Chavistas originarios e hijos de Chávez ( Juan Barreto y Maduro) disputan por la herencia

¿Quién iba a pensar que el debate entre quienes acompañaron a Chávez tomaría ese rumbo?

Hay grupos, tanto en el gobierno como fuera de él, se consideran chavistas genuinos. Serían ellos los portadores de la brújula y claves que supuestamente dejó el comandante para interpretar el porvenir venezolano y ejercer como representantes de los venezolanos deseosos de cambiar este país. Si algún rasgo caracteriza cada porción de manera particular es que quienes están dentro del gobierno, es decir desempeñan los cargos del Estado, se definen como hijos suyos y los de fuera "chavistas originarios". Pero debo advertir para obviar malas interpretaciones, que el presidente Maduro, según un discurso que se usa al inicio del programa "La Hojilla" de Mario Silva, dado desde aquel autobús dentro del cual cayó un mango lanzado por una dama que necesitaba la socorriese la Misión Vivienda, "el pueblo es hijo de Chávez". No, no, es al revés; Chávez no es hijo del pueblo como normalmente alguien pudiera haber dicho, hasta el mismo comandante, sino como dijo Maduro, "el pueblo es hijo de Chávez". Entonces como uno es hijo del pueblo, Chávez vendría siendo nuestro abuelo. Nosotros seríamos nietos, pues la alta dirigencia del Psuv asume que es también hijo o hija, de donde ellos serían hermanos o hermanas del pueblo y tíos y tías de uno. Por eso uno no es heredero directo o no tiene vela en ese entierro y menos nada que opinar.

Como Juan Barreto, pese estuvo si no cerca del presidente, por lo menos en posiciones altas, como Alcalde Metropolitano, en el MVR, pudiera ser entonces hijo de Chávez, pero un hijo morganático, tanto que fundó su partido aparte llamado REDES que se fue a medrar en torno a esa entelequia que llaman GPP. Pero hijo al fin, como ya dije, él posiblemente cree que hijo es hijo y con derecho a herencia. Por eso se ha definido como "Chavista originario". Ante ese reclamo de Barreto, pues de prosperar tendría derecho a las banderas y muchas cosas más, aunque no sea al gobierno, porque eso no pasa por los tribunales ante el cual aquello dilucida, el presidente le respondió de manera muy pedagógica, elegante, bella y hasta sensible, como quien habla a un hermano aunque sea sólo medio hermano, "Qué vulgaridad tratar de llamar chavismo originario a la corrupción, a la descomposición, a la putrefacción". https://www.aporrea.org/actualidad/n333396.html. Calificó eso de vulgaridad incurriendo en lo mismo. Algo así como cachicamo llamando a morrocoy conchúo.

Tal respuesta, aparte de no aclararme nada acerca de lo que cada quien defiende, me confundió. No sé si Barreto es eso que los calificativos – dale con los calificativos, empeñados en oscurecer todo debate – definen, más si tomo en cuenta que hasta hace poco formaba parte del GPP y él, al parecer, se fue, digo yo que no paso de ser un mirón de lejos y hasta de palo, decepcionado. Y decepcionado se quedó, como la gente del PCV, porque pese estar entre los "aliados", sólo les toman en cuenta en campaña electoral. Y este proceder, me consta, que se puede abonar a favor de Maduro, no es de ahora, es el mismo de 1998. En eso, si es verdad que Maduro ha sido fiel al comandante.

No he sabido que a Barreto lo hayan expulsado y siendo eso que dice el presidente debieron hacerlo, pues quien calla otorga y se vuelve cómplice por omisión. No he sabido le hayan enjuiciado por corrupto. Como si sé que fue muy mal funcionario y la gente del gobierno central, empezando por Chávez y parte de sus hijos, le toleraron y hasta con él convivieron en santa paz.

¿Pero que hizo Barreto para merecer ese exquisito y hasta poético calificativo presidencial, además muestra de un excelente recurso pedagógico para manejar las diferencias que termina en la palabra putrefacción, que es en sí misma como un final, por lo menos un punto del llegadero para seguir a otro degradante?

Veamos lo que hizo. Primero fue a buscar "otras alternativas de cambio para salir de la crisis, del laberinto y de la creciente polarización". https://www.aporrea.org/tiburon/n333303.html

Pero Barreto, en buscar alternativas, creo se equivocó de ruta, posiblemente iba a un sitio y por el rollo que significa la crisis del transporte cogió el autobús que no era y fue a parar a la OEA y estando allí, como quien se deja llevar por la inercia, intentó hablar con quien no debía hacerlo, con Almagro. Pues eso sería como reconocerle y dar por buena su mediación y hasta injerencia en los asuntos venezolanos. Nada vale su excusa, según la cual "Eso no significa arrear banderas y subordinarse a la agenda de Almagro porque no vamos a darle la razón, ni el beneplácito, ni iríamos allá para apoyarlo". Pues se desmiente así sólo de pensarlo como pertinente para mediar o intervenir en nuestros asuntos. Pues si algo bueno ha hecho Maduro es, ante aquella cayapa y falta a la soberanía venezolana, fue salirse de la OEA.

Por cierto que esas palabras de Barreto forman parte de unas declaraciones dadas a otra de esas hijas no sé si descarriadas o aventadas por la dulce pedagogía que Maduro despliega para manejar las diferencias entre hermanos.

Quienes no somos dirigentes del Psuv, pues no fuimos hijos de Chávez, pero si hijos del pueblo y por lo que dijo Maduro – habiéndolo dicho este es algo como la voz de Dios y del Registro Principal -, entonces somos nietos de Chávez, no podemos reclamar nada porque la herencia a uno no llega hasta que el pueblo todo sucumba, lo que pareciera pronto llegará de acuerdo a la relación entre precios, salarios y la "calidad" de los servicios, pero antes sucumbiremos, tenemos que conformarse con esperar que sus hijos, nuestros tíos, aclaren las dudas. Pero las dudas no sólo se atienen a la disputa por lo formal, las banderas, discursos que habiendo sido brillantes y hasta pertinentes en un momento concreto necesitan ventilarse ante la los hechos nuevos, sino que incluyen el por hacer de ahora.

Barreto cogió para donde no debía. Fue a darle pertinencia a Almagro en un asunto que para nada le incumbe y uno menos quiere que eso llegare a suceder. En lo que parece, según sus palabras, un intento de parar la invasión gringa, pues "En estos momentos sobre nuestro país se ciernen trompetas de guerra como nunca antes", incurre en el desliz de invitar a Almagro y la OEA meterse en asuntos de familia. Barreto, parece no haberse dado cuenta hizo exactamente lo mismo que antes los voceros de la MUD.

Pero el presidente que, por más que sea, no tiene los papeles en absoluta regla para llamarse el heredero indiscutible de Chávez, ni como su único hijo, porque reconoce que hay muchos, tampoco su vocero y en última instancia y lo que daría más pertinencia, no tiene el rábano por las hojas en eso de representar la voz genuina del pueblo y controlar el ritmo y destino de la marcha de eso que llaman el proceso revolucionario, debería pronunciar un discurso en regla. Ese que muestre coherencia entre lo que dice y hasta pretende ser. Porque el pronunciado para pretender descalificar a Barreto y a todo aquel que de sus prácticas y discursos discrepe, debería ser mejor elaborado, más inteligente, menos salpicado, porque pese nos crea brutos, algo de Chávez y de tantos antes que éste, a uno se le ha pegado. Eso de "descomposición y podredumbre", lanzado así como quien bota la basura al voleo y en la calle, aparte de ser pedagógicamente deleznable suena por demás desagradable a los oídos.

Por todo eso, en esa discusión entre Chavistas originarios y los hijos de Chávez, uno no halla en cual palo ahorcarse. ¿Con quien tú etá?

 



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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