Bonóculo Nº 247

Emilio

No suelo escribir sobre las personas porque siempre me ha parecido una pérdida de tiempo. Los seres humanos tendemos siempre a creer en que nuestra razón es la que vale y de paso no es negociable. Por alguna lógica sin sentido, las personas están convencidas de que la verdad es una sola y la tienen ellos. Es un estigma de la sociedad. La prepotencia y la soberbia están por encima de todo. Las personas no están formadas para decir "me equivoque", "discúlpame" "te pido perdón" "te perdono". Por ello son incapaces de entender que en su accionar pueden estar equivocados, o pueden estar cometiendo un acto de injusticia.

Escribí sobre Soledad Bravo porque en parte fue mi marca personal. Fue por Soledad, mejor dicho por sus canciones, quiero decir por las que cantaba, porque no las que componía, por quien comencé a preocuparme por la injusticia social y por la lucha política, cuando acaso tenía once años. Allí terminé, en la militancia y llevando palos, peinillazos y tragando del mejor gas lacrimógeno en los tiempos de las revueltas estudiantiles, cuando los liceos eran verdaderas canteras de la lucha revolucionaria. Soledad es una pequeño-burguesa de la clase media caraqueña. Así lo entiendo. Incluso no me sorprende demasiado sus posiciones de derecha, porque no tiene formación política para otra cosa. Y además, casada con esa versión adocenada de Alexis de Tocqueville, no podía avanzar sino retroceder.

Y aunque no me gusta referirme a las personas en especial, hay algunas que por ser públicas, producen un efecto sobre el colectivo. Especialmente si se ganan la vida a costa de los demás. Hay una que me martilla desde hace mucho. Porque es cómico y actor, más o menos actor para decirlo de manera correcta. Y más o menos cómico en honor a la verdad. Y Emilio aunque no es un tipo formado, es medianamente informado. Vale decir, lee los periódicos, los malos periódicos, escucha alguna radio, la mala radio, ve película, las malas películas y probablemente aparte algún momento de su tiempo para escuchar a alguien decir cuatro cosas coherentes.

Pero ocurre con todos los cómicos venezolanos (ellos dicen que son humoristas), que tienden a involucionar porque de hecho, también la comicidad es un problema de formación, en todos los ámbitos de la vida. Si el cómico es culto, es bueno. Si no… Nuestros cómicos tienden a hacer lo mismo siempre, es decir, repetir el chiste porque suponen que al estar en otro escenario nadie lo escuchó. Y en el caso de Emilio en particular, no es solo repetir el chiste, sino la más deleznable de las tendencias: utilizar a la gente y su comportamiento como motivo de burla, subestimando por completo la capacidad de sus propios coterráneos y concluyendo que todos los venezolanos somos una manada de imbéciles, aborígenes, seres inferiores que deberíamos dejarnos conducir por los gringos.

Conozco el proceso de Emilio. Al menos el público. Era muy buen cómico en Radio Rochela. Era incluso el más avanzado de todos porque tenía un sentido del humor no contaminado por la burla, sino por la jodedera, por la ironía, por el humor negro, por la mordacidad y por la inteligencia. La involución comenzó una vez desaparecido ese programa de televisión. Supongo que por una posición política, comenzó a hacer humor de burla, de la mofa de las personas, incluso para conseguir un programa de televisión tan malo que no duró. En ese programa se notaba la carencia de intelectualidad y de manejo de la ironía, que es quizás el mejor componente para el humor. Todo ello hasta llegar a Miami, una ciudad que terminó siendo la cuna de los traidores y de los cobardes a donde todos corren para no perder lo que se robaron en el país. Y es donde pagan en dólares a los cómicos, el santo grial de quienes ven en los billetes verdes el nirvana de la vida. Para obtenerlos, cualquier cosa es buena, incluso arrastrarse, ser la Celestina de cualquiera, mover el cuadrito hasta que el amo diga.

Yo creo que Emilio ignora que el pana Simón está considerado el tipo más grande que ha dado los últimos doscientos años de la vida de la humanidad. No era un dios, ojo. Incluso sigo sin convencerme del fusilamiento de Piar, la entrega de Miranda, o la pérdida de la Primera República todas responsabilidades directas de él. Pero coño, había que ser muy arrecho para ver lo que sería una mierda de nación como Estado Unidos, cuando ese país apenas estaba saliendo del coloniaje inglés. "Mi Delirio sobre el Chimborazo" es una pieza de la literatura, literaria no política. ¿Cuántos estadistas de esa época les dictaban cartas a sus secretarios en cuatro idiomas diferentes y al mismo tiempo? Era venezolano. Fíjate tú.

Y Miranda, quien no estoy convencido si era más arrecho que Bolívar, pero más loco. Miranda esbozó conceptos fundamentales que años después Marx y Engels definirían como socialismo. Dicho de otro modo, Miranda habló de un socialismo que aún no existía. Colombeia era el país que él soñaba se construyera en este nuevo mundo. Esa era una propuesta super arrecha en esos tiempos.

Y acaso no era Simón Rodríguez el educador más avanzado de su época. No es Andrés Bello uno de los lingüistas más ilustres del mundo.

Yo creo que Emilio ignora que las primeras bombas de gasolina se hicieron en Venezuela y los primeros sistemas de comercialización también. Y que fueron venezolanos los que enseñaron a los gringos todo lo que hoy saben y más sobre petróleo.

Eso para no hablar de Convit, Teresa Carreño, Teresa de la Parra, Enrique Bernardo Núñez, José Francisco Torrealba, Reverón, Inocente Carreño, Humberto Fernández Morán, Prieto Figueroa y tantos miles de venezolanos que han aportado un cúmulo de sabiduría y de información para el desarrollo de la humanidad. Pero miles Emilio, miles. Fue un venezolano el que desarrolló el celuloide para el cine, fueron venezolanos los que desarrollaron la pasta de la pulpa de fruta para concentrado, fueron venezolanos los que inventaron el traje contra incendio, la palabra Salsa se denomina a un género musical mundialmente conocido, ese nombre nació en Venezuela, específicamente en el 23 de Enero, Venezuela ha sido vanguardia en música, literatura, ciencias y artes, uno de los cinco mejores directores de orquesta del mundo es venezolano. Solo que la mayoría arrastró el estigma de no recibir apoyo de los gobiernos de turno. Deberías investigar cuántos venezolanos trabajan en la Nasa, te sorprenderías.

Y me pregunto, por qué ese empeño de Emilio en hacer ver a los venezolanos como unas plastas de mierda que no merecen el país que tienen. Tendrá conciencia Emilio del daño que hace con sus chistes de poca monta sumidos en la mediocridad para complacer a un montón de imbéciles que son capaces de reír una estupidez tras otra.

Yo le decía a un amigo que porqué en lugar de enseñar lo poco que sabe a venezolanos, se dedica a detractar, a imitar a los malandros que ciertamente no son la mayoría de los venezolanos, o a destacar lo estúpidos que pueden ser algunos, pero que los hay iguales en todo el mundo. No. Nada de eso. Emilio prefiere arrastrarse a las órdenes estúpidas, ambiciosas y mezquinas de sus jefes, los que siempre le pedirán que les mueva el cuadrito. Porque ni de vaina que se lo compare con el autor de Los Cuatro Evangelios, o el famoso "Yo Acuso", sería una deshonra para su tocayo Zola.

Caminito de hormigas…

Clap: Conversando con camaradas decentes –hay muchos que ya no lo son- de los consejos comunales, concluíamos porqué las cajas de los Clap no salían con una gran banda que selle la caja y un sello del gobierno que incluso rece no aceptarla si el sello está roto. Con ello se evitaría el desvalijamiento del que son objeto. Porque las de diciembre traían pernil, pero ninguna fue entregada con él. Las de ahora se supone que traen pollo y leche, pero no han vendido una sola que los tenga. Ese comportamiento hace inferir que el negocio continúa siendo puertas adentro y que la carne y la leche pasan directamente a los bachaqueros. ¿Es tan difícil resolver eso?



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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