leopoldo Martínez, ahora aliados de Joe Biden, rival presidencial de Donald Trump, en las elecciones de USA, el 3 de noviembre del 2020.

Las marchas de respaldo del pueblo en apoyo a estos presuntos malas copias de los ‘Navy SEALs’ dados de baja en Macuto, no se vieron por ninguna parte, donde solo se ve un puñado de pescadores, y “primeras líneas” siendo escoltados por el faes, y policías estadales, y municipales, en contraste con la ausencia militar mayoritaria.

¿Puede existir algo más irresponsable en un gobierno interino, que consiente este nivel de alta exposición a la muerte de sus presuntos aliados?

La estrategia que se ha puesto en marcha se sustenta en la tesis elaborada por sus estrategas militares fracasados como las del 30A de 2019, en la Carlota, que sostienen que Guaidó, antes que cualquier cosa, debe garantizar la transición.

La vieja tesis fatalista del “peso de la noche” ha sido invocada en auxilio de quienes están siendo masacrados por las fuerzas policiales afectas al gobierno de forma casi completa.

Es más que evidente que la transversalidad del “interino” quedará aplastada por la tozuda e ideológica posición del “estalinismo”. Esto causa pavor en la élite opositora que desconoce el arte de la guerra, y le hace invocar sus inmemoriales tácticas del gato, de apoyar la violencia tras bastidores, para generar un clima de tensión social donde se haga necesaria la intervención militar.

Obviando políticamente. El decreto de “cuarentena ilimitada”, y otras iniciativas de control social, que son la evidencia del fracaso de este gobierno en materia del orden socioeconómico, y político. Un decreto sencillamente delirante, y mal hecho. En todo caso, este lastre llevará menos tiempo que el inminente estallido social. Sencillamente, no han cumplido su promesa de reducir la hiperinflación, la escasez de combustible, y el deterioro hospitalario.

El gobierno también está quebrado en materia de orden alimentario, y pretende apagar el incendio con gasolina.

Pero la tesis de imponer el control social, el toque de queda, y la represión a cualquier precio les está fracasando en el apoyo popular, las encuestas callejeras están hablando. En primer lugar, porque los esfuerzos deberían ir en el sentido de dar conducción al proceso de reconstrucción de la economía. Pdvsa ya está muerta. Esto no tiene vuelta atrás, con este modelo. Ya es notorio en este campo petrolero. Ya ha Ingresado al sentido común el hecho de, que el confinamiento por el virus chino, está hecho para favorecer los intereses de la nomenklatura. Ya se empezó a mover la frontera. Por más palos, cárcel, y cementerio que le den a esos desordenados, y locos ´Navy SEALs Criollos’, esto no cambiará.

Porque la fuerza social hambrienta, que acompaña a este movimiento revolucionario, no tiene precedentes, y es suficientemente transversal, y esclerosada por la pandemia de la mala calidad de vida, para seguir mostrando un falso apoyo al gobierno. El descontento social no cesará por la fuerte represión de Guanare, Petare, Macuto, Chuao, ni por miedo al coronavirus. El camino cubano es un callejón oscuro en el cual el gobierno pretende meter a militares, policías, no alineados, y a la misma Asamblea Nacional de los dos bandos. Todos juntos de la mano en contra de un pueblo que se cansó de esperar la anhelada justicia social.

¿Qué raro que los ojos perdidos, y las represiones perpetradas por las fuerzas policiales, este fin de semana sean, en su mayoría, hacia personas comunes que protestan por un país mejor, y no hacia los delincuentes que saquean, y queman un país?

El gobierno está abriendo las puertas del infierno, y quiere meternos a todos adentro. Amanecerá y veremos.

Percasita11@yahoo.es


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4024 veces.



Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

Visite el perfil de Edgar Perdomo Arzola para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: