Cuando las “opciones sobre la mesa contra Venezuela” por parte Trump y su gobierno parecen agotarse una a una sin terminar de dar con el ansiado fruto, la intervención militar parece ir quedando como recurso final para acabar con el gobierno de Maduro e imponer un gobierno favorable al imperio estadounidense.
No debería sorprender a nadie entonces la reciente orden ejecutiva que prohíbe las transacciones y negocios con el sector privado estadounidense y a quien haga negocios con el gobierno venezolano.
Coincidimos con el planteamiento de Gino quien afirma que “En estos momentos el gran partido de masas es La Patria. Es vital que se entienda que la soberanía nacional no es asunto que concierne sólo al gobierno, sino a todo el pueblo”.
Pareciera que el discurso antiimperialista impuesto por el chavismo oficial y sus dirigentes, en muchas ocasiones, termina pareciendo meras excusas de un gobierno antipopular sentenciado de muerte.
Las contradicciones que prevalecen en un gobierno y en una revolución que durante 20 años ha “dormido con el enemigo”, parece indicar que como lo afirma Gino fallamos en términos propagandísticos cuando insistimos en “convencer a los convencidos” y nos olvidamos que aunque muchos pueden están descontentos con lo que pasa y por tanto haber tomado distancia del chavismo, ante la gravedad de las amenazas contra la soberanía, conservan aún reservas de patriotismo ante la amenaza real de una invasión.
No es casual que el más importante líder del sector militar, como lo es el Ministro Padrino López, haya expresado que es tiempo de ir mucho más allá de los pensamientos partidistas pues se trata de un asunto de defensa de Venezuela
Para no seguir citando a Gino invito a leerlo y a difundir lo que plantea en su artículo Unidad Nacional en Defensa de la Patria en el portal Misión Verdad.
Nadie puede pretender que se ponga a un lado el núcleo duro del chavismo en los tiempos que vivimos, pero más que vencer parece indiscutible que el chavismo está llamado a convencer a millones de venezolanos que a pesar de las deficiencias, las debilidades, los errores y las fallas del gobierno de Maduro, lo que ningún venezolano que realmente sienta amor propio por un país libre y soberano debe hacer es admitir que los Estados Unidos, su gobierno y quienes le sirven de lacayos nos impongan las decisiones que sólo internamente debemos tomar los venezolanos de manera libre y soberana.
