Este gobierno no es tan malo como muchos piensan

Estamos acostumbrados a juzgar a las personas y los acontecimientos por los resultados o consecuencias inmediatas que observamos. Sin embargo, no todo lo que brilla es Oro ni todo lo que huele mal es M….

La historia la podemos analizar mejor a medida que transcurre el tiempo, pues de esta manera estamos más libres de presiones, compromisos, fanatismos, y otras ataduras que parcializan nuestro juicio.

Chávez, sin quererlo, o quizás por querer demasiado al pueblo nos causó un gran daño, así como Maduro, por querer aferrarse al Poder o perpetuarse en

el mando, nos está haciendo, sin proponérselo, un enorme bien, aunque, para muchos de los afectados ha sido muy doloroso y es tal vez por este dolor que se dice que "las guerras y el sufrimiento son parteras de la historia".

En efecto, es conocido por todos, que la mayor preocupación del Comandante era saldar rápidamente la enorme "deuda social acumulada" por el Estado Venezolano. Por esta razón, terminó pagándola de la manera menos conveniente posible, es decir con bienes de consumo, muchas veces superfluos e innecesarios y dineros que muy pronto fueron a favorecer las arcas de del gran capital nacional e internacional, pues así es como funciona el capitalismo.

Hubiera sido mucho más beneficioso para toda la población y el país en general, que esa deuda se hubiese saldado con bienes de producción, adiestramiento, facilidades para establecer pequeñas y medianas empresas de producción y de servicios. Es decir, estimulando la actividad productiva nacional para diversificar la economía y depender menos de los productos importados.

Pudimos haber modernizado y desarrollado la agricultura y la ganadería, el agro venezolano en todo el territorio nacional, la agroindustria, la producción de equipos y maquinaria en colaboración con las universidades y todas las instituciones del país, etc., con unidades productivas eficientes, tecnológicamente avanzadas, dotadas de confortables viviendas, centros de salud, centros educativos, centros sociales y de servicios que brindaran excelente calidad de vida, en todo el territorio nacional de tal forma que hoy fuéramos una potencia alimentaria moderna, pues para eso contamos con más de treinta millones de hectáreas cultivables, aguas abundantes, un clima paradisiaco, vías de comunicación, un pueblo amante del campo, en fin, todas las condiciones para producir todo tipo de alimentos y darles valor agregado de alta calidad.

Solamente con los dólares denunciados como desaparecidos en CADIVI en 2012 y que aun no han sido recuperados por falta de voluntad del gobierno nacional y de la "dizque oposición", pudiéramos haber construido más de 3.000 Unidades Productivas de unas mil hectáreas por unidad, con capacidad para albergar y generar trabajo a doscientas familias cada una, dotadas de viviendas de calidad, centros de salud, centros educativos, club social, comedores, etc., así como también toda la maquinaria, vehículos, equipos modernos necesarios, planta eléctrica, etc. Con estas Unidades Productivas se hubieran podido desarrollar armónicamente más de tres millones de hectáreas en todo el territorio nacional, se hubiera solucionado además el problema de vivienda, trabajo, comida, salud, educación y esparcimiento de más de dos millones de venezolano(a)s, viviendo placenteramente en el campo. Aprovecho la oportunidad para invitar a ver: "Una Propuesta Agrícola Nacional" http://propuestaagricolanacional.blogspot.com/

Pero no solamente el gobierno logró desestimular el trabajo productivo del venezolano. Además, con sus políticas populistas, el gobierno logró convencer al más terco amante del trabajo productivo, que en solo ocho días, con los dólares otorgados por CADIVI, podría obtener, viajando a cualquier país, o raspando una tarjeta, mucho más dinero que lo que ganaría durante un año trabajando en Venezuela. Similarmente, los empresarios ganaban mucho más, comprando dólares bien baratos a CADIVI y vendiéndolos bien caros en el mercado paralelo, que produciendo en el país. En estas condiciones, ¿a quién se le iba a ocurrir realizar un trabajo productivo en Venezuela? Todos se volvieron expertos en llenar carpetas para solicitar dólares a CADIVI, lo cual contribuyó a generalizar la corrupción en el país.

Como resultado de esos lamentables errores, gran parte de la población venezolana, no está capacitada para desempeñar un trabajo productivo y los que sí lo están, encuentran demasiados obstáculos para realizarlo.

Desafortunadamente, no se estimuló el trabajo productivo en la población, sino más bien el consumismo desmedido, el ocio, los viajes al exterior, las continuas marchas de apoyo al gobierno, etc. Demasiado tiempo transcurrió para que se creara la Gran Misión Saber y Trabajo, pues no fue sino hasta el 2012 (después de trece años de gobierno), cuando se implementó, y además de una forma muy tímida y desganada por parte de las diferentes instituciones del país, tanto privadas como públicas.

Chávez se preocupó por darle al pueblo dólares para que viajara, para que comprara televisores, equipos de aire acondicionado, carros, etc., pero no lo estimuló para adquirir herramientas, equipo de trabajo, para incentivar la producción de la pequeña y mediana industria. Para crear pequeños y medianos centros de producción en todo el territorio nacional. Hoy estamos pagando las consecuencias de esa errada política. Se desaprovechó demasiado, el tiempo que tuvimos de "vacas gordas", pensando que tal vez nunca se acabaría.

A pesar del entusiasmo aportado por el Comandante Chávez, la Gran Misión Saber y Trabajo no tuvo el impulso necesario para dinamizar la actividad productiva del país y convertirnos en una sociedad menos rentista y más independiente de las importaciones. Como siempre, le hizo mucha falta la colaboración de sus "colaboradores más cercanos". Allá ellos con su conciencia.

La población en general se tornó más consumista y menos dispuesta para el trabajo productivo, dando como resultado, que la actividad productiva y de servicios en el país hoy se encuentra muy deprimida y es casi nula en la actualidad, con el consecuente descenso de la calidad de vida del pueblo venezolano.

En el caso de Maduro, las intenciones han sido muy diferentes, y posiblemente esto será lo que determinará un cambio decisivo en la actitud del pueblo venezolano. Desde un comienzo se ha empeñado en aferrarse al poder, como sea. Se ha valido de la cultura presidencialista del pueblo venezolano, se ha apoderado del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI), el cual pertenece es al pueblo venezolano, ha adquirido otros medios privados para lograr una hegemonía comunicacional. En su condición de Comandante en Jefe de la FANB, controla toda la fuerza armada nacional, PDVSA, CVG, BCV, etc. Ha logrado someter a todos los Poderes Públicos, e incluso ha podido imponer arbitrariamente una anc completamente ilegítima, (JDP Junta Dictatorial Pseudoconstituyente), la ha denominado Felipe Pachano, pues ha violado la CRBV al adjudicarse la soberanía popular -intransferible posesión del pueblo- y asumir ilegítimos supra-poderes, y que tiene atemorizados a casi todos los dirigentes políticos venezolanos. Todo lo anterior le ha permitido hacer y deshacer lo que ha querido con el pueblo venezolano.

Mientras tanto, solo la corrupción, el crimen, el comercio informal o ilegal, el contrabando, el robo, el bachaqueo, etc., pueden practicarse sin afrontar muchos riesgos y sin pagar impuestos. Las otras actividades se encuentran completamente desamparadas por el Estado.

Por todo lo afirmado anteriormente y en vista de que ni el gobierno ni la "dizque oposición" presentan planes ni a corto, mediano o largo plazo, como no sea entregar a las empresas transnacionales todas las riquezas del país como son el petróleo, el oro, el hierro, el coltan, las tierras, etc., el panorama para Venezuela se presenta muy sombrío, poco esperanzador, muy cargado de pesimismo y llegando al borde de la desesperación. Lo único que crece en Venezuela es la pobreza, la corrupción, la escasez, el desabastecimiento, la desesperanza, etc.

Por las razones expuestas anteriormente, varios millones de venezolano(a)s frustrado(a)s, especialmente jóvenes, han optado por abandonar el país, buscando sobrevivir en cualquier otra parte, soportando la terrible condición de ser inmigrantes sin ninguna garantía legal y muchas veces, por desgracia, pereciendo en el camino.

Esperamos, que los emigrantes que han tenido que huir de Venezuela, con profunda tristeza y lagrimas en los ojos, aprendan en otras latitudes a valorar mejor el tesoro que han abandonado, al dejar su patria, su familia, sus amigos, sus seres queridos y un día decidan, quizás no demasiado tarde y puedan regresar, cargados de ilusión, experiencia, ánimo y optimismo suficientes para reconstruir el país que unos mal llamados revolucionarios han tratado inútilmente de destruir.

Ante tan lamentable situación, no tardará el Bravo Pueblo de Venezuela en sacudirse, Dios quiera que sea de manera pacífica, ordenada y bien organizada, pero con contundencia nacional, y proponga e imponga un gobierno legítimo, justo, responsable y honesto, donde imperen los valores éticos y morales, donde el Poder Popular determine las decisiones que deben tomar los gobernantes, sean quienes sean. Esto será inevitable debido a las continuas y permanentes vejaciones, irrespeto, imprudencia y humillaciones que han mancillado al noble y valeroso pueblo de Bolívar, Rodríguez, Zamora y Chávez.

Si esto sucediere, tendríamos que aceptar que: "Este gobierno no es tan malo como muchos piensan".

¿Es que acaso, ese pueblo oprimido, esa gran mayoría, no puede reunirse, dialogar, hacer asambleas en las fábricas, convocar a sus sindicatos, sus colectivos, sus universidades, a su Fuerza Armada y manifestarse exigiendo sus derechos y deberes ante esa dirigencia irresponsable e inmoral, que al llegar al poder ha convertido al Soberano en súbdito?

Nos han acostumbrado a esperar que un mesías venga a solucionar todos nuestros problemas, que personajes de otros países nos dirijan y tutelen nuestras conversaciones, los diálogos, los procesos electorales, etc., pero lo cierto es que el país lo deberemos hacer entre todos nosotros, escuchando y haciendo propuestas con compromisos responsables.

Para que una sociedad funcione correctamente, deben estar la libertad y la responsabilidad presentes y simultáneamente en todos sus habitantes.

¡Tenemos la oportunidad, la necesidad y la obligación de asumir la responsabilidad en estos momentos decisivos para nuestro país!

Es el pueblo movilizado y en lucha, el único que podrá restablecer la democracia, que escasea tanto o más que los medicamentos y los alimentos

en nuestro país, pero para lograrlo, el Pueblo Unido tendrá que tener, algo que nunca ha tenido: el control total de los medios públicos de Comunicación e Información, sin los cuales, la lucha es inútil.

¡Ahora le toca al Pueblo!

05 /02 / 2018



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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