"Que nadie me tenga por loco”

Hay cosas en las que no termino de creer. Por ejemplo, Diosdado dijo que leía Aporrea, pero yo no lo creo. Es más, creo que tampoco lee los correos electrónicos que le he enviado a conelmazoando4f, porque le envío denuncias sobre escuálidos muy acomodados e intocables en puestos claves de instituciones públicas, yo diría que catalogadas de estratégicas para la seguridad y soberanía de la nación, y nunca se ha dado por enterado. De todas formas, respeto a Diosdado y el trabajo que hace. Tampoco creo en la iglesia católica, la transnacional más poderosa e influyente sobre el planeta Tierra. Ese cuento del diálogo tampoco me lo creo. Y menos si está la iglesia metida. Me huele a azufre. Diferente sería si en ese diálogo estuviera el pueblo decente.

Fui investigadora científica, pero eso sólo me afinca más la creencia en Dios. Es muy largo de explicar. Y de vez en cuando también se me ocurre leer la Biblia. Hoy la abrí, como siempre, al azar, y me lo crean o no, cayó en una página donde Pablo habla sobre su ministerio. De hecho, fue el más vapuleado. Por eso Pablo me recuerda al Pueblo llano, al que sufre cada día pero sigue creyendo. Cree en Dios, cree en un proyecto socialista, cree en la solidaridad. Lamentablemente ya quedamos pocos. Los demás se metieron a bachaqueros, a corruptos o a cualquier cosa que no sea buena o decente. Le dedico, pues, este escrito tomado de la Biblia a la CEV (puro azuuufre) y hasta al señor Bergoglio, quien espero que al menos la Biblia sí la lea:

“Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya. ¿Por qué? ¿Por qué no os amo? Dios lo sabe. Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. Porque éstos son falsos apóstoles, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. Otra vez digo: que nadie me tenga por loco; o de otra manera, recibidme como a loco, para que yo también me gloríe un poquito. Lo que hablo no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloriarme. Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré; porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía…. ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo). Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más, en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he padecido naufragio, una noche y un día he estado como náufrago en alta mar, en caminos muchas veces, en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez, y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias”. Segundo libro de Corintios (La Biblia Católica), donde Pablo defiende su ministerio y expresa sus sufrimientos.



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