¿Hacia dónde vamos?

Sin duda alguna pasamos un año de los más difíciles que nuestra hermosa Venezuela haya podido transitar. Llegamos a un 2017 con incertidumbres y expectativas.

Los enemigos de Venezuela ahora no tienen el control total sobre los artilugios que incidieron sobre el deterioro económico del país. No hay saturación del mercado petrolero. Antes inundado el mercado petrolero los precios del petróleo se vinieron abajo, con la extracción de más de un millón de barriles de Siria vendidos directamente a las transnacionales que ocuparon esos territorios con mercenarios y mucho menos con Arabia Saudita como patio trasero imperial que bombeaba barriles sin control, entendiendo que la geopolítica mundial ya no la tiene el imperialismo norteamericano.

Y por el lado fronterizo, nos estamos preparando para contrarrestar el origen de la guerra económica hacia nuestra moneda, captando el peso colombiano para triangular nuestra respuesta financiera desde la venta de gasolina y producción nacional en un marco de reciprocidad y respeto que no han tenido nuestros vecinos.

Estamos en un contexto con los pies en tierra, la mirada en lo alto y amor en el corazón para trascender y evolucionar como decía Gramsci "momentos sociales, cada vez más ricos en valores colectivos" refiriéndose a la construcción socialista.

Es tarea de todo revolucionario incorporarse a su CLAP. Darle vigor a las bases de apoyo de la revolución, insurgir desde lo comunitario venciendo la burocracia y la desviaciones que nos alejan del socialismo y el vivir bien construyendo comunas. Estamos en la ruta de la victoria popular, la hegemonía mundial la están perdiendo los enemigos de Venezuela, la OTAN en europa no tiene el poder de antes, ahora la fortalecen en Colombia. Pierden Siria, Turquía y arabia saudita, es decir: petróleo, territorio e influencia en una concreción de un mundo multipolar bajo el legado de nuestro comandante eterno Hugo Chávez.

Y por si fuera poco el dólar como moneda de transacción este año seguirá perdiendo influencia con el yuan. No es casual que el último eslabón sea la guerra en Venezuela donde se encontrará con "esos momentos sociales, cada vez más ricos en valores colectivos" sucumbiendo ante la paz. Donde todos ayudamos y todos nos ayudan, con dirección colectiva y mandando obedeciendo.

Sin duda alguna estamos construyendo la victoria popular, ahora vamos rumbo a la construcción socialista de la Revolución Bolivariana.



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David Vivas


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