Concebido una idea de dogmas

Según esos principios anarquistas, es falsa y está podrida la base del Estado y, con ella, todo nuestro orden social, todas las reformas del sistema de gobierno, ya sean democráticas, filantrópicas, pacifistas o revolucionarias, porque las consideramos inútiles e insuficientes. Ningún parlamento, y menos aún una revolución, son capaces de librar a la nación de ese enemigo que se llama la Fuerza; si una casa tiene los cimientos hundidos no hay por qué apuntarla y sostenerla; mejor es abandonarla y construirse otra.

Lo que hay que variar no es precisamente las relaciones entre el pueblo y el gobierno, sino que hay cambiar al hombre en sí: en vez del poder del estado, lo que ha de dar unión al pueblo ha de ser un impulso interno de fraternidad. Mientras esa fraternidad no logre sustituir a la forma actual, forzosa, que una al pueblo, lo que recomendamos, una verdadera moralidad que resida en lo más hondo de la conciencia individual. Como que Estado es sinónimo de Fuerza, el pueblo de ética no puede identificarse con el Estado.

Así, pues, lo que hace falta, un desligamiento de las conciencias fundada en la fuerza. Lenin no ha dado un solo paso más, teóricamente hablando, que el marcado en la frase: "Todo debe ser transformado". Así como Juan Jacobo, con sus escritos, fué abriendo la mina que, al fin permitió que la Revolución Francesa hiciera saltar a pedazos todo al reino. Lo primero deja bien claro lo que es "el hombre". "lo bueno", "lo malo", "los pecados", "La fraternidad". Ahora, han terminado todos los trabajos y calamidades; ahora el pueblo deberán reconocer cuán sencillo es el vivir: lo que molesta, se lo arrincona bajo de la mesa; se quita el Estado, la Religión, la Propiedad, para así, de un golpe, vencer al mal; la desigualdad de las clases sociales arriba, interiormente, dejando de ejercer la fuerza y evitando así que la revolución se haga desde abajo.

Si no fuera eso, ¿qué es lo que podría dar lugar a esa misión que siente en sí el revolucionario y que le hace presentir el fuego que se aproxima y el trueno que amenaza en el firmamento? ¿Qué es lo que le hace, si no, crisparse y atormentarse en los dolores de un renacer? Pero si les es dado presentir lo que viene, a ninguno les es permitido cambiar el curso del destino, la revolución.

¿Acaso es posible conformarse con que colosales recursos (dólares) financieros, los roben los políticos, y degradación, que tiene su expresión, lujo frente a la miseria y hambre en medio de la abundancia; mientras millones de personas padecen hambre y de ellas mueren de inanición?

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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