Simón Bolívar y Francisco de Miranda a lo largo de los años un tema de debate los ha envuelto por parte de los historiadores: una terrible confusión o una acción premeditada con fines estratégicos personales.
El 30 de junio de 1812 se suscita un acontecimiento que marcaría el rumbo de la historia, la caída de Puerto Cabello, el castillo más importante que tenía la ex Capitanía General de Venezuela en ese momento y que estaba bajo el mando del Coronel Simón Bolívar por encargo del General Francisco de Miranda, este fortín serviría como prisión a los realistas durante la guerra de independencia quienes formaron una rebelión armada y lo tomaron, sellando la derrota de los patriotas. El polémico hecho que con gran cautela los textos nos reseñan sin ninguna intención de hacer énfasis coloca en tela de juicio la honradez y lealtad de Bolívar.
Con respecto a esto Karl Marx publica en 1858 un artículo titulado Bolívar y Ponte, donde en uno de sus fragmentos sostiene "Cuando los prisioneros de guerra españoles, que Miranda enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por sorpresa la guardia y la dominaron, apoderándose de la ciudadela, Bolívar, aunque los españoles estaban desarmados, mientras que él disponía de una fuerte guarnición y de un gran arsenal, se embarcó precipitadamente por la noche con ocho de sus oficiales, sin poner al tanto de lo ocurría ni a sus propias tropas, arribó al amanecer a la Guaira y se retiró a su hacienda de San Mateo. Cuando la guarnición se enteró de la huida de su comandante, abandonó en buen orden la plaza, a la que ocupa de inmediato los españoles al mando de Monteverde. Este acontecimiento inclinó la balanza a favor de España y forzó a Miranda a suscribir"
Así se convertiría Bolívar en un cobarde según Marx, un joven e inexperto Coronel que prefirió huir de aquella pugna que se libraría en Puerto Cabello y además dejar la responsabilidad en el General Francisco de Miranda en quien recaería todo el peso de la perdida de la primera república con el triunfo de las tropas españolas gracias a su capitulación en San Mateo, acuerdo que no serviría de mucho ya que el Capitán realista Domingo de Monteverde ordenaría la persecución de los rebeldes unidos a las causas independentistas.
Miranda luego de esto se refugiaría en La Guaira con planes de embarcarse para Curazao a fin de organizar la reconquista republicana desde Cartagena, el 30 de julio del mismo año estando dormido, Bolívar acompañado de otros oficiales, tomaron sus armas, lo despertaron y le ordenaron que se levantara, lo engrilletaron y lo entregaron a Monteverde. "¡Bochinche, bochinche esta gente no es capaz de hacer sino bochinche!" sentenció el Generalísimo.
Sobre ello, el historiador Roberto de Sola expresa lo siguiente: "(…) ante la detención de Miranda siempre surge la interrogante de la razón, que en verdad no la hubo, de hecho la Capitulación, por la que se le quiso castigar considerándolo traidor a la República, era un correcto acto propio de toda contienda bélica. (…) Y los oficiales que lo detuvieron, Bolívar entre ellos, en ningún momento escucharon las razones que el Precursor podía haber expuesto si hubiera sido juzgado"
Bolívar pidió a cambio de Miranda un salvoconducto para lograr exiliarse y que no se le arrestase y condenase por sus actos de rebeldía contra la corona, a lo que el jefe español dio respuesta: «Debe satisfacerse el pedido del Coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda». Un salvoconducto bastante polémico, donde muchos podrían pensar que Bolívar prefirió salvar su vida, entregar la de Miranda por una supuesta traición a la patria y que entonces no se trató de ninguna confusión sino de un intercambio, de un trato bastante cruel por parte del Libertador.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco, ¿acaso sus acciones respondieron a pensamientos egocéntricos de destacar como máxima figura en la independencia de nuestro territorio? Diversas opiniones se han generado a lo largo de los años unos a favor de la causa Bolivariana y otros convencidos de una traición por parte del Libertador en nombre de sus intereses, destacando por parte de algunos que Miranda era una piedra de tranca para las ambiciones de Bolívar en su empeño de resaltar como figura principal en la Independencia del extenso territorio americano.
Cabe destacar que en ninguno de sus documentos Bolívar llama traidor a Miranda por capitular ante los españoles, la intachable figura del Libertador se ve empañada cuando se investiga a fondo lo ocurrido desde la caída del fuerte de Puerto Cabello hasta aquella triste madrugada de julio en 1812 donde un joven Coronel habría sentenciado a su General.
Nuestro insigne prócer, "El más ilustre colombiano" como lo llamaría el propio Bolívar 14 años más tarde en carta dirigida a Antonio José de Sucre nunca más conocería la libertad y moriría en prisión 4 años después de su arresto fuera de su patria.