Gracias...

Gracias por hacernos sentir grandes.

Gracias por hacernos sentir Hijos de Dios: Vivir en victoria, triunfantes, ganadores

Gracias por ser pueblo conciente de la existencia del amor, de la honestidad, de la hermandad, de la verdad.

Gracias por la humanidad compartida en una sola intención: seguir en el camino del amor, que es nuestra naturaleza.

Gracias, por lo henchido de nuestro corazón, por las lágrimas de alegría, por la sonrisa de nuestros hermanos, por el entusiasmo de la gente, por los brazos en alto que se levantan para alabar, los mismos que se cierran para abrazar una esperanza que no se irá.

Gracias al padre, al hijo, al hermano, al tío, al primo, al esposo, al cuñado, al yerno, al suegro, al abuelo, al paisano, al compatriota, al amigo, al presidente.

Gracias por creer en su gente, gente que conoce y reconoce como su patria grande: Grande en humildad, en generosidad, en fortaleza y en espiritualidad.

Gracias siempre, gracias puras, gracias limpias, gracias desenfrenadas.

Veinte y seis millones de gracias, gracias por lo que se contó y por lo que no se contó.

Gracias por lo visible y por lo invisible.

Gracias por el niño que sonrió, por la madre que amamantó, por el viejito que caminó, por el enfermo que mejoró, por el ciego que vio, por el que estudió, leyó y aprendió, por el pueblo que sufragó.

Millones de gracias que se hicieron realidad, en los ojos de un pueblo que se quiso revelar, en el grito de victoria que salió con la verdad: ¡Victoria Popular!

Nuevamente, gracias, por hacernos sentir libres, elevados, motivados, enamorados.

Eternamente agradecidos al pueblo venezolano por permitirnos un presidente que nos hace sentir orgullosos de ser lo que somos: venezolanos.

Al pueblo: ¡Gracias siempre!

nimiaramirezr@cantv.net



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