“Las cosas que poseemos terminan por poseernos”, el ser humano es quien aprueba su rol de prisionero del sistema, adquiriendo bienes que son netamente para su dominación y control, un sistema que lo arropa y lo consume, quien es dueño del tiempo bajo elementos de distracción hacen perder la libertad del pensamiento. Las personas se vuelven incapaces de hacerle frente al régimen aleccionante, pero quienes fortalecen las herramientas de dominación son los propios “esclavos”, la propia muchedumbre es quien se resigna a su dominación, sin mucha oposición.
Desde un principio es importante destacar un punto que genera bastante preocupación, y es el sistema educativo, que está íntimamente relacionado por los modelos de servidumbre implantados en la revolución industrial que se originó en Europa en el siglo XIX, el uso de timbres, uniformes, horarios y una serie de elementos que parecen encaminar al estudiante a su adoctrinamiento inmediato está fuertemente marcado en la sociedad actual. Si se es capaz de someter a un niño dentro del sistema educativo, este cuando se vuelva adulto no plantará resistencia cuando se adentre al campo laboral bajo los mismos parámetros reglamentados ya que la situación se le tornara normal.
Estamos ante la presencia de una red que teje hilos invisibles para la dominación, los seres humanos actúan como borregos siguiendo patrones de conductas que les son promovidos desde las elites que poseen mecanismos para modificar los procesos mentales con respecto a esto Galeano (1987) señala que “El colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser”.
Haciendo alegoría a Platón nos encontramos en una caverna, un mundo cegado por la oscuridad, la barbarie, los estereotipos, donde los seres humanos son dominados por las cadenas de sus vicios quienes imposibilitan el despertar de la conciencia, estos se vuelven tan esclavos que solo son capaces de ver una realidad, las que les hacen ver y creer, sin ser capaces de colocarla en tela de juicio, detrás de todo esto se encuentra un sistema enajenante creador de estos vicios tal es el caso del consumismo.
El compromiso inmediato es el despertar de nuestra conciencia, el salir de la caverna en donde nos encontramos, quitando las cadenas que nos impiden liberar nuestras mentes de los hilos invisibles de las operaciones psicológicas que nos invitan a mantenernos ocupados en agentes de persuasión y distracción. Estudiar, investigar, filosofar, salir de la caverna para ver el mundo desde diferentes perspectivas es un trabajo que debemos hacer en nosotros mismos para luego impulsarlo a su realización por parte de las personas que nos rodean.
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